Voluntarios de la ONG “Adopta un Abuelo” realizarán labores de acompañamiento a las personas mayores que viven en las residencias de Grupo Albertia a partir del mes de septiembre, tras el convenio de colaboración suscrito por ambas entidades. Este convenio se inscribe en el marco del compromiso de Albertia con la mejora de la calidad de vida de las personas mayores que viven en las residencias que gestiona. Gracias es este acuerdo con «Adopta un Abuelo» se fomenta además el compromiso social de los jóvenes. Y es que el fomento de los encuentros intergeneracionales en las residencias para mayores Albertia es una prioridad dados los muchos beneficios que reportan a las personas mayores, tanto a nivel cognitivo como psicológico, emocional y social.
“Adopta un Abuelo” es un programa intergeneracional de compañía para las personas mayores que viven en residencias. Su objetivo es que se sientan escuchados, acompañados y queridos. Mientras, los jóvenes voluntarios aprenden valores y experiencias durante las visitas recurrentes. Grupo Albertia gestiona en la actualidad 11 residencias, apartamentos y centros de día repartidos por Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha, con varios nuevos proyectos a medio y largo plazo.
Albertia y la Universidad Europea colaboran en un estudio sobre fuerza en personas mayores
En otro orden de cosas, el departamento de fisioterapia de la Residencia y Centro de Día Albertia Valle de la Oliva está colaborando con el departamento de fisioterapia de la Universidad Europea en un estudio sobre el “efecto del entrenamiento de fuerza en ancianos sobre la independencia y condición física, calidad de vida y biomarcadores de desórdenes asociados con el envejecimiento”, que tiene como objetivo averiguar el efecto de un programa de ejercicio físico de potenciación muscular sobre la capacidad física, el riesgo de caídas, la función cognitiva y la calidad de vida comparado con otro tipo de programa de ejercicio físico convencional de mantenimiento.
El programa de ejercicio físico de potenciación muscular es una periodización sucesiva de sesiones de ejercicio físico con el objetivo de mejorar la potencia muscular, la cual está asociada a mejoras en la capacidad física, aumento de fuerza, aumento de funcionalidad, menor riesgo de caídas, mejoras en la composición corporal y disminución de alteraciones metabólicas relacionadas con la enfermedad cardiovascular y la obesidad, todas ellas redundantes en la mejora de la salud global. Por su parte, el programa de ejercicio físico convencional de mantenimiento se caracteriza por ser de menor intensidad y por buscar mejoras en la movilidad articular y el mantenimiento de la masa muscular. El estudio lo que quiere conseguir es comparar ambos programas para conocer en qué medida uno y otro producen mejoras o no, y cuál está más justificado para la mejora de la salud de los adultos mayores.
Todos los participantes serán sometidos a una evaluación inicial de diferentes parámetros, y esta evaluación se repetirá al finalizar el mismo. La evaluación consiste en la realización de una serie de pruebas que permiten evaluar su funcionalidad como por ejemplo, levantarse de una silla y andar una determinada distancia, o mantener el equilibrio, que el paciente realizará supervisado por un fisioterapeuta. Así mismo, se recogen medidas antropométricas y ecográficas musculares para medir estructuras importantes que pueden ser modificadas durante el programa de ejercicio. Todos los residentes rellenarán una serie de cuestionarios en los que se medirá la calidad de vida, la actividad física y la función cognitiva. También se medirá la fuerza de prensión que el paciente es capaz de desarrollar. Durante 12 semanas cada paciente recibirá el entrenamiento correspondiente al grupo al que ha sido asignado.