El sector de la ortopedia denuncia la falta de medios para poder hacer frente en condiciones a la atención de los pacientes ante el virus COVID-19, lo que está provocando el cierre de numerosos centros, tal y advierte la FETOR (Federación Española de Técnicos Ortopédicos) en una carta abierta a los medios de comunicación.
En la misma, Jaume Reixach, Presidente de FETOR y co-presidente de la Federació Catalana d’Ortopèdia indica que, como establecimientos sanitarios, los técnicos ortopédicos asociados están abiertos y trabajando para poder atender todas las urgencias derivadas de estos días, sean por el COVID-19 o por otras muchas patologías de la población. A pesar de esto, se destaca el importante descenso de pacientes en las consultas de la red de ortopedias de Catalunya por la situación acaecida a raíz de la pandemia actual, motivo por el que muchas ortopedias están cerrando o bien solo atienden urgencias
«La mayoría de nuestras microempresas asociadas (familiares en su mayor parte) se ven abocadas a un gran bache, no tan solo económico, sino a nivel emocional, debido a que están sufriendo muchas bajas de sus empleados, provocadas por la misma enfermedad. Muchas de estas bajas son debidas a la falta de equipamiento y a la situación de desabastecimiento mundial de EPI’s, batas o mascarillas y a la exposición que muchos sufren diariamente en su práctica cotidiana», indica Jaume Reixach.
Pero por encima de todo, desde FETOR se destaca la vocación de servicio y es por esto que «tenemos que atender a nuestros pacientes, ya sea en la consulta, en los hospitales, en las residencias, en los domicilios o donde sea necesario». En este sentido, se debe tener en cuenta que el contacto con los pacientes es inevitablemente cercano, piel con piel y muy a menudo incluso en contacto con mucosas (llagas, suturas, heridas, etc.). Por ello, desde la Federación Española de Técnicos Ortopédicos se ha pedido a las diferentes administraciones, tanto estatales como autonómicas, equipamiento para paliar el problema, «pero a día de hoy no hemos obtenido respuesta», denuncia esta Federación.
Dada la situación, desde FETOR, y a falta de un Colegio Profesional (pedido hace años y rechazada en el Parlamento en varias ocasiones) que represente a los Técnicos Ortopédicos, «nos hemos visto en la obligación de aconsejar a nuestros asociados que atiendan solamente urgencias e intentando siempre, en la medida de lo posible, protegerse al máximo con los pocos medios de los que disponemos, o bien que cierren los establecimientos, en aquellos casos que sus empleados sean casos positivos de COVID-19, que los hay». Desde FETOR se denuncia también que no se está haciendo los test y esto ha provocado el malestar entre muchos de los profesionales.
Pese a todo ello, «queremos enviar un mensaje positivo a nuestros pacientes y a la sociedad en general, para decirles que ¡saldremos de esta! Fuerza, paciencia y resiliencia en estos momentos tan difíciles. Somos conscientes que muchas familias lo están pasando mal y queremos enviar toda nuestra solidaridad hacia ellas».
Casi la mitad de ortopedias han solicitado ERTES
Recientemente, la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (FEDOP) advertía que la actividad de las ortopedias ha caído en torno al 95% desde el inicio de la pandemia, y se atienden de media a solo 2 pacientes al día. Esto se debe principalmente a que los pacientes pueden necesitar algún producto ortoprotésico pero temen salir a la calle para adquirirlo. Hay que tener en cuenta que muchos pacientes de ortopedia son personas mayores, del conocido como “grupo de riesgo”.
Esta situación se ve agravada por el hecho de que no haya citas médicas presenciales. En casos muy puntuales los especialistas están realizando las consultas de forma telemática, pero la atención primaria en la mayoría de comunidades autónomas continúa prácticamente paralizada, y por tanto no hay recetas ortoprotésicas que dispensar pero “eso no significa que no se necesiten. Hay 4 millones de usuarios de ortopedia que dependen de nuestro trabajo”, señala el presidente de FEDOP, Pablo Pérez Aragundi.
Debido a la drástica recesión, el 49,2% de las ortopedias en España se ha visto obligado a solicitar algún tipo de expediente de regulación temporal de empleo. Además, entre los que no lo han solicitado, la mitad valora hacerlo. Además de recurrir a los ERTE, un 35% de las ortopedias ha solicitado préstamos al Instituto de Crédito Oficial (ICO), para cubrir los gastos derivados de mantener sus puertas abiertas y reportar pérdidas diariamente.
Todo ello pone en peligro la continuidad de muchas ortopedias españolas. Y es que el escenario se plantea complejo también para los fabricantes y distribuidores de ortopedia. Estas empresas han visto reducido su volumen de trabajo en torno a un 70% desde el inicio de la crisis. Por ello han tenido que recurrir al ERTE en un 65% de los casos. En la mayoría de las compañías, la suspensión contractual ha afectado a más del 60% de la plantilla total.