Un tercio de los pacientes con asma grave está tomando dosis perjudiciales de esteroides orales, según un estudio realizado con varios miles de personas en los Países Bajos presentado en el Congreso Internacional de la European Respiratory Society, evento anual que reúne a expertos en medicina respiratoria de todo el mundo.
La mayoría de estos pacientes podrían evitar tomar esteroides orales si mejorasen su adhesión al resto de medicamentos para el asma y la técnica de uso del inhalador, tal y como informó la Dra. Katrien Eger, doctoranda y neumóloga en formación en el Centro Médico Universitario de Ámsterdam en el marco de este congreso. De hecho, existe un porcentaje que podría ser apto para el tratamiento con nuevos medicamentos biológicos para el asma y, sin embargo, solo lo está recibiendo la mitad de ellos.
La Dra. Eger advirtió que «los pacientes con asma que toman altas dosis de esteroides orales corren el riesgo de sufrir efectos adversos graves como diabetes, osteoporosis e insuficiencia suprarrenal, en la cual las glándulas suprarrenales no producen la cantidad adecuada de hormonas esteroideas».
A juicio de esta experta, «nuestros hallazgos demuestran que muchos pacientes con asma grave están tomando dosis perjudicialmente altas de esteroides orales. Todas las prescripciones de esteroides orales deberían alertar a los médicos para que evalúen la adhesión a los tratamientos inhalados y las técnicas de inhalación de estos pacientes. Además, ahora que cada vez hay más medicamentos biológicos para el asma que evitan la necesidad de esteroides orales, los médicos deberían iniciar el tratamiento biológico con los pacientes adecuados para reducir la exposición a esteroides orales perjudiciales».
La Dra. Eger y sus colegas analizaron información de una base de datos farmacéutica de 500.500 habitantes neerlandeses para localizar pacientes que estuvieran usando altas dosis de corticoesteroides inhalados (500 microgramos o más al día) y agonistas beta de acción prolongada, que además tuvieran asma grave según la Global Initiative for Asthma (GINA). Esta base de datos también contenía información sobre el uso de esteroides orales (cortisona).
Los investigadores enviaron cuestionarios a 5.002 de estos pacientes y, después, analizaron los 2.312 cuestionarios que se respondieron. La información de la base de datos farmacéutica les permitió recabar información sobre el uso de esteroides orales y la adhesión a la medicación. Los farmacéuticos evaluaron la técnica de uso de los inhaladores en una muestra de pacientes.
El cuestionario tenía preguntas sobre los antecedentes médicos, incluida cualquier otra enfermedad, sobre el diagnóstico y el control del asma y sobre el hábito de fumar. Si las prescripciones se completaban el 80% o más de las veces, se consideraba que los pacientes se adherían a su medicación.
La Dra. Eger destaca que «el 29% de los pacientes con asma que estaban usando altas dosis de esteroides inhalados también estaban tomando dosis perjudicialmente altas de esteroides orales de 420 miligramos al año o más». De estos pacientes, el 78% tenía una baja adhesión a la medicación inhalada o una técnica de inhalación incorrecta. Por tanto, en estos pacientes habría que abordar estos problemas en primer lugar, antes de plantearse el tratamiento biológico. El 22% restante son candidatos para medicamentos biológicos.
«Si extrapolamos nuestros resultados de la base de datos a la población general neerlandesa, significaría que hay unos 6.000 pacientes con asma grave que son candidatos para el tratamiento biológico: un 1,5% de la población total de pacientes con asma. Pero lo cierto es que lo están recibiendo menos de la mitad (el 46%). Esto indica que es posible reducir sustancialmente el abuso de esteroides orales«, afirma esta especialista.
Según la Dra. Eger, a pesar de que los tratamientos biológicos (como omalizumab, mepolizumab, reslizumab, benralizumab y dupilumab) son caros, sería positivo desde el punto de vista económico identificar y tratar a los pacientes que pudieran beneficiarse de ellos, ya que «si reducen su exposición a esteroides orales perjudiciales y, por tanto, los efectos adversos, esta disminución podría conllevar una reducción en el coste de la atención sanitaria. Otro factor importante es que, de esta forma, los pacientes pueden hacer más ejercicio y tener menos exacerbaciones, lo que les haría estar menos días de baja por enfermedad».
Según el catedrático Guy Brusselle, de la Universidad de Gante (Bélgica), presidente del Consejo de Ciencia de la European Respiratory Society y no involucrado en el estudio, «los corticoesteroides orales son una medicación importante para el tratamiento agudo de ataques de asma moderados o graves; reducen la inflamación de las vías respiratorias durante exacerbaciones agudas para poder volver a respirar más fácilmente, lo que a su vez ayuda a disminuir el riesgo de hospitalización. No obstante, sabemos que el abuso de esteroides orales, como tratamientos frecuentes o el uso crónico, perjudicará la salud de los pacientes a largo plazo, ya que estos medicamentos tienen muchos efectos secundarios».
En su opinión, «los tratamientos alternativos, como los medicamentos biológicos, podrían ser una forma de reducir el uso a largo plazo de corticoesteroides orales. En cualquier caso, ayudar a los pacientes a mejorar su técnica de inhalación y su adhesión a otros medicamentos para el asma, sobre todo inhaladores, limitará la necesidad de corticoesteroides orales y ayudará a proteger mejor la salud general de los pacientes con asma».
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