Una encuesta europea, elaborada por la biofarmacéutica UCB, revela que los traumatólogos comunitarios consideran que los sistemas de atención sanitaria descuidan el abordaje de la osteoporosis y de las fracturas por fragilidad y que sería necesario tomar medidas al respecto.
En la encuesta, realizada a lo largo del mes de agosto de 2019, se preguntó a 401 especialistas en traumatología de 11 países europeos, entre ellos España, sobre su experiencia en el abordaje de la osteoporosis y las fracturas por fragilidad.
El 66% de los encuestados estuvo de acuerdo en que la osteoporosis es una afección desatendida y descuidada y solo el 10% de los especialistas opinó que las autoridades sanitarias nacionales otorgan una prioridad alta a la osteoporosis y las fracturas por fragilidad. La mayoría (90%) coincidió en que la afección debería ser una prioridad para la sanidad pública y el 91%, en que un abordaje efectivo de esta patología ósea puede mejorar los resultados y reducir los costes.
Actualmente, para las mujeres de más de 45 años, la osteoporosis supone más días en el hospital que muchas otras enfermedades, incluidas la diabetes y el cáncer de mama. En 2010, el coste de las fracturas por fragilidad en toda la Unión Europea ascendió a 37.000 millones de euros y, teniendo en cuenta la base de los cambios demográficos, se prevé que esta cifra se duplique en el 2050.
Prevenir la primera factura, fundamental
Según el Dr. Kassim Javaid, consultor en Reumatología de la Universidad de Oxford, “estos resultados confirman lo que muchos de nosotros ya sabíamos. Cada año que pasa, es probable que más pacientes carezcan de un tratamiento eficaz y queden expuestos a fracturas que acarrean repercusiones de por vida. Necesitamos grupos especializados de asesoramiento normativo que respalden a los profesionales nacionales y a los grupos de pacientes con osteoporosis, con el fin de implementar métodos eficaces que permitan cerrar esta brecha en el establecimiento de prioridades para los responsables políticos, el personal de Atención Primaria y los pacientes”.
“Si bien el último paso es prevenir la primera fractura, los servicios coordinados para su atención posterior como son las Unidades de Fracturas (Fracture Liaison Service -FLS-), ya han comenzado a cerrar esa brecha en la atención al paciente con osteoporosis. De modo que, creo que es necesario que los modelos exitosos de estas Unidades de Fractura se expandan a nivel internacional. Una vez que se hayan establecido estos sistemas, dichas unidades pueden evolucionar con el objetivo de identificar a los grupos de alto riesgo y prevenir la primera fractura, que es nuestro objetivo primordial”, añade el Doctor Javaid.
Pacientes mal informados
Los resultados de la encuesta también apuntan a que los pacientes no están bien informados sobre la osteoporosis y sus repercusiones. Solo un tercio de los especialistas (33%) considera que sus pacientes conocen el impacto a largo plazo de la osteoporosis y más de la mitad (53%) afirma que sus pacientes creen que el aumento del riesgo de fracturas por fragilidad después de la primera es bajo o nulo.
Este dato es importante ya que los datos demuestran que, después de la primera fractura, la probabilidad de sufrir otra en el plazo de un año es cinco veces mayor. Y lo que es peor, el 40% de las personas con una fractura de cadera no puede caminar de nuevo de forma independiente y hasta una cuarta parte fallecerá en el primer año después de haber sufrido una fractura.
Además, la encuesta destacó que las dificultades en el abordaje de la osteoporosis también podrían encontrarse en Atención Primaria. La mayoría de los traumatólogos encuestados (84%) estuvo de acuerdo en que es necesaria una mayor sensibilización y concienciación sobre la osteoporosis entre los médicos de Atención Primaria; solo el 32% consideró que estos profesionales derivan a los pacientes con un presunto diagnóstico de osteoporosis a tiempo.
Prevención y un abordaje más eficaz
Dado que la osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente a nivel mundial y da como resultado más de 8,9 millones de fracturas por fragilidad al año en todo el mundo, se deben desarrollar más programas que faciliten la educación y el apoyo en osteoporosis a los médicos de Atención Primaria, así como a los pacientes para que haya una derivación a tiempo y un abordaje eficaz de esta patología.
“Los pacientes con osteoporosis pueden afrontar una gran pérdida de independencia y una disminución de la calidad de vida, especialmente después de una fractura por fragilidad y los resultados de esta encuesta resaltan que los especialistas responsables del tratamiento de la enfermedad consideran que no se está haciendo lo suficiente para garantizar que se recibe la prioridad necesaria a nivel del sistema sanitario”, explica la Dra. Pascale Richetta, responsable de salud ósea y vicepresidenta ejecutiva de UCB.
“Debemos ayudar a prevenir la propagación de esta epidemia silenciosa informando mejor a los responsables políticos, a los médicos y a los pacientes acerca del impacto a largo plazo de la osteoporosis, de modo que se pueda abordar de manera efectiva y se reduzca el riesgo de posteriores fracturas repetitivas”, añade la doctora Richetta.