Un artículo de María Jara Lara,
Nº col: 3432 del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM)

Los déficit visual y auditivo se deben abordar como “síndromes geriátricos” debido a que repercuten en todos los componentes de la esfera bio-psico-social, además de limitar el funcionamiento del adulto mayor, tanto para las tareas básicas como las instrumentales de la vida diaria, poniéndolo en riesgo de dependencia, reduciendo la movilidad, aumentando el riesgo de accidentes domésticos y caídas. Desde el punto de vista cognitivo y social, dificultan la comunicación y las relaciones sociales, haciendo que disminuyan las actividades fuera de domicilio, se tienda al aislamiento y originen mayores situaciones de ansiedad y depresión.

Déficit auditivo

Factores de riesgo y causas más frecuentes

Los factores de riesgo asociados a la pérdida de la agudeza auditiva son:

  • Edad avanzada
  • Hipertensión arterial sistémica
  • Diabetes mellitus
  • Enfermedad cerebro-vascular
  • Tabaquismo
  • Deterioro cognoscitivo
  • Exposición a ruido ocupacional
  • Cirugía auditiva previa

Otros factores identificados que tienen influencia en el inicio y/o severidad con el déficit auditivo en adultos mayores son:

  • Uso o exposición a ototóxicos (ej. Aminoglucósidos, agentes quimioterapuéticos, metales pesados)
  • Infecciones óticas
  • Enfermedades inmunológicas
  • Factores hormonales (estrógenos – protectores)
  • Factores genéticos

El deterioro de la agudeza auditiva puede ser clasificado en 3 tipos:

  • Neurosensorial: afección del oído interno, coclea y nervio vestíbulo coclear (VIII)
  • Conductiva: afección del oído externo, oído medio o ambos
  • Mixta: Combina la afección neurosensorial y conductiva.

La pérdida auditiva en la población geriátrica está estrechamente asociada a factores de riesgo modificables, por lo tanto, se recomienda buscar intencionadamente dichos factores y tratarlos con el fin de prevenir el déficit auditivo. La presbiacusia se define como el déficit auditivo neurosensorial asociado al envejecimiento. Es la primera causa de déficit auditivo en los adultos mayores.

Consecuencias del déficit auditivo en el adulto mayor

La presbiacusia generalmente se caracteriza por una pérdida de la agudeza auditiva de manera simétrica y comienza con las frecuencias altas. Las frecuencias altas se encuentran en la mayoría de las palabras habladas, por lo tanto, el paciente se queja “de que no entiende la charla de las otras personas” y no necesariamente se queja de que “no escucha bien”.

El impacto negativo principal del déficit auditivo se presenta en la comunicación. Por ejemplo, este déficit interfiere en la comprensión de las recomendaciones del tratamiento, asimismo, mientras el paciente se concentra en comprender lo que se le dice, pierde la capacidad de expresarse, por lo tanto prefiere el aislamiento. El déficit auditivo suele percibirse como un estigma social o malinterpretarse como una parte normal del envejecimiento, lo que condiciona el no buscar atención médica oportuna.

geriatricarea deficit visual

El déficit auditivo genera discapacidad y limitación funcional en las esferas socio-familiar, psicológica y cognoscitiva, por ejemplo, favorece la aparición de depresión, ansiedad y limita las relaciones sociales llevando al aislamiento. El déficit auditivo genera alteraciones cognoscitivas como confusión, dificultad para concentrarse, inatención, baja autoestima y trastornos de la comunicación. El déficit auditivo afecta algunas de las funciones mentales superiores como la atención, la memoria de trabajo y de largo plazo, algunas funciones ejecutivas y de procesamiento y se asocia con reducción de la estructura cerebral y de la integridad de la sustancia blanca.

También se asocia a una mayor incidencia de deterioro cognoscitivo y viceversa: la demencia y el deterioro cognoscitivo moderado afectan las funciones centrales de audición provocando mayor déficit auditivo. Se ha confirmado que existe una asociación entre déficit auditivo y riesgo de morbi-mortalidad incluyendo la dependencia en actividades de la vida diaria o muerte.

Evaluación del déficit auditivo en el adulto mayor

Hay varias pruebas que son utilizadas en el consultorio, pero una prueba inicial esencial es la otoscopía, debido a la alta prevalencia de tapón de cerumen como causa de déficit auditivo(conductivo), se debe realizar a todos los adultos mayores con algún grado de déficit auditivo. La Prueba del Susurro consiste en colocarse detrás del paciente y decir a una distancia aproximada de 60 cm en tono bajo secuencias cortas de números o palabras, para que posteriormente el paciente las repita y sea examinado el otro oído. Se debe evaluar un oído a la vez, previa oclusión del canal auditivo del oído no explorado. La prueba es positiva para hipoacusia si no repite la secuencia que se le dijo.

La Prueba del Chasquido consiste en colocarse al lado del paciente y frotar los dedos a 15cm (un oído a la vez, previa oclusión del canal auditivo del oído no explorado). La prueba se repite en 6 ocasiones y es positiva para hipoacusia cuando se falla en 2 o más ocasiones. Tiene un valor predictivo positivo de 10. La Prueba del Tic-Tac del Reloj consiste en colocarse al lado del paciente a 15 cm con un reloj de manecillas (un oído a la vez, previa oclusión del canal auditivo del oído no explorado). La prueba se repite en 6 ocasiones y es positiva para hipoacusia cuando se falla en 2 o más ocasiones de 6 ensayos. Tiene un valor predictivo positivo de 70.

