El Servicio de Neumología del Hospital del Mar, de forma conjunta con profesionales de los servicios de Radiología, Medicina Física y Rehabilitación, Endocrinología y Nutrición, Enfermedades Infecciosas y Farmacia, ha puesto en marcha la Unidad Funcional de Bronquiectasia, destinada a ofrecer una atención más ágil y cercana a los pacientes con esta patología crónica.

La creación de la unidad parte de la constatación de la necesidad de ofrecer un manejo más ágil y funcional a los pacientes. Su enfermedad, que provoca una tos constante para eliminar la acumulación de secreciones a los pulmones y los bronquios, les obliga a seguir controles muy habituales y a un monitoreo multidisciplinario para mantener bajo control la evolución de una patología en la cual, en la actualidad, no hay un tratamiento curativo.

geriatricarea Unidad Funcional de Bronquiectasia
Algunos de los miembros de la nueva unidad. De izquierda a derecha, Juana Martínez, Ana Balañá, Antoni Ferrer, Antoni Sancho, Marisol Domínguez, Esmeralda Hernández, Mireia Admetlló, Milagros Montero, Esther Barreiro, Gemma Llauradó, Eva Pascual, Maria Guitart, Liyun Qin y Xuejie Wang

En este sentido, la jefa de esta la Unidad Funcional de Bronquiectasia, la Dra. Esther Barreiro, destaca que el objetivo es «ofrecer el máximo confort a estas personas, teniendo en cuenta que son enfermos crónicos, con una patología muy invalidante a la hora de desarrollar su rutina diaria«. La Dra. Barreiro apunta la necesidad de disponer de profesionales sanitarios adaptados a las necesidades de los pacientes.

Es el caso de los neumólogos, encargados del diagnóstico y del tratamiento, pero también de los radiólogos, ya que los enfermos se tienen que someter de forma regular a pruebas radiológicas para controlar el estado de sus pulmones. Por este motivo, es de gran importancia que estos profesionales estén familiarizados con la patología y su problemática.

Pero también con fisioterapeutas y rehabilitadores, ya que los afectados por esta enfermedad se tienen que someter a rehabilitación pulmonar. En este sentido, «es importante que realicen a diario las ténicas de fisioterapia respiratoria y de higiene bronquial«, explica. También es importante que aprendan a toser para extraer el moco que se acumula en los pulmones, ya que no hacerlo puede provocar infecciones graves. «Lo más importante es mantener la vía aérea limpia para evitar al máximo la posible contaminación por gérmenes y el desencadenamiento de infecciones bronquiales e, incluso, al pulmón«, remarca esta experta.

Los profesionales del Hospital del Mar también colaborarán de forma estrecha con los microbiólogos del Laboratori de Referència de Catalunya, encargados del diagnóstico de las infecciones que afectan a estos pacientes, que también formarán parte de la unidad. El equipo contará también con infectólogos y farmacólogos del centro.

Tal y como destaca la Dra. Esther Barreiro, otro de los pilares básicos en el seguimiento de los pacientes es el control de su peso, ya que «muchos de estos pacientes, sobre todo mujeres, tienen un problema grave de desnutrición«, explica la jefa de la nueva unidad, «son personas que pierden peso muy rápidamente y es muy difícil que lo recuperen«.

Por este motivo también se trabajará de forma conjunta con nutricionistas y dietistas del Servicio de Endocrinología y Nutrición. Su trabajo, junto con un programa de entrenamiento muscular establecido desde rehabilitación y fisioterapia, tiene que permitir que los enfermos mantengan un tono muscular suficiente para toser y expulsar la mucosidad. Hay que tener en cuenta que la pérdida de peso es un indicador del estado del paciente y un factor de mal pronóstico.

Actualmente no existe ningún tratamiento curativo para la bronquiectasia, sino que se tratan los diferentes síntomas. Las infecciones recurrentes obligan a los pacientes a seguir tratamiento antibiótico de larga duración, hecho que puede provocar efectos secundarios.

La prevalencia de la bronquiectasia es desconocida, a pesar de que hay estudios que la sitúan entre los 227 casos cada 100.000 hombres y los 309 casos cada 100.000 mujeres en los Estados Unidos. La enfermedad afecta más a mujeres que a hombres, y, sobre todo, a edades avanzadas, a pesar de que se puede manifestar a edades muy precoces en pacientes adultos. de hecho, en esta nueva Unidad Funcional se sigue también a pacientes con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años.