La figura del farmacéutico familiar y comunitario ha cobrado una especial relevancia durante la crisis provocada por la COVID-19. La propia Organización Mundial de la Salud ha aconsejado potenciar la labor preventiva de las farmacias y la dispensación domiciliaría de algunos tratamientos para enfermos crónicos de cara a reducir los riesgos de contagio.
Algunas de estas estrategias preventivas también incluyen iniciativas de autocuidado ligadas a aliviar algunas dolencias que pueden atenderse desde la oficina de farmacia sin necesidad de acudir a las consultas de Atención Primaria o Urgencias. Algunas de ellas relativas a la higiene o la alimentación han sido especialmente frecuentes durante la crisis de la COVID-19.
Y es que, tal y como indica la Dra. Encarnación Arriaza, directora médica del Grupo Farmasierra, “el farmacéutico es una pieza fundamental en el sistema sanitario y la más importante en el autocuidado”, destacando que “es importante que el paciente esté atento a los signos y acuda al profesional lo antes posible. El farmacéutico puede ser fundamental en patologías digestivas, dermatológicas o en la atención de pequeñas lesiones”. Así, algunas patologías como el Síndrome del Intestino Irritable, problemas relacionados con la piel o el cuidado de la alimentación pueden aliviarse simplemente consultando al farmacéutico.
Llevar a cabo una dieta equilibrada siempre ha sido una de las principales recomendaciones de los profesionales sanitarios para la prevención de complicaciones. Consejos como comer 5 veces al día y consumir frutas, verduras y lácteos que proporcionen grandes aportes vitamínicos están en el centro de cualquier decálogo de buenas prácticas. Asimismo, también es importante ingerir hidratos de carbono, grasas y proteínas, aunque estas se consuman en menores cantidades.
Dentro del cuidado de la salud digestiva, se debe estar atentos a los signos de alerta como los dolores de tripa que pueden causar, por ejemplo, las comidas abundantes y saber diferenciarlos de patologías como el Síndrome del Intestino Irritable (SII). “Cuando un paciente tiene SII, su característica principal es que se trata de un dolor recurrente y que aparece de forma periódica. Generalmente es un dolor ‘que viene y va’, que suele aparecer varias veces a la semana y se repite a lo largo de meses”, explica la Dra. Arriaza. Este síndrome no tiene cura, pero sus efectos pueden paliarse con probióticos con una cepa específica que actúan sobre el intestino.
Por otro lado, los especialistas de Grupo Farmasierra también recuerdan que hacer ejercicio es clave para llevar a cabo un autocuidado responsable de la salud. Lo ideal es realizar una actividad física de 30 minutos al día para estar sanos, realizando ejercicio se realice de forma regular y continuada en el tiempo.
La piel es otro órgano al que se debe prestar una especial atención. La forma más sencilla de mantener la piel hidratada es bebiendo dos litros de agua al día, tal y como recomiendan los expertos. De esta manera la piel se nutre desde dentro. Además, la elevada exposición al sol no es aconsejable y siempre se debe aplicar cremas de protección solar para evitar melanomas o cánceres de piel. Sin embargo, el sol es importante para el sistema inmunitario y los huesos, ya que la vitamina D, sintetizada en la piel en contacto con los rayos del sol, ayuda a absorber mejor el Calcio. A pesar de ser un país soleado, diversos estudios demuestran que buena parte de la población española tiene déficit de esta vitamina, una carencia que puede paliarse con suplementos y complementos, bajo recomendación de un profesional que pueda ajustarnos las dosis.
Y en cualquier caso, para un autocuidado responsable “ante cualquier dolor o molestia leve lo mejor es ponerse en contacto con nuestro farmacéutico, que siempre nos aconsejará la mejor forma de proceder y el medicamento o producto sanitario que permita el autocuidado”, recomienda la Dra. Arriaza.