El dolor en todas sus dimensiones fue uno de los temas clave del XVI Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED), celebrado en el Palacio de Congresos de Zaragoza. La definición de dolor nociplástico y el abordaje de esta condición con el apoyo de técnicas basadas en la psicología ocuparon parte de las sesiones de este encuentro científico.
El concepto de dolor nociplástico fue aceptado por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) hace dos años. El Dr. Javier Vidal, vocal de la Sociedad Española del Dolor y responsable de la Unidad de Dolor Reumático del Hospital Universitario de Guadalajara, recordó que se trata de una noción no exenta de polémica. El dolor nociplástico se refiere únicamente a personas afectadas de dolor crónico en las que no es posible identificar daños en los tejidos ni lesiones estructurales.
Según recordó el especialista, se trata de casos de dolor particularmente difíciles de abordar debido a que tienen su origen en mecanismos poco conocidos de la enfermedad. Entre otras situaciones clínicas, encajan en este perfil la fibromialgia, los dolores viscerales, el síndrome de colon irritable y algunos casos de artrosis con dolor desproporcionado. El Dr. Vidal insistió en que la admisión del dolor nociplástico como entidad clínica no solo es controvertida, sino que no parece tener una utilidad práctica para los pacientes.
Por otra parte, la evidencia disponible plantea dudas porque se basa en modelos animales de dolor sin lesión ni daño estructural, mientras que en los estudios con pacientes se han registrado alteraciones objetivas en algunas pruebas.
En el contexto de esta reunión el Dr. Francisco Javier Cano García, miembro del grupo de trabajo de Psicología y Dolor de la SED y director del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad de Sevilla, recordó que las técnicas basadas en la psicología tienen el máximo nivel de evidencia como instrumentos para el control del dolor. “De hecho, son junto con la educación y el entrenamiento físico, el componente central de los denominados Programas de Manejo del Dolor”. Estos se utilizan con los pacientes que sufren un grado considerable de dolor, distrés y discapacidad en algunos países, como Reino Unido y Australia.
Los programas consisten en varias sesiones de grupo (entre 8 y 10) de una o dos horas de duración en las cuales las personas que viven con dolor lumbar crónico pueden desarrollar técnicas y habilidades para hacer frente a las dificultades que plantea vivir con esta condición. Entre las técnicas que pueden integrarse en esos programas, el Dr. Cano mencionó la relajación, biofeedback, exposición, activación conductual, hipnosis, mindfulness, etc. Y estas técnicas se ven potenciadas por la incorporación de nuevas tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada, la aplicación online vía web y las aplicaciones móviles.
El especialista recordó también que el abordaje psicológico es “absolutamente imprescindible” y la implicación activa del paciente para conseguir eficacia, aspecto que se cuida desde el principio, aclarando el papel del psicólogo, la relación del estrés y las emociones con el dolor, y promoviendo la adherencia terapéutica tanto en las sesiones presenciales como en el trabajo para casa y en la generalización de los aprendizajes.