Un artículo de Karen Oroz, Enfermera geriátrica y coach personal,
y Cristhian Parra, Fisioterapeuta y monitor deportivo, del Equipo del centro de día de Beriain

Dada la alta incidencia de las caídas en la tercera edad y sus consecuencias en salud, estas siguen siendo un problema de salud pública de primer orden. Con la edad, aumenta progresivamente la incidencia de sufrirlas. Al mismo tiempo, se produce la declinación de la función muscular, perjudicando directamente la habilidad para levantarse del suelo tras la misma.

Si una persona no puede levantarse del suelo tras una caída y permanece un tiempo prolongado en el suelo, aumentan los riesgos de padecer complicaciones. Algunas de ellas son la formación o empeoramiento de úlceras por presión (agravadas en casos de incontinencia), deshidratación, hipotermia, neumonía e incluso la muerte.

A estas complicaciones se añade el sentimiento de impotencia y desamparo que acompaña a la persona mayor durante todo el tiempo que permanece en el suelo. Y esto, a su vez, hace más factible que la persona desarrolle miedo a una futura caída, lo cual la lleva a reducir de forma importante su actividad habitual en un momento en el que el envejecimiento activo es pieza clave para su bienestar y calidad de vida.

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Por su alta incidencia en la tercera edad y sus consecuencias en salud, las caídas son un problema de salud pública de primer orden

Las medidas que se están tomando actualmente van orientadas a la prevención de la caída a través del control de los factores externos e internos, de lo cual es posible encontrar un gran número de artículos científicos. En el siguiente recuadro podemos ver aquellos factores que más se consideran importantes:

Factores extrínsecos Factores intrínsecos
Inmueble (sillas, cama, armarios, barras…)
Cuidadores/as
Familia
Factores socioeconómicos
Medicación múltiple
Nutrición e hidratación  
Edad de la persona
Lesiones o patologías previas
Estado cognitivo/mental
Miedo a las caídas
Déficits sensoriales

Sin embargo, una vez se ha producido la caída, existe una necesidad de acortar los tiempos de permanencia en el suelo al máximo en aras de minimizar los riesgos derivados ya comentados. La realidad es que la bibliografía encontrada resulta muy escasa tanto en español como en inglés. En este sentido, se evidencia la necesidad de realizar más estudios a este respecto.

Desde el equipo profesional del Centro de Día de Beriáin, gestionado por Grupo 5, lo que proponemos en este artículo es un método para enseñar a las personas mayores cómo levantarse tras una caída sin la presencia de un acompañante.

Este procedimiento sobre caídas ya ha sido aplicado en el Centro de día de Beriáin en talleres para nuestros residentes. En ellos, cada participante simula una caída y se levanta por sus propios medios. Este ejercicio tuvo unos resultados muy positivos, pues la segunda vez que se realizó, las personas usuarias tardaron menos tiempo en levantarse que la primera, mostrándose además más satisfechos y confiados al finalizar el taller.

Cómo levantarse tras una caída sin ayuda de un acompañante

En este caso la persona es capaz de levantarse sola o apoyándose en alguna silla o inmueble para impulsarse y ponerse de pie. Es importante explicarles de manera sencilla y clara la maniobra de levantarse del suelo. Por ello, se presenta dividida en sencillos pasos:

  • En primer lugar, desde la posición que haya quedado tras la caída, la persona mayor debe buscar la posición lateral de seguridad (PLS).
  • Desde esta postura, colocarse en decúbito prono progresivamente.
  • A continuación, elevar el pecho levantando los brazos. Si este paso cuesta, apoyarse sobre los codos.
  • Se continúa flexionando rodillas una a una hasta completar la posición de cuadrupedia. Este último paso puede realizarse previamente al anterior si resulta más fácil para la persona.
  • Lo siguiente sería andar a gatas buscando un punto de apoyo para las manos, como por ejemplo una silla.
  • Una vez apoyada, se flexiona la pierna más fuerte para impulsarse.

