Un artículo de la Dra. Victoria Pérez, Directora Sanitaria de ORPEA
Las terapias no farmacológicas son recursos muy efectivos en el cuidado de las personas mayores, y especialmente de aquellas que sufren demencia. La musicoterapia es una de las más interesantes. Grupo ORPEA diseña terapias adaptadas a las necesidades de los residentes, con el fin de que puedan mantener e, incluso, recuperar habilidades funcionales que mejoren su bienestar y calidad de vida. La musicoterapia es una de ellas, ya que despierta emociones y mejora el estado de ánimo de las personas.
Esta terapia utiliza la música y los elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) para facilitar y promover la comunicación, la expresión, las relaciones sociales, el movimiento y la relajación, con el fin de satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas de los residentes. La musicoterapia puede aplicarse de forma activa, permitiendo que la persona toque instrumentos, cante y se mueva, o de forma pasiva, más orientada a la relajación, reflexión y expresión de emociones.
La musicoterapia es especialmente beneficiosa para las personas que padecen Alzheimer o deterioro cognitivo severo, ya que la memoria musical es la última que se pierde. De hecho, hay personas que no son capaces de decir su nombre, pero pueden recordar canciones: reconocen la melodía y reproducen la letra. Además, la aplicación de esta terapia favorece que, en las personas mayores con demencia, se reduzca el estrés y la ansiedad, se mantenga la calma y se despierten sentimientos positivos.
Programa de musicoterapia pasiva en ORPEA
Existen pocos estudios donde se investiguen los beneficios de la intervención con terapias no farmacológicas en personas en fases avanzadas de deterioro cognitivo, y muy pocos con musicoterapia pasiva. Sin embargo, esta terapia ha demostrado influir positivamente en el ritmo cardíaco, respiración, sueño, sistema inmunológico o sistema digestivo, en personas con situaciones vitales muy parecidas, como neonatos o personas con discapacidades severas.
Para demostrar su efectividad en pacientes mayores con demencias, profesionales de ORPEA Madrid Aravaca y ORPEA Villanueva de la Cañada, en colaboración con el departamento de Fisioterapia de la Universidad CSEU La Salle (Madrid), pusieron en marcha hace tres años el programa “Eficacia de la musicoterapia pasiva para pacientes con deterioro cognitivo”.
Se trata de un estudio comparativo en personas mayores con deterioro cognitivo y funcional avanzando ingresados en Unidad de Grandes Asistidos. Al grupo experimental se les se trató con musicoterapia pasiva, mediante un programa ad hoc al televisor de la habitación, y a los residentes del grupo control, no se les aplicó la musicoterapia.
Se emplearon distintos tipos de música y diferentes frecuencias y ritmos, en función del objetivo que se pretendía lograr:
- Música destinada a activar a la persona: Música con prevalencia de ondas Beta.
- Música destinada a inducir el sueño: Música con prevalencia ondas Theta.
- Música destinada a relajar a la persona cuando se va a llevar a cabo una actividad que le pueda resultar estresante, como la ducha: Música con prevalencia de ondas alfa.
En el tiempo que duró el estudio, se valoraron los siguientes factores:
- Nivel nutricional (MNA largo, disfagia)
- Cognitivo (Escala de Rancho de los amigos; Escala Deterioro Global (GDS) de Reisberg)
- Funcional (Barthel) y de Incapacidad (DRS)
- Escala de coma-semicoma Rapapport (CNC)
- Constantes Vitales: frecuencias cardíacas y respiratorias, saturación de oxígeno, temperatura, glucemias y peso
- Biomarcadores (análitica de sangre y orina de 24h): albumina, proteínas, transferrina, pealbumina, linfocitos, colesterol, glucosa, dopamina, epinefrina, norepinefrina, ácidovanilmandélico (AVM) y metanefrina
- Escala de Glasgow
- Valoración subjetiva de familiares y profesionales
Las conclusiones del estudio determinan que la musicoterapia pasiva en pacientes en Unidades de Cuidados Especiales Geriátricos, parece mejorar la calidad asistencial de forma objetiva con parámetros cuantitativos (constantes vitales y nutricionales) y con parámetros cualitativos (valoraciones clínicas). Esto se traduce en un mayor bienestar de los residentes, que muestran mejor estado de ánimo, un aumento de peso y más ganas de participar en las actividades organizadas. Además, existe una mayor satisfacción de sus familiares con respecto al cuidado de las personas mayores.
El trabajo “Eficacia de la musicoterapia pasiva para pacientes con deterioro cognitivo” se presentó en el 15º Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Medicina Geriátrica (EuGMS), que tuvo lugar del 25 al 27 de septiembre en Cracovia, bajo el lema “Evidencia basada en la medicina en geriátricos”.
Para conseguir efectividad, las terapias no farmacológicas deben estar adaptadas y personalizadas. En este sentido, es fundamental conocer en profundidad al paciente. En ORPEA, antes de la intervención, los equipos profesionales multidisciplinares analizan de manera individual las necesidades del residente y sus preferencias, y determinan aquellas terapias que pueden resultar más beneficiosas.