El XX Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM), organizado por el Centro Médico Instituto Palacios, puso el foco en los últimos avances relacionados con la salud de la mujer en las diferentes etapas de su vida. Así, se presentaron relevantes novedades existentes en torno a la osteoporosis y su relación con el complejo hormonal D.
En España, cerca de tres millones de personas sufren osteoporosis, siendo la mayor parte de ellas mujeres. Las cifras reflejan que cuatro de cada cinco personas con fractura osteoporótica son mujeres debido a que en ellas acontece una de las principales causas de la osteoporosis primaria, que es la deprivación hormonal estrogénica tras la menopausia.
Los especialistas señalan que es imprescindible conocer las necesidades en torno a vitamina D, las últimas novedades de los tratamientos antirresortivos y formadores, así como las nuevas estrategias y su manejo ya que son herramientas imprescindibles para evitar fracturas.
Tal y como explicó en este encuentro el Dr. Pedro Rozas, jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición en el Hospital General Universitario de Ciudad Real, “la vitamina D es una hormona con un papel clave en el mantenimiento del balance cálcico y su déficit conlleva una disminución de la resistencia ósea y, por tanto, un incremento del riesgo de fracturas. Estas pueden ser el origen, a su vez, de caídas, un claro factor de riesgo entre la población de mayor edad. Además, mantener niveles bajos de esta vitamina D aumenta de forma significativa el riesgo de que fracase el tratamiento anti-osteoporótico que instauramos en nuestras pacientes”.
La osteoporosis provoca mas hospitalizaciones que el cáncer de mama, la diabetes o el infarto
Durante la menopausia, la hipovitaminosis D se asocia también con déficit de función muscular, lo que puede aumentar la tasa de caídas y fracturas. En mujeres postmenopáusicas la prevalencia de deficiencia de vitamina D es superior al 60%, alcanzando hasta el 84% si consideramos los niveles de insuficiencia.
En palabras del Dr. Rozas “la osteoporosis conlleva un doble efecto negativo a nivel sanitario. El primero de ellos es estrictamente clínico ya que la fractura osteoporótica, principalmente la de cadera, aumenta la morbimortalidad de los pacientes que la sufren. En segundo lugar, debemos resaltar el aspecto económico, ya que los costes asociados al manejo de las fracturas y las complicaciones son significativos, siendo el destinado a tratamiento farmacológico un porcentaje mínimo en comparación con los derivados de la hospitalización y seguimiento de las complicaciones al alta”.
Según distintos estudios, el riesgo de sufrir una fractura relacionada con osteoporosis para una mujer de 50 años en el tiempo que le resta de vida se estima próximo al 50%. Tomar medidas que mejoren el estilo de vida, así como tratamientos precisos de forma individualizada, pueden disminuir aún más este riesgo.
Los facultativos aseguran que el manejo de la osteoporosis debe ser integral y transversal entre las distintas especialidades que atienden a estas pacientes. Es importante la prevención con estilos de vida saludables y un aporte adecuado de calcio y vitamina D desde etapas iniciales de la vida.
“En pacientes que sufren una fractura debemos, mayoritariamente, iniciar tratamiento con fármacos anti-osteoporóticos, así como la suplementación de vitamina D y calcio en el caso de que el aporte dietético no sea el adecuado”, comentó el Dr. Rozas en el encuentro
organizado por el Centro Médico Instituto Palacios.
Respecto a la suplementación con vitamina D, los facultativos señalan que es importante mantener en la mujer niveles adecuados de 25-OH-D, los cuales están directamente relacionados con la disminución del riesgo de fracturas. Estas influyen, en gran medida, en la calidad de vida de las pacientes y suponen un riesgo real de fallecimiento, ya que, en España, la mortalidad entre las mujeres que se fracturan la cadera oscila entre el 14% y el 36%.
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