Desde el Centro de Día de Beriain creímos necesario trasladar pautas a las familias. Para ello se impartió un taller similar para mostrar a las familias cómo deben levantar a sus mayores sin ayuda, con el fin de reforzar su práctica y evitar que se les olvide. También se les enseñó a ayudarles a levantarse manteniendo una buena higiene postural y marcando pautas de actuación ante dicha circunstancia.

En este taller, el primer tema a tratar es valorar si la caída es severa o leve en función de la característica de la caída, la intensidad del dolor, si la espalda o el cuello están comprometidos y el estado de consciencia de la persona afectada. De acuerdo con esta condición, el acompañante deberá estimar si levantar al adulto mayor o llamar a los servicios de emergencia. Ante cualquier duda y tras una caída, se recomienda que sea atendido por un profesional sanitario.

En los casos en que la caída no sea compleja, se pasaría a realizar los siguientes pasos para ponerse en pie:

Cómo levantarse con ayuda de una persona

OPCIÓN 1

  • A la persona mayor se le ayuda a colocarse en cuadrupedia.
  • Acercar una silla para que apoye sus manos
  • Poner el pie de la pierna más fuerte apoyado en el suelo para impulsarse
  • Colocar otra silla detrás para que cuando se incorpore pueda sentarse y descansar.

OPCIÓN 2

  • La persona mayor sentada en el suelo, con pies juntos y rodillas flexionadas contra el pecho. Las manos deben cruzarse tocando los hombros contrarios. De esta manera conseguimos crear un bloque.
  • La persona que ayuda debe bloquear los pies de la persona mayor con sus pies para evitar que se resbale durante el movimiento de ponerse de pie.
  • A la hora de levantarle, las manos de la ayudante pasan por debajo de la zona axilar de la persona mayor, apoyándolas en su espalda para empujar el movimiento hacia arriba.
  • Importante prestar especial atención a no tirar de las manos al levantar a la persona para evitar daños en las extremidades superiores.

Variante: Aproximar a la persona mayor a la pared para evitar que se vaya hacia atrás con el movimiento. También se puede colocar una silla detrás.

Cómo levantarse con ayuda de 2 personas

Los pasos a seguir serían:

  • Un ayudante se coloca por detrás de la persona mayor y el otro por delante.
  • La persona mayor se mantiene sentada en el suelo, con rodillas flexionadas hacia el pecho y sus manos cruzadas tocando los hombros contrarios. De esta manera conseguimos crear un bloque.
  • La persona que esta delante bloquea los pies de la persona mayor, evitando que se deslicen durante el levantamiento, y le coge de las manos como punto de apoyo. Importante que los brazos de la persona mayor estén flexionados para evitar daños en las extremidades superiores.
  • La persona que ayuda desde detrás se coloca de cuclillas empujando verticalmente desde la zona axilar en coordinación con su compañera.

Apunte: se recomienda esta técnica para personas con mucho peso.

Otros recursos complementarios que se pueden recomendar para minimizar el tiempo de permanencia en el suelo son los sistemas de llamada de alarma como el servicio telefónico de emergencia o “medallón”, cada vez más extendidos y eficaces.

Como conclusión, se resalta la necesidad de realizar talleres de cómo levantarse tras una caída en los distintos centros geriátricos, tanto con los residentes como con las familias, pues es una preocupación compartida. De esta manera, se consiguen minimizar las consecuencias de las caídas tanto física como psicológicas. El beneficio también va más allá, disminuyendo el miedo a las caídas por parte del adulto mayor al sentirse más seguro y con mayor confianza en caso de que sucediese. También para los y las familiares supone una tranquilidad saber cómo actuar adecuadamente ante una circunstancia más que probable en la tercera edad.

Asimismo, se ha visto que la práctica del ejercicio físico, especialmente los ejercicios específicos de musculación y de coordinación y equilibrio, también disminuyen la probabilidad de caídas y sus consecuencias negativas como son las fracturas óseas. Además, favorecen que puedan levantarse del suelo por sus propios medios, minimizando así el tiempo de permanencia.

Bibliografía:

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