La Federación Española de Ortesistas Protesistas (FEDOP) ha puesto en marcha una campaña en redes sociales, que bajo el hastag #OrtopediaEnOrtopedias pone en valor el trabajo y la experiencia del profesional ortoprotésico.
Esta campaña surge ya que desde el sector de la Ortopedia, representado por la FEDOP, se considera imprescindible que se ofrezca una información precisa y detallada a los pacientes sobre el mejor procedimiento para su dolencia, las ventajas de ser tratado por un ortopeda profesional frente a los problemas que puede causar dirigirse a un sanitario no cualificado, sin la experiencia suficiente o sin el título o la licencia correspondiente.
Un técnico ortoprotésico tiene una formación reglada de grado superior, que se traduce en 2.000 horas de estudio, y que incluye prácticas con casos reales. Tras conseguir el título el profesional adquiere las destrezas y los conocimientos necesarios para diseñar ortesis, prótesis externas y productos de apoyo, adaptados a las características anatomofuncionales, psicológicas y sociales de cada usuario, ajustándose a la prescripción facultativa, indoican desde la FEDOP.
Además, elabora productos ortoprotésicos garantizando las características y prestaciones contempladas en la normativa vigente de forma que no comprometan la seguridad y la salud de los pacientes, teniendo en cuenta la toxicidad y biocompatibilidad de los materiales y eliminando riesgos asociados a una mala adaptación por tamaño o morfología.
Por todo ello, la FEDOP defiende que el ortopédico es el profesional que puede realizar trabajos de: ortesica, protésica y adaptaciones (siguiendo la clasificación de la Orden SBC/45/2019 que establece el catálogo de productos). En este sentido, la defensa del paciente es fundamental tanto en materia preventiva como para conseguir el objetivo de la profesión. «La ortopedia estudia la manera de curar para corregir o evitar cualquier deficiencia o deformidad, entendida como un problema para el desarrollo del sistema musculo esquelético del ser humano», destacan desde la Federación Española de Ortesistas Protesistas.
En este sendio, considera que «se debe velar por la atención al paciente, porque hay profesionales, como los farmacéuticos, que no tienen ni la formación ni la experiencia adecuada para la mayoría de los tratamientos donde la ortopedia es un factor clave para la recuperación del paciente y la mejora de la calidad de vida».
Según la legislación vigente, una farmacia puede tener una sección de ortopedia si cuenta con las licencias oportunas. Por otro lado, un farmacéutico puede realizar un curso online de 200 horas y obtener la autorización para dispensar productos ortoprotésicos en algunas comunidades, «pero nunca tendrá la experiencia y formación de un técnico ortoprotésico«.
Además, ningún establecimiento que no sea una ortopedia puede reemplazar la diversidad de productos y el servicio técnico ofrecido en la misma. Algo que permite al usuario escoger la mejor opción para su dolencia, así como, asegurar el buen funcionamiento de su adquisición, ya que la adaptación en estos centros incluye la manipulación.
Por todo lo anterior, la FEDOP viene defendiendo que los pacientes que más necesitan de la ortopedia no podrían optar a sus tratamientos si no existiese la profesión. Por ejemplo, el único que puede ofrecer un corsé post operatorio, bajo prescripción médica, a un paciente que lo necesite es un técnico ortoprotésico. Sin su trabajo, muchos usuarios estarían supeditados a personal no especializado.