Los asistentes virtuales, en forma de robots interactivos especializados en terapias cognitivas, ofrecen interesantes posibilidades para el tratamiento de personas con demencia, tal y como afirma el ingeniero japonés Takanori Shibata, que explicó los usos terapéuticos del robot Nuka en un encuentro organizado por el Departamento de I+D de DomusVi en el centro residencial para personas con Esclerosis Múltiple Alicia Koplowitz.

Ante casi un centenar de profesionales de los centros DomusVi en Madrid, el creador de Nuka, un robot con apariencia de cría de foca, expuso las posibilidades del uso terapéutico de la inteligencia artificial. “Interactuar con este robot permite mejorar la depresión, la ansiedad, el dolor, el estrés, la soledad y también problemas de comportamiento como pueden ser la agitación y la agresividad o el deambular, asociados a las demencias”, afirmó Shibata, quien confiesa que para el desarrollo de Nuka se inspiró en la terapia animal.

Este robot posee sensores de luz, micrófonos para reconocer el habla e identificar de dónde viene el sonido y sensores táctiles a lo largo de todo su cuerpo, para saber dónde y cómo le están tocando. “A Nuka le gusta que le abracen, así que intenta que se le abrace y va cambiando gradualmente su comportamiento buscando el abrazo”, detalló el ingeniero japonés, destacando que, al tener incorporada inteligencia artificial, puede adaptar su comportamiento y su respuesta en función del entorno. Y también tiene la capacidad de aprender. “Si el usuario le da un nuevo nombre, Nuka gradualmente aprende que tiene un nuevo nombre y empieza a responder a ese nuevo nombre”, aseguró.

En algunos centros de DomusVi ya se emplea como herramienta de estimulación con buenos resultados. Así, el equipo de terapia ocupacional y psicología de DomusVi Leganés ha comprobado que se produce una mayor activación en las personas con demencia, “sonríen, interaccionan más, logramos que muevan sus miembros superiores y en algunos casos reducimos sus niveles de ansiedad”, afirman desde este centro. En el caso de DomusVi Ourense Barbadás, su equipo terapéutico confirma que “con Nuka provocamos contactos agradables, sensaciones diferentes, sonidos desconocidos y les generamos la capacidad de descubrir algo novedoso”. Los expertos de DomusVi destacan que la robotorepia asistencial consigue a su vez reacciones ante estímulos que no se consiguen en los pacientes con otras terapias o técnicas aplicadas en patologías como el alzhéimer avanzado.

En la presentación, además de técnicos de residencias de mayores DomusVi, asistieron profesionales especializados en la atención a la salud mental de los centros Mentalia Salud, quienes han decidido evaluar, por primera vez, los posibles beneficios que el uso de Nuka pueda tener en la salud mental infantil. “Queremos integrar a Nuka en las terapias grupales para trabajar el sentido de la responsabilidad, la coordinación, la autonomía, la comunicación, etc.”, afirman desde el equipo terapéutico de la unidad infanto-juvenil de Mentalia Guadarrama.

Valores y actitudes éticas en la labor asistencial

En otro orden de cosas, el Equipo Dinamizador de Ética Asistencial de DomusVi en Sevilla organizó la jornada ‘Calidad y ética en la atención a la vulnerabilidad’, un encuentro con el objetivo de reforzar valores y actitudes éticas en la labor asistencial. Varios expertos disertaron sobre aspectos como la potenciación de la autonomía y la atención centrada en la persona, para abordar dilemas éticos surgidos cuando se cuida a una persona a lo largo de su proceso vital.

En el marco de esta jornada, el director General de Personas Mayores y Pensiones no Contributivas de la Junta de Andalucía, Daniel Salvatierra, destacó que “hay que poner la ética en el centro del cuidado de las personas” y que las instituciones tienen que estar “preparadas para fomentar la autonomía tanto de las personas a las que dan atención como de los profesionales”.

Por su parte, Francesc Torralba, presidente del Comité de Ética DomusVi y catedrático de la Universidad Ramon Llull, hizo hincapié en dos conceptos: acoger la vulnerabilidad real de las personas y potenciar su autonomía. Por una parte, señaló que para tratar bien la vulnerabilidad de una persona hay que entender su vulnerabilidad corporal, psíquica, social, emocional y espiritual. Y para ello se debe poner en práctica la atención, algo que no hacemos ya que “somos una sociedad muy narcisista y no prestamos atención a lo que pasa a nuestro alrededor”. Y por otra, este experto afirmó que “cuidamos éticamente bien cuando potenciamos la autonomía de la persona”, ya que si no caemos en el paternalismo.

Nieves Campos, coordinadora del Dpto. Técnico Asistencial de DomusVi, fue otra de las expertas que intervino en la jornada y recalcó el valor de saber acompañar, ya que “si como profesional no puedes curar, aliviar o consolar a alguien, acompaña” y, sobre todo, incidió en la importancia de la atención centrada en la persona que implica cuestiones como distinguir en el día a día que “cuidamos personas con enfermedades, no enfermedades”; tener en cuenta siempre al otro; conocer su historia de vida; preservar su intimidad y respetar sus decisiones. “Es fundamental la complementariedad entre la competencia técnica y la competencia ética”, apuntó.