Un 88% de los hospitales y residencias en España cuentan con habitaciones con baños adaptados para personas con discapacidad o movilidad reducida, tal y como de desprende del‘ Primer estudio de la reforma de los espacios de baño en Hospitales y Residencias en España’ encargado por la firma Roca al Instituto de Investigación de Mercados y Marketing Estratégico Ikerfel, siendo el primer estudio exhaustivo sobre cómo son y cómo se reforman los espacios de baño de los hospitales y residencias en España.
Tal y como afirmó Elisabet Izquierdo, directora de servicios generales e infraestructuras del Hospital del Mar, durante la presentación de este estudio “si no hay más baños adaptados es por falta de espacio, ya que las habitaciones son pequeñas y, en su momento, la normativa no obligaba”. En este sentido, Blanca Fernández, de la empresa especializada en arquitectura sanitaria PMMT, añadió que “efectivamente, la mayor parte de las veces es por falta de espacio, ya que cada vez se muestra una mayor concienciación sobre la necesidad de adaptar los baños”, destacando que “los baños suelen estar adaptados únicamente para limitaciones motrices; sabemos que existen muchos más tipos de limitaciones en el uso de los entornos sanitarios que, por regla general, no se tienen en cuenta”. Por su parte, David Barrachina, jefe de infraestructuras, mantenimiento y servicios hoteleros del Hospital de Mataró y profesor de mantenimiento hospitalario en el máster ‘Arquitectura sanitaria presente y futuro’ incidió en que “no es lo mismo un baño adaptado ahora que hace 10 años, se trata de una concepción que ha evolucionado y poco a poco se van aplicando actualizaciones”.
Otro aspecto que se destaca en este estudio de Roca es que el desgaste y el mal funcionamiento es el principal motivo de la reforma de los baños y, además, el elemento con más y mayor mantenimiento es el mecanismo de la cisterna. Izquierdo y Barrachina hicieron hincapié en la implicación económica que ello supone, ya que “cuando un elemento tiene un gran desgaste lo tienes que renovar, pero mientras pueda funcionar correctamente no se piensa en reformarlo” y Barrachina añadió que “el tipo de material y el acabado hacen variar mucho este tema, por ejemplo, según el material con el que esté realizado un baño su vida útil será muy distinta”. En cuanto al mecanismo de la cisterna, Albert Soriano, del Gremio de instaladores de Barcelona, apuntó que “se trata de elementos pensados y diseñados para el uso doméstico, para los baños de centros sanitarios sería óptimo contar con un mecanismo de mayor resistencia y uso intensivo”.
En cuanto a la valoración de los baños por parte de los usuarios (familiares y visitas de las personas ingresadas), del estudio se desprende que la estancia del baño es la que cuenta con la puntuación más baja en comparación con la valoración del centro en general y de la propia habitación. “El espacio de baño es en el que se invierte menos, ya que hay otras prioridades en un hospital, como la adquisición de maquinaria para tratamientos médicos, por lo que es normal que el usuario valore mejor el centro o la habitación que el espacio de baño”, señaló Barrachina apuntando que “todo el espacio que quieras darle al baño lo quitarás a la habitación por lo que esta conclusión se alinea con la realidad”.
Blanca Fernández incidió en que hay una tendencia positiva en los hospitales, pues “antes, la inversión se hacía mayoritariamente en las zonas públicas de los centros; ahora vemos que cada vez se mira más por el confort de los usuarios-pacientes y las reformas se conciben pensando en sus necesidades”. A ello Barrachina añadió que “las tendencias de diseño y la realidad siempre han ido con varios años de diferencia y las reformas que se puedan hacer ahora deberán ser con el espacio disponible, sin modificarlo, e intentar humanizarlo al máximo para que el usuario se sienta como en su casa, ya que cada vez es más exigente”.
Los interesados puede consultar aquí el ‘ Primer estudio de la reforma de los espacios de baño en Hospitales y Residencias en España’.