Dadas las por las dificultades para realizar las compras por sí mismas al tener dificultades de movilidad, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha pedido al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que, por vía de urgencia, se regule legalmente que las grandes cadenas de distribución de productos de primera necesidad (alimentación, higiene personal, parafarmacia, limpieza doméstica, etc.) tengan el deber de servir en el domicilio y, de igual modo, prioricen a las personas mayores o con discapacidad
En una carta dirigida al titular de la cartera de Consumo, el CERMI advierte de que la pandemia de coronavirus ha ocasionado algunas situaciones de desabastecimiento o de irregularidad en el mismo de productos de primera necesidad, lo que ha intensificado la angustia y el temor de muchas personas con discapacidad y mayores, en momentos terribles de crisis masiva de salud, respecto de la adquisición material, suministro y aprovisionamiento de sus productos de consumo básicos.
Tal y como se recalca desde el CERMI, muchas personas con movilidad reducida encuentran dificultades para poder acudir al supermercado a realizar sus compras de productos de primera necesidad y optan, habitualmente, por realizar los pedidos a través de internet o telefónicamente. Pero con la crisis desatada por el coronavirus, los servicios de estos supermercados de reparto se han visto sobrepasados y se hace muy difícil o imposible utilizar estos recursos que, para personas con movilidad reducida, no son una comodidad o un lujo.
Por ello, la entidad defiende en su escrito que “la devastación causada por la pandemia ha evidenciado las especiales barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad y las personas mayores en la adquisición de los productos básicos propios del consumidor doméstico, que están a merced de la voluntariedad del comerciante, de su estrategia de entregas, todas con coste agregado, y que no suelen considerar como preferenciales a este tipo de consumidores, pese a su vulnerabilidad objetiva”.
En una misiva dirigida al ministro de Consumo también se indica que “está más que justificado que el Gobierno asuma esta realidad perturbadora, que ahonda la exclusión que viven muchos segmentos de población en nuestro país, y las grandes empresas de distribución tengan que efectuar entregas domiciliarias gratuitas y preferenciales a los consumidores vulnerables”.
La sociedad civil debe ser protagonista en la reconstrucción tras la pandemia
Recientemente, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad también se ha dirigido al Ejecutivo para solicitar que la sociedad civil organizada en torno a lo social forme parte de la negociación para alcanzar un gran pacto político, económico y social por la reconstrucción que hay que acometer tras la pandemia. Y para ello, la sociedad civil, representada por el tercer sector de acción social, ha de ser convocada a participar en el proceso de diálogo en ciernes dirigido a conseguir un gran consenso nacional para afrontar y superar los efectos devastadores de la crisis causada por el coronavirus.
Según el CERMI, no se entendería que la sociedad civil que canaliza la pulsión solidaria, el altruismo y la voluntad de participación y corresponsabilidad cívica, último recurso de apoyo de los sectores sociales más vulnerables, como se está evidenciando en esta pandemia, esté ausente del proceso negociador que desemboque en un gran acuerdo nacional de reconstrucción. Y en este sentido, este diálogo civil debe «ser parte imprescindible de la nueva gobernanza y de una democracia avanzada y participativa, por lo que el sector social debe tener presencia activa en la gestación de los grandes consensos nacionales de regeneración del país».