Tras superar la fase álgida de la crisis provocada por la COVID-19, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM) ha hecho llegar una carta abierta a Salvador Illa, Ministro de Sanidad de España, y a Enrique Ruiz Escudero, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, en la que se propone una serie de propuestas que abarcan aspectos globales y mejoras estrictamente médicas para reforzar las diferentes áreas del sistema sanitario hospitalario con el propósito de resolver dificultades y poder hacer frente en las mejores condiciones posible ante futuras crisis sanitarias.
Tal y como explica el Dr. Francisco Javier García Pérez, Vocal de Atención Especializada y Hospitales del ICOMEM,«nuestra lealtad a nuestros pacientes y nuestro compromiso con una gestión adecuada, imaginativa y rigurosa han quedado patentes en esta crisis originada por la COVID-19. Necesitamos ahora la implicación de nuestros gestores para optimizar el rendimiento de nuestros hospitales y responder adecuadamente si volvemos a vivir circunstancias tan dramáticas como las de las últimas semanas».
En este sentido, desde el Colegio Oficial de Médicos de Madrid se solicita adoptar varias medidas para que sean estudiadas y puestas en práctica en el sistema sanitario hospitalario por el Ministerio de Sanidad y por la Comunidad de Madrid, en sus correspondientes áreas competenciales. Son las siguientes:
- Potenciación global de los departamentos de Salud Pública, para promocionar estilos de vida saludable y prevenir pandemias.
- Estímulo y respaldo a la investigación en las áreas biomédicas.
- Inversión adecuada en Sanidad pública, estatal y autonómica, hasta equiparar el porcentaje de PIB con la media de los países y regiones de nuestro entorno.
- Aporte del material adecuado de protección a nuestros profesionales (EPIs, mascarillas, guantes, etc.) en cantidad, calidad y homologación.
- Consideración de la COVID-19 como enfermedad profesional.
- Utilización de las pruebas diagnósticas más fiables del mercado, incluyendo PCR y serologías, para conocer nuestra situación clínica e inmunológica.
- Aumento de camas hospitalarias, con especial atención en UCIs, Reanimación y Unidades de Cuidados Respiratorios Intermedios.
- Integración de los facultativos hospitalarios en los equipos que deciden y gestionan las estructuras de nuestros centros y la distribución de camas.
- Renovación de los contratos de los facultativos contratados en la pandemia y contratación de los residentes que acaban su formación y que sean necesarios para el buen funcionamiento hospitalario.
- Adecuación de salarios a nuestro nivel de preparación, formación y responsabilidad.
- Recuperación de la jornada de 35 horas o aplicación racional de la jornada de 37,5 horas, con reintegro de los más de 200 euros que se nos restan mensualmente de nuestras nóminas.
Autogestión, un logro de los equipos médicos durante la COVID-19
La pandemia de la COVID-19 ha dotado a los médicos de una responsabilidad adicional: la de responder con eficacia y prontitud a los retos que los pacientes presentaban en cada momento. «Desconcierto, vulnerabilidad, intranquilidad y miedo nos han acompañado a nosotros y al resto de la sociedad en mayor o menor medida. Pero también hemos respondido con profesionalidad, vocación, coraje, ilusión y empatía», explica el Dr. García Pérez.
Ante la emergencia sanitaria, este experto apunta que, «hemos formado equipos de trabajo cohesionados que han multiplicado los medios disponibles. Hemos trabajado, como otros sectores, al límite de nuestras posibilidades; hemos estudiado y revisado artículos y publicaciones con avidez de respuestas para poder salvar el mayor número posible de vidas; hemos combatido el desasosiego y el cansancio reforzándonos mutuamente, con el cariño manifiesto de la mayoría de la sociedad».
El vocal de Atención Especializada y Hospitales destaca como los retos especiales a los que se han enfrentado los médicos hospitalarios durante esta crisis sanitaria: los cientos de pacientes que requerían ingreso diariamente en los centros, la necesidad de ampliar las plazas de UCI y de Unidades de Reanimación, el uso imprescindible de respiradores y terapias respiratorias no invasivas, la gestión inteligente de los recursos humanos, etc. Y destaca el logro del que más orgullosos se sienten los profesionales: la autogestión. «La autogestión nos ha permitido a los facultativos, integrando esfuerzos y conocimiento de la estructura hospitalaria y de los equipos humanos, alcanzar una respuesta rápida y eficaz ante una situación gravísima«, concluye.