Es fundamental fomentar la humanización y el empoderamiento de las personas de edad avanzada, así como respetar las necesidades sanitarias, psicológicas y sociales de las personas mayores en las residencias, tal y como destacó la doctora Naiara Fernández, medica especialista en Geriatría de IMQ Igurco, el XXXVII Congreso de la SECA.
«La humanización asistencial, incluida la de las residencias, debe dar respuesta a las necesidades biopsicosociales de las personas mayores a lo largo de todo su ciclo vital«, afirmó esta experta en este foro, ya que “los elementos que conforman la humanización contribuyen de manera directa a la mejora de la calidad asistencial, y por tanto, a la generación de mejores resultados en la salud de las personas mayores”.
Según destacó Naiara Fernández durante su intervención en la mesa plenaria del congreso sobre humanización y empoderamiento, “los centros de atención a mayores han de colocar a las necesidades sanitarias, psicológicas y sociales de estas personas en el centro del proceso asistencial, bien sea la persona autónoma, presente algún problema reversible de salud, tenga enfermedades avanzadas, demencia, o se halle al final de la vida”.
En todas estas circunstancias y, en general, a lo largo de todo el proceso vital de la persona mayor, la geriatra de IMQ Igurco subrayó la necesidad de escuchar y preguntar con frecuencia a la persona mayor “cómo desea ser tratado y cuidado y respetar sus deseos, tal y como se respeta y trata al resto de personas adultas”.
La Dra. Fernández denunció que “todavía hoy, nos enteramos de casos en los que, por ejemplo, la persona mayor vive con dolor porque su entorno familiar y asistencial considera ese dolor como algo normal de la edad, cuando eso no es así. Y otros casos en los que se priva de manera informal a las personas mayores de su derecho a decidir sobre cómo quieren ser cuidados o atendidos, en aras de un paternalismo mal entendido. La autonomía del paciente es un derecho legal recogido en nuestro ordenamiento jurídico y que cubre igualmente a la atención sociosanitaria de las personas mayores”.
La geriatra destacó ante los profesionales asistentes al congreso que los objetivos de los planes y modelos de humanización “han de tener entre sus objetivos trabajar en los principales retos que afectan a la ‘calidad humana’, con el objetivo de que tanto los residentes y sus familiares, como nosotros, los profesionales que trabajamos en los centros, seamos capaces de dar la mejor asistencia social y sanitaria, respetando en todo momento los deseos de los pacientes y su intimidad, favoreciendo la comunicación y evitando el dolor”.
Medidas concretas para favorecer la humanización
La médica de IMQ Igurco citó algunos ejemplos que concretan, de manera práctica en su centro sociosanitario, la residencia IMQ Igurco Orue de la localidad vizcaína de Amorebieta, la humanización de la asistencia sanitaria.
Así, citó la participación de este centro en el proyecto SueñOn, “para favorecer la calidad del descanso nocturno de los residentes, actuando sobre aspectos de infraestructuras, equipamiento y organizativos”. También destacó “la importancia de contar con un servicio de atención de enfermería que funcione las 24 horas, con el fin de reducir lo máximo posible, las derivaciones y traslados a centros hospitalarios”.
En relación con las necesidades emocionales, señaló la adopción de una terapia con animales (perros) que ha demostrado que “potencia la expresión emocional, disminuye la ansiedad y contribuye positivamente a la estimulación cognitiva”.
En cuanto a las necesidades sociales, citó la puesta en marcha de un servicio de videoconferencia para residentes válidos o encamados y la utilidad de un programa de intercambio intergeneracional puesto en marcha con Lauaxeta Ikastola, anejo a la residencia. Por último, destacó la importancia de contar con un equipo capaz de proporcionar una atención integral a las personas mayores al final de la vida.
La experta valoró también la necesidad de un trabajo interdisciplinar en los modelos de humanización de la asistencia, agradeciendo la labor que, en su centro, desarrollan las personas implicadas en la Comisión de Humanización de IMQ Igurco Orue, citando a Ismene Arrinda, Gurutze Zalduegi, Irati Sierra-Sesumaga, Isabel Urrutia, Kati Alonso y Mercedes de la Sota.