Desde Fundación Lares denuncian que existe un bloqueo del sistema de dependencia, debido a «estrés administrativo y burocracia absurda». Esta situación provoca que actualmente existan 33.219 plazas en residencias sin ocupar y, a la vez, 47.364 personas en situación de riesgo están esperando en sus casas el acceso a una plaza.
Una vez más, desde Lares piden que se ponga el foco en los Servicios de Atención a las personas mayores y en situación de dependencia afirmando que «ellos son los más golpeados durante la pandemia, y ahora al final, -como antes-, los grandes olvidados. Es inadmisible«. En toda esta crisis del COVID-19, siempre se ha priorizado lo sanitario por encima de los social, una triste realidad que deja un panorama desolador y de urgente reacción.
Los datos hablan por sí solos: desde el mes de marzo 65 personas en situación de dependencia (muchísimas de ellas, mayores) han fallecido en sus domicilios cada día, esperando acceder a una plaza en un Centro Residencial financiado por la Administración Pública. En este mismo periodo, los Servicios Públicos de Atención Residencial no se han hecho cargo de 7.855 personas, a las que han dejado fuera de cobertura real y efectiva. Además, y para confirmar este «bloqueo inaceptable«, Lares recuerda que a día de hoy, 47.364 personas están esperando en sus casas el acceso a una plaza en un Centro Residencial.
Y es que actualmente hay 22.533 plazas vacías, financiadas por las Comunidades Autónomas. Cataluña, Andalucía, Madrid y Comunidad Valenciana, por este orden, son las Comunidades que lideran este ranking desolador que impide el ejercicio de un derecho ya otorgado y certificado por las Administraciones. El Área de Estudios e Investigaciones de la Fundación Lares indica que, además de esas plazas públicas, hay 10.686, también libres, en los servicios privados.
Hablamos, por lo tanto, de una cantidad de 33.219 plazas libres por toda España, no ocupadas por ciudadanos que están esperando en sus casas, con altísimo riesgo para su salud física y emocional, y una muy baja calidad de vida.
«Hablamos, por lo tanto, de una cantidad de 33.219 plazas libres por toda España, no ocupadas por ciudadanos que están esperando en sus casas, con altísimo riesgo para su salud física y emocional, y una muy baja calidad de vida», afirma esta entidad.
Lares se ofrece para ayudar y paliar esta situación, que es mucho más que una estadística. En su línea habitual de colaboración, ponen a disposición de la Administración Pública las 2.650 plazas vacías de las que disponen en estos momentos. Estas plazas son una solución para las situaciones de emergencia social. «Es fundamental, que asumamos que estamos ante una crisis humanitaria de primer orden y hay que reaccionar ya, aligerando estrés administrativo y burocracia absurda«.
Lares recuerda al Gobierno de España y de todas las Comunidades Autónomas que, además, ese evidente bloqueo del sistema de dependencia, también, genera un peligro muy serio de desaparición de las Entidades sin ánimo de lucro. El Tercer Sector de Acción Social, que atiende a personas mayores, puede verse abocado a cerrar, a no poder dar el servicio, o peor aún, a ser absorbido por fondos de inversión. «Nos estamos jugando el modelo de asistencia vital para las personas que necesitan generosidad, solidaridad y medidas urgentes de emergencia social, para no caer en la exclusión total. Necesitan atención. Necesitamos atención y colaboración«, advierten desde Lares.
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