El dolor discapacitante afecta de forma determinante la vida cotidiana y laboral de los pacientes que lo sufren. Por ello, el abordaje que realizan los médicos en Atención Primaria, así como los especialistas en las Unidades del Dolor es clave para brindarles tratamientos y herramientas que les permitan tener una mejor calidad de vida.
Esta fue una de las conclusiones más relevantes del taller ‘El reto del dolor discapacitante, cuando el paciente nos necesita‘´, celebrado durante el 2º Congreso Nacional Médico y Farmacéutico organizado por SEMERGEN y SEFAC en el Colegio de Médicos de Valencia, y que contó con la colaboración de Grünenthal.
Expertos en la materia han recordado que este tipo de dolencias repercuten además en la psique del paciente y, por tanto, es básico para que pueda recuperar su funcionalidad. En este sentido, tal y como puntualizó el Dr. Pedro Juan Ibor Vidal, médico de familia, coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor de SEMERGEN y moderador del taller, “en muchos de los casos los enfermos no pueden moverse, tienen limitada su funcionalidad y esto genera una gran alteración de su estado de ánimo, repercutiendo no solo en el paciente sino en su entorno familiar”.
El Dr. Ibor hizo hincapié en la necesidad de desarrollar planes autonómicos “específicos” como los puestos en marcha en comunidades como Andalucía, Galicia, Castilla y León o Madrid y que persiguen “la mejora de la relación entre la Atención Primaria (AP) y las Unidades del Dolor”. De estas últimas, ha enfatizado, “basándose en la formación de los profesionales y añadiendo la multidisciplinariedad”. Es decir, la colaboración entre todos los agentes con unos circuitos y protocolos que buscan la optimización de los recursos.
“Los pacientes deben ser protagonistas activos, el farmacéutico comunitario tiene un papel importante como enlace entre paciente y médico de Atención Primaria siendo la actividad preventiva y el seguimiento de los tratamientos su eje, garantizando la seguridad y la eficacia, en este caso de la farmacología”, recalcó este experto, quien insistió en “la derivación a Unidades del Dolor, por parte de los médicos, debe estar asegurada con circuitos eficaces y unidades bien dotadas, en cuanto a número y personal”. Así, el Dr. Ibor destacó la importancia de cada eslabón en el abordaje de su diagnóstico: médico de familia, rehabilitadores, farmacéuticos, fisioterapeutas, psicólogos, entre otros.
Además, el coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor de SEMERGEN subrayó que con el tiempo “el dolor crónico provoca una sensibilización en el sistema neurofisiológico del organismo que hace que el dolor perpetúe en el tiempo, así dolores agudos mal tratados se pueden convertir en dolores de larga duración”. Además, ha destacado dolencias como la migraña o la cefalea como “primera causa de dolor” y la importancia de un diagnóstico adecuado. En este sentido, recordó que se trata de “las principales causas de absentismo laboral”.
En el marco de este taller también se abordó la lumbalgia, uno de los trastornos musculoesqueléticos que afecta a la mayoría de las personas, y por tanto con repercusión en la vida laboral de los pacientes, teniendo importancia los aspectos posturales y la actividad física. Los expertos recomiendan evitar estas situaciones con la práctica de actividad física y mediante la prevención. El Dr. Ibor recordó los elevados costes socio-sanitarios y personales para los individuos que la padecen. “Una de los principales problemas es la afectación de su funcionalidad tanto física como psicológica y su calidad de vida”. Asimismo, destacó que la artrosis, cuyo principal síntoma es el dolor, y que está relacionada con el desgaste y envejecimiento de las articulaciones, es la cuarta causa de discapacidad más común en mujeres.