Desde la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) y las principales patronales y organizaciones europeas representativas de la Economía Social se reclama, a través de Social Economy Europe (SEE), una “respuesta sin precedentes” de la Unión Europea para restablecer el progreso económico y social en el continente una vez superar la crisis del COVID-19.
En una carta abierta remitida a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a Charles Miche , presidente del Consejo, y a David Sassoli, presidente de la Eurocámara, el presidente de Social Economy Europe y de CEPES, Juan Antonio Pedreño, demanda a las Instituciones Europeas una respuesta ambiciosa con inversiones urgentes y extraordinarias para apoyar a los Estados miembros, las empresas, los trabajadores y la ciudadanía de Europa, que atraviesan grandes dificultades como consecuencia de la pandemia.
Tal y como se destaca en esta escrito, “desde Social Economy Europe (SEE), como voz de los 2,8 millones de empresas y entidades de la Economía Social de la UE, estamos seguros de que superaremos colectivamente la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales si somos capaces de tomar medidas sin precedentes guiadas por los valores de cooperación, democracia, solidaridad y responsabilidad, que son la base de la Unión Europea y de los modelos de empresariales de la Economía Social”.
Juan Antonio Pedreño también reivindica en su carta el papel central que la Economía social desempeña en estos momentos tan críticos. Así, recuerda que “cientos de miles de empresas de nuestro modelo empresarial de toda Europa están proyectando en la sociedad sus valores y compromiso solidario, dando una respuesta inmediata en primera línea a urgencias sanitarias y a las necesidades sociales más desoladoras que sufren los más vulnerables, como son nuestros mayores”.
El presidente de la Patronal de la Economía Social, CEPES y SEE añade que “las empresas de Economía Social están, además, produciendo bienes y prestando servicios básicos en sectores vitales como la agricultura, la pesca, la industria, la asistencia sanitaria, la limpieza, la lavandería, el transporte o la distribución, entre otros muchos. Así lo reconoce el gobierno de España con quien CEPES está trabajando estrechamente para que todas sus medidas contemplen a las empresas de Economía Social”.
Por todo ello, desde Social Economy Europe se hace un llamamiento a evitar que la Economía Social sea excluida de las iniciativas europeas dirigidas a salvar empleos y empresas, en especial las pymes, y reclama a las Instituciones de la UE y a los Estados que tengan en cuenta el papel de la Economía Social en sus Planes de Choque para relanzar la economía y reconstruir los servicios sociales, tan decisivos en estos momentos.
Medidas positivas… pero insuficientes
En el documento enviado a las Instituciones Europeas se valora positivamente las medidas adoptadas por la Comisión para hacer frente a las emergencias más inmediatas por la Comisión. Concretamente se hace mención a la Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus, que dará a los Estados miembros acceso a 37.000 millones de euros de fondos de cohesión para fortalecer los sistemas de atención de la salud y apoyar a las PYME; la flexibilización temporal de ayudas de Estado para preservar la continuidad de la actividad económica durante el brote de COVID-19 y después de él, la creación de un nuevo Instrumento de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia (SURE) o la Cláusula de Escape General del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, entre otras.
También de destacan como acertadas las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo a través de su Programa de Compras de Emergencia para Pandemias (PCEP), las acciones del Grupo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para garantizar el acceso a la financiación de todas las pymes o el acuerdo del Eurogrupo para avanzar en un paquete financiero por valor 500.000 millones de euros.
Sin embargo, desde Social Economy Europe se reclaman a la UE varias propuestas:
- Que se dote de los medios e instrumentos a la altura de los desafíos a los que se está enfrentando. En este sentido, Pedreño ha subrayado que “la pandemia de COVID-19 nos recuerda que nos enfrentamos a retos mundiales que no podemos abordar de forma individual: se requieren soluciones colectivas. Sólo superaremos esta crisis de manera eficaz con más cooperación y solidaridad, valores que están en la base del éxito de la economía social y que son más necesarios que nunca para garantizar un futuro de progreso económico y social para todos los europeos”.
- Solicita a los Estados miembros de la UE que contribuyan al presupuesto de un ambicioso Plan Europeo de Reconstrucción Económica y que las Instituciones de la UE aprueben un Marco Financiero Plurianual 2021-2027 que “tenga en cuenta las nuevas perspectivas socioeconómicas y sirva de impulso para la recuperación económica y social”.
- Movilizar inversiones en proyectos innovadores de Economía Social a través del Fondos Estructurales o del futuro programa InvestEU en áreas estratégicas como la sanidad, la innovación social, la digitalización, los servicios sociales, la inclusión, la economía circular, la industria, las energías renovables, la eficiencia, las competencias, la educación, la agroalimentación, el transporte, la agricultura, la renovación y la construcción, entre otros.
Todas estas propuestas se concentran en señalar la importancia estratégica que el futuro Plan de Acción Europeo para la Economía Social, que la Comisión adoptará en 2021, tendrá en todo este proceso para situar a las empresas de Economía Social en el centro de los esfuerzos para restablecer el crecimiento sostenible y la cohesión social en Europa.