La teleasistencia tiene un importante impacto en el uso eficiente de recursos y es fundamental para que las personas mayores puedan incrementar su autonomía y permanecer durante mas tiempo en su entorno social y comunitario, tal y como revela el estudio “El potencial transformador de la teleasistencia” promovido por la compañía Tunstall.
Realizado a lo largo del último año y medio, Tunstall publica los resultados de este programa de investigación sobre el impacto de la teleasistencia en un momento como el actual, en el que la pandemia permite también valorar su aportación en la situación actual. Y la crisis sanitaria y social provocada por la COVID-19 ha aumentado el interés y el sentido de urgencia para incluir soluciones tecnológicas y servicios basados en el uso de tecnología en la atención domiciliaria, aliviando la presión de los sistemas de servicios sociales y de salud y aumentando la seguridad y la tranquilidad de los usuarios del servicio y sus familias, para proporcionar lo más valioso: conectar de persona a persona.
En una situación sin precedentes como la generada por la pandemia de COVID-19, los servicios sanitarios y de atención social tanto en España como a nivel internacional, han tenido que actuar con rapidez y eficiencia para dar soporte a todas las personas, pero especialmente a las más vulnerables ante la actual crisis sanitaria: las personas mayores, las personas en situación de dependencia y/o con enfermedades crónicas. Tal y como destacan desde Tunstall, el servicio de teleasistencia ha jugado un papel imprescindible para mantener su conexión con el entorno, atendiendo de forma ininterrumpida las necesidades de las personas usuarias, conectando nuevos usuarios a un ritmo acelerado y colaborando en la redistribución de recursos y en liberar sobrecarga ante un posible colapso sanitario.
En este contexto, esta investigación, pionera a nivel internacional, evalúa de forma independiente el valor socioeconómico de la teleasistencia y presenta los beneficios que se desprenden del uso del servicio en sus niveles reactivo (atención ante emergencias) y proactivos (preventivo y personalizado). El informe “El potencial transformador de la teleasistencia” incluye los resultados de tres estudios independientes que cuentan con el análisis de economistas y especialistas del sector sociosanitario e investigadores académicos del Reino Unido y de España.
Gestión de recursos y beneficios para las personas usuarias del servicio
El informe recoge diferentes resultados de interés en materia de gestión de recursos para las administraciones, así como claros beneficios para las personas usuarias del servicio, sus familiares y las personas cuidadoras:
- Cuando se dispone de teleasistencia, aunque solo sea de carácter reactiva, reduce costes de atención social. En este sentido, el servicio de Lancashire (Reino Unido) presenta un ahorro de 4.500 libras anuales por persona usuaria. Si tenemos en cuenta que el número de personas usuarias en el momento del estudio eran 6.000, las administraciones del condado británico de Lancashire han evitado un equivalente a 13,3 millones de libras.
- En España, a la respuesta reactiva del servicio se le suma un nivel proactivo y de atención personalizada. En los servicios de titularidad pública que gestiona Tunstall en España, el tiempo de permanencia en el hogar de las personas usuarias se incrementó en 262 días. Esto equivale a que la necesidad de atención residencial se prolongó durante 8,6 meses.
- La teleasistencia proactiva en España también reduce la necesidad de atención por emergencia. Las llamadas de emergencia se redujeron en un 54% y las movilizaciones de ambulancias en un 36%. En el momento del estudio, había 256.000 personas usuarias en los diferentes servicios de teleasistencia que Tunstall gestiona en España (actualmente cuenta con más de 330.000).
- Un 96% de las personas usuarias de los servicios de teleasistencia proactivos incrementan su percepción de seguridad una vez incorporan la teleasistencia en sus vidas. El 78% tiene también mayor percepción de autonomía. Por su parte, el 98% de las personas usuarias y de su entorno familiar consideran que el servicio da una mayor percepción de tranquilidad.
Abel Delgado, director general de Tunstall en España, destaca que “no se trata del tipo de tecnología, sino de cómo se usa la tecnología. España es reconocida como líder mundial en la atención y los cuidados con apoyo tecnológico, y fue el primer país en introducir la teleasistencia proactiva en los años 90”, añadiendo que “la teleasistencia ha evolucionado en los últimos años, con mayores niveles de personalización que permiten a las administraciones públicas proporcionar, con el servicio de teleasistencia, el apoyo que cada persona necesita”.
Respecto a la actual situación de excepcionalidad vivida en España y a nivel global consecuencia de la COVID-19, Abel Delgado remarca que “la tecnología juega un papel crucial en la respuesta de España a la COVID-19, proporcionando un apoyo extra a aquellas personas que lo necesitan en sus propios hogares. En los casos en que la atención domiciliaria, los centros de día y el contacto físico no fueron posibles durante el confinamiento, hemos podido implementar rápidamente la tecnología, las llamadas salientes y los servicios de apoyo para ayudar a las personas más vulnerables. La teleasistencia les está prestando servicio de forma ininterrumpida”.
Por su parte, Gavin Bashar, director general de Tunstall en el Reino Unido e Irlanda, recalca que “hasta ahora no existía ningún análisis independiente sobre el impacto que la teleasistencia está teniendo en los sistemas de salud y asistencia social, y esta es la primera vez que se estudia su valor socioeconómico”. Gavin Bashar señala que “la tecnología se está adaptando para apoyar la necesidad del envejecimiento de las poblaciones en todo el mundo. Si bien la capacidad de proporcionar una respuesta reactiva y de emergencia es una fortaleza crucial y fundadora de la teleasistencia, su capacidad de ayudar de forma más proactiva y personalizada está cambiando la forma en que se implementa, a medida que los servicios pasan a un enfoque más preventivo”.
En este sentido, desde Tunstall se seguirá estudiando el potencial de los modelos más avanzados de teleasistencia en tiempos de crisis, tal como se ha experimentado recientemente. Los resultados que se han obtenido de este trabajo de investigación pueden contribuir a seguir avanzando en esta necesaria redefinición del modelo de cuidados integrados avanzados en el hogar. Las personas interesadas pueden consultar y descargar aquí el estudio completo “El potencial transformador de la teleasistencia”.