Consciente de que el uso frecuente de antibióticos puede resultar completamente inútil, incluso contraproducente, las 860 farmacias de la red de Apoteca Natura de España e Italia han puesto en marcha una campaña de sensibilización sobre la cada vez más presente resistencia bacteriana a los antibióticos.
El objetivo de esta iniciativa es que los clientes de las farmacias adquieran un mayor conocimiento sobre el uso consciente de los antibióticos y las posibles consecuencias negativas derivadas de una toma incorrecta. Así, hasta finales de febrero, en cada las 250 farmacias adheridas a esta red en España, y en las más de 600 de Italia, se encuentran disponible folletos gratuitos en los que se explica qué son los antibióticos, qué es la resistencia a los antibióticos, los riesgos asociados a la salud y las acciones que las personas pueden poner en práctica para combatirla.
Esta información busca poner el acento en la necesidad de un uso consciente de los antibióticos, por parte de los pacientes y cuidadores, para evitar que se produzcan «fenómenos de resistencia bacteriana«, es decir, cuando las bacterias no reaccionan a las moléculas antibióticas y los tratamientos resultan ineficaces. Además, un aumento de este fenómeno podría suponer el desarrollo de las denominadas «superbacterias«, bacterianas resistentes a todos los antibióticos conocidos en la actualidad, un hecho que podría constituir una auténtica amenaza para la salud a nivel mundial.
La resistencia bacteriana a los antibióticos es un problema tan relevante que en 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluyó entre los diez peligros principales para la salud. Asimismo, un grupo de investigadores británicos considera que en 2050 se podría llegar a la cifra de 10 millones de muertes en el mundo por infecciones no tratables con antibióticos.
La resistencia a los antibióticos es la capacidad que tiene una bacteria de resistir a la acción de los antibióticos, una categoría de fármacos que se utilizan habitualmente para curar las infecciones bacterianas en el ser humano y en el ámbito veterinario. Uno de los ejemplos más conocidos es la penicilina, descubierta en 1928 por el científico británico y Premio Nobel Alexander Fleming y utilizada para tratar la neumonía.
En los últimos años, los antibióticos se han vuelto menos eficaces por varios motivos, especialmente por el uso excesivo e inadecuado por parte de los pacientes y por la utilización masiva en explotaciones ganaderas. Dicho exceso provoca la liberación y acumulación de residuos de estos medicamentos en el entorno, contaminando el agua, la tierra y la vegetación y volviéndose a introducir en la cadena alimenticia del ser humano, Y es que, como solo se metabolizan parcialmente, una parte importante se expulsa a través de la orina y las heces, llegan a las aguas subterráneas y de ahí al ciclo alimenticio y al ciclo del ser vivo, ya que no siempre se puede garantizar su eliminación con los sistemas de tratamiento actuales. Por ello, tanto animales como personas pueden verse expuestos crónicamente a concentraciones detectables y biológicamente activas de mezclas complejas de fármacos.
Ese entorno de acumulación de antibióticos es donde las bacterias desarrollan su resistencia a dichos fármacos. Sin embargo, la resistencia antibiótica se puede revertir mediante un uso consciente de los antibióticos.
El folleto disponible en las farmacias de Apoteca Natura ofrece consejos para reducir el riesgo de que se produzca una resistencia a los antibióticos. En la práctica diaria, se traduce en medidas tan sencillas como respetar las dosis, el modo de empleo y la duración del tratamiento prescrito por el médico, así como evitar tomar los medicamentos sin prescripción médica; sin olvidar desechar correctamente los envases, utilizando los contenedores de recogida adecuados presentes en las farmacias.