Existen pruebas clínicas de consultorio que no son adecuadas para el tamizaje, pero permiten diferenciar la hipoacusia conductiva de la neurosensorial, por lo que se recomienda realizarlas. Estas son las pruebas de Weber y Rinne. La prueba de Weber se realiza colocando el diapasón en el vértex del cráneo, en la nariz o dientes y pidiéndole al paciente que nos diga si escucha más fuerte con un oído u otro. La prueba es normal cuando no hay diferencia entre ambos oídos, es decir, no se lateraliza el sonido. La prueba de Rinne nos permite comparar la conducción ósea y aérea. La prueba consiste inicialmente en colocar el diapasón en la apófisis mastoides para evaluar la conducción ósea y posteriormente colocarlo al lado del oído para evaluar la conducción aérea. La prueba es positiva(normal) cuando la conducción aérea es mayor que la ósea. Cuando alguna de las pruebas de tamizaje es positiva, es pertinente enviar al siguiente nivel de atención para realizar una evaluación por el especialista en oído o el envío a pruebas audiométricas

Intervenciones en el adulto mayor con déficit auditivo

Una parte primordial en el manejo del adulto mayor con déficit auditivo es facilitar el proceso de la comunicación por lo que se deben emplear algunas técnicas como:

  • El hablante debe estar cerca y de frente al oyente que presenta déficit auditivo, hablar deforma clara y sin prisa, con expresión facial y labial acentuada, sin fuentes de ruido comotelevisión o radio y asegurarse que el mensaje ha sido entendido
  • El oyente con déficit auditivo deberá estar concentrado en la comunicación, leer los labiospara favorecer el entendimiento y preferentemente repetir el mensaje que escucha
  • Se pueden usar señales o imágenes que permitan contextualizar el tema del que se habla.

Ciertas condiciones como el tabaquismo, diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y/o la dislipidemia favorecen la progresión del déficit auditivo en el adulto mayor, es por ello que se recomienda la suspensión del hábito tabáquico y el control de las patologías crónicas, todo esto es primordial en el manejo del déficit auditivo en el primer nivel de atención. Se ha confirmado que el uso de auxiliares auditivos mejora la percepción de la calidad de vida, disminuye el grado de ansiedad y depresión valorado con la Escala de Depresión Geriátrica (GDS).

Déficit visual

Factores de riesgo y causas más frecuentes

El Déficit Visual asociado a enfermedades relacionadas con el envejecimiento es una de las condiciones más comunes entre los adultos mayores y un problema de salud pública. El déficit visual puede ser definido como: ceguera incorregible, ceguera que corrige o disminución en la agudeza visual. El factor de riesgo más importante para el déficit visual es la edad.

Consecuencias del Déficit Visual:

El déficit visual impacta negativamente en:

  • La funcionalidad del paciente
  • Crea o incrementa la discapacidad
  • Inicia o perpetúa el deterioro psico-social
  • Entorpece o dificulta la rehabilitación
  • Aumenta los costos en servicios a la salud, entre otros.

Existe una correlación entre la disminución de la agudeza visual y las actividades básicas de la vida diaria, así como en las actividades instrumentales. Esta correlación es más evidente en los pacientes condéficit visual a distancia corta que en aquellos con déficit visual lejano. El déficit visual en el adulto mayor incrementa los síntomas depresivos y se correlaciona con un incremento en la prevalencia de depresión. Los adultos mayores con déficit visual y síntomas depresivos tienen una mayor probabilidad de presentar:

  • Tabaquismo 14.9%
  • Dificultad para el autocuidado 27.9%
  • Obesidad 28.2%
  • Dificultad para la participación en actividades sociales 52.1%
  • Pobre salud autopercibida 76%
  • Inactividad física 80.5%.

El déficit visual es un factor de riesgo independiente para presentar una caída y/o caídas recurrentes (síndrome de caídas) en el adulto mayor. Si la visión cercana está deteriorada se considera un factor de riesgo independiente para presentar un evento de fractura posterior a una caída. La relación entre el déficit visual con visión lejana deteriorada y una fractura es menor, sin embargo también está presente.

La privación visual se relaciona con un riesgo elevado de presentar desenlaces adversos en la salud (dependencia funcional en actividades básicas de la vida diaria y muerte). Por lo tanto, los adultos mayores con síndrome de privación sensorial visual deben ser vigilados y manejados interdisciplinariamente ya que tienen mayor riesgo de presentar dependencia y muerte. Las pruebas útiles y aplicables en el primer nivel de atención son encuestas de tamizaje, la cartilla visual de Snellen, cartilla de Amsler y el examen físico.

Intervenciones en el adulto mayor con déficit visual:

  • Mantener una iluminación adecuada principalmente en recámara y baño
  • Utilizar contraste de colores
  • Barandales para prevención de caídas
  • Impresión de texto en letra a gran escala
  • Favorecer la adaptación y aceptación a las condiciones del paciente.

Bibliografía:

Detección y Manejo del Síndrome de Privación Sensorial en el Adulto Mayor. México: Secretaríade Salud, 2013.