Con el objetivo de ayudar a la ciudadanía a gestionar el duelo en las circunstancias excepcionales de aislamiento, mostrando posibles salidas y herramientas a esta traumática realidad, la Fundación New Health organiza el próximo lunes 20 de abril el taller ‘Duelo sin Abrazos’, dentro de su programa especial de actividades con motivo del ‘Estado de Alarma’ que se enmarca dentro del proyecto ‘Sevilla Contigo. Ciudad Compasiva’ impulsado por Obra Social ‘La Caixa’, el Ayuntamiento de Sevilla y el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Y es que la imposibilidad de acompañamiento a la persona que tiene una enfermedad, tanto en domicilio como el hospital o residencias de mayores debido a las medidas de aislamiento, unida a la limitación de aforo en funerales y velatorios y la reducción de los entierros para preservar la salud pública en la lucha contra el COVID-19, ha convertido el momento de la despedida en un terrible trance para los que se enfrentan al último adiós de un ser querido, que muchos especialista auguran que pueden desembocar el duelos mal resueltos o patológicos, tal y como indican desde la Fundación New Health.
Se trata de una acción online, que se llevará a cabo telemáticamente de 17,30 a 18,30 horas, dirigida a todas aquellas personas que estén afrontando una situación de duelo en aislamiento, así como a profesionales, cuidadores e interesados en aprender a gestionar el duelo en esta situación de confinamiento.
En este sentido, Merche Barbancho, instructora del taller y psicóloga especialista en duelo, recalca que “ahora el ritual que da inicio al duelo desaparece, y con él, el apoyo y el cariño de los seres queridos y otros muchos de los recursos que facilitan el tránsito por esa dolorosa pérdida”. Tal y como apunta esta experta, tomar conciencia de la pérdida y elaborar rituales de despedida es necesario, aunque no se haya estado presente en el momento del adiós. Por ello, desde el confinamiento, Merche Barbancho recomienda realizar en casa ceremonias concretas y sencillas de despedida que permitan ser conscientes emocionalmente de la pérdida, como por ejemplo «poner una foto del difunto con velas y rezar según las creencias de cada uno, escribir una carta, un poema, algo que sirva para que la despedida cobre realidad».
Asimismo, y a pesar del distanciamiento físico del resto de la familia y amigos, «es importante evitar el distanciamiento emocional facilitando que ese contacto se realice de forma virtual, a través de otras vías como videoconferencias, llamadas telefónicas, whatsapps y/o redes sociales. Saber que las personas siguen estando ahí para apoyarnos, darnos el cariño y el calor que necesitamos y compartir nuestro dolor», destaca esta psicóloga especialista en duelo.
En este sentido, la colaboradora con la Fundación New Health asegura que «tanto los rituales individuales como los colectivos son especialmente necesarios en estos momentos de aislamiento, para ser conscientes de que la pérdida es real y se ha producido«, e insiste en la importancia de concretar que, una vez el confinamiento pase, “tendrá lugar un ritual de despedida para honrar al difunto, dejando patente la importancia de su paso por nuestras vidas y por fin, recibir el cariño de los nuestros de forma cercana”.
Nadie debería morir solo, ni ahora ni nunca
Recientemente, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) emitía un comunicado donde se decía que ‘nadie debería morir solo, ni ahora ni nunca’. En ese sentido la directora de la Fundación New Health, Isabel Donado, señala que “la gestión del aislamiento se está convirtiendo en una crisis humanitaria y que los poderes públicos deberían habilitar y facilitar los medios para que la persona pudiera estar acompañada de sus seres queridos, cosa que se podría hacer con adecuados sistemas de protección”.
Otra de las cuestiones relevantes en estos momentos, indica Donado, es la humanización de todo el proceso, señalando que “hay que preocuparse, no solo de curar a los ciudadanos, sino de cuidarlos, sobre todo a los más vulnerables, las personas mayores y las personas que se encuentran solas”.Para ello es de gran importancia que esta labor sea compartida y no recaiga solo en los profesionales sanitarios. “Las entidades sociales estamos haciendo todo lo que podemos y poniendo a disposición de las personas los recursos que tenemos a nuestro alcance. Esperamos que tomen conciencia de esto los poderes públicos y comprendan que es preciso que ellos se comprometan con el alivio del sufrimiento”, añade Donado.