Un artículo de Francisco J. Paz,
Director de Fisioterapia Zona Centro-Norte Ballesol

Al igual que un motor necesita de combustible para generar la energía, el ser humano necesita de los nutrientes suficientes para poder moverse. Movimiento realizado gracias a los músculos, que a su vez se alimentan principalmente de Glucosa procedente en su mayoría de los hidratos de carbono y azucares de nuestra alimentación.

Las consecuencias de una mala nutrición y ausencia de ejercicio son entre otras:

  • Aumento del riesgo de caída
  • Disminución del tono muscular
  • Ingresos Hospitalarios
  • Deterioro cognitivo
  • Mayor riesgo de mortalidad

A su vez, en algunas ocasiones es necesario incluir un suplemento como hiperproteicos, con creatinina, o los de Vitamina D con Calcio, y combinarlo con ejercicio físico. Refuerza los efectos que independientemente, cada una de estas intervenciones pueden tener sobre la mejora de la masa muscular, la fuerza, el balance y la velocidad en las personas mayores de 65 años (1).

Conclusiones:

– Combinar el suplemento con ejercicio físico, refuerza los efectos que independientemente cada uno puede tener sobre la mejora de fuerza, balance y velocidad.

– La mejora del sistema musculoesquelético favorece la movilidad, contribuyendo a la prevención de sarcopenia y la prolongación de la independencia y autonomía de las personas mayores.

– El uso de suplementos debe estar sujeto a un análisis de la ingesta nutricional diaria, las demandas energéticas individuales y la elección de un ejercicio de resistencia física practicado y prolongado en el tiempo, para conservar los beneficios obtenidos.

El aumento de masa y fuerza muscular mejora la movilidad, contribuyendo a la prevención de sarcopenia y prolongando la independencia y autonomía de las personas mayores (2).

En la lucha contra el reloj biológico, debemos mantener el tono lo mejor posible para sentirse activos y sanos. Nunca se es demasiado tarde para comenzar con un programa de ejercicios y una correcta alimentación. En las residencias Ballesol, los Departamentos de Fisioterapia esto lo tienen muy en cuenta desde el ingreso.

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Los máximos efectos sobre la fuerza muscular se observan tras la combinación de un suplemento nutricional con el ejercicio físico

La inclusión de los mayores en programas de Rehabilitación, va asociado a la disminución del riesgo de mortalidad, del riesgo de patologías crónicas propias del envejecimiento como las osteoarticulares, degenerativas, respiratorias, cardiovasculares…

Para disminuir la posible fragilidad y la Sarcopenia, hay que reducir su principal factor de riesgo que no es otro que la Inmovilidad:

  • El ejercicio físico realizado de forma regular reduce el exceso de peso
  • Con ejercicios contra resistencia se observa que al mismo tiempo se mejora la masa muscular y disminuye la grasa visceral.

Cabe diferenciar también que no es lo mismo la “actividad física” que el “ejercicio físico”. Comencemos con este último haciendo referencia a como debería ser un programa de ejercicio físico en los mayores, instaurado en las residencias Ballesol.

El objetivo fundamental en la atención al anciano es mejorar su salud, bienestar y calidad de vida. Desde nuestra perspectiva hemos confeccionado un programa de ejercicio físico especialmente adaptado a las necesidades del anciano residente Ballesol. Este programa deberá incluir los siguientes tipos de ejercicios:

30-40 % del programa para el trabajo aeróbico.
30-40 % para mejorar flexibilidad y fuerza
10 % para mejorar el equilibrio
10 % para mejorar coordinación. ­ 10 % para mejorar velocidad de reacción.

Ejercicio Físico en el anciano bajo el punto de vista del fisioterapeuta; marcándonos como objetivo diseñar un programa especialmente adaptado a las necesidades del anciano y con el que pretendemos potenciar: fuerza, flexibilidad, equilibrio, coordinación y velocidad de reacción; mejorando con ello salud, bienestar y calidad de vida.

BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO EN EL ANCIANO

La práctica habitual de ejercicio físico permitirá al anciano prevenir o retardar diversas alteraciones asociadas al envejecimiento. También se puede emplear en ancianos enfermos como parte del tratamiento, intentando evitar con ello incapacidades y pérdidas de funciones como ocurre, por ejemplo, en el síndrome de inmovilismo: una vida sedentaria llevaría consigo una pérdida de funciones orgánicas, pérdida de masa ósea, alteraciones cardiovasculares, etc.

En este sentido el ejercicio físico mejora diversos parámetros fisiológicos asociados normalmente al envejecimiento. Cuando un anciano se encama como consecuencia de una enfermedad o accidente, es importante que el fisioterapeuta le ayude a recuperar rápidamente su movilidad ya que la movilización precoz, en caso de no estar contraindicada, haría recuperar al anciano los niveles de función previos a la causa de inmovilismo.

Otras ventajas derivadas de la práctica habitual del ejercicio físico serían:

  • La práctica regular de ejercicio físico es eficaz para reducir la presión sistólica e inducir la regresión de la hipertrofia ventricular izquierda. El efecto beneficioso producido por el ejercicio físico se acompaña de una reducción de otros factores de riesgo cardiovasculares tales como: incremento de HDL, disminución de la hiperinsulinemia y de la resistencia a la insulina, disminución de la grasa corporal y abdominal; mejora la capacidad aeróbica del anciano con lo que disminuye el grado de dependencia física, mejora la fuerza y por lo tanto su calidad de vida.
  • Mejora la función cardiorrespiratoria del anciano.
  • La práctica regular de ejercicio físico, en grado moderado, reduce el dolor (el ejercicio no aumenta el dolor, ni acelera el proceso de la artrosis). El movimiento regular de la articulación y los ejercicios de carga parecen proteger al cartílago y hueso de la atrofia.
  • Evita la sarcopenia, produciéndose un aumento de fuerza muscular, mejora de la movilidad articular y un incremento de la capacidad funcional. Aumenta la masa ósea, retrasando la progresión de la osteoporosis, enlenteciendo la velocidad de pérdida de masa ósea. Previene y evita las caídas.

Otros efectos que se conseguirían con la práctica regular de ejercicio serían: mejoría notable del humor, ansiedad, de la imagen corporal y de la sensación de bienestar; corrección de los patrones de sueño y ritmo intestinal; incremento de las relaciones sociales.

Es importante señalar que el entrenamiento lleva consigo los mismos efectos beneficiosos en el anciano que los producidos en sujetos de menor edad. Los efectos beneficiosos derivados de la práctica regular de ejercicio dependen de un entrenamiento adecuado más que de la edad. Todo esto hace que la vida del anciano mejore en cuanto a expectativa de vida, independencia y calidad de vida.

OBJETIVOS

Es necesario realizar ejercicio físico con el objetivo de evitar el deterioro de las funciones fisiológicas del anciano, activar las ya deterioradas, hacer que su estado de salud sea el mejor posible y mejorar al máximo su calidad de vida.

Para ello se necesita un entrenamiento sistémico y progresivo que a la vez sea divertido para el anciano, que no le suponga un sacrificio y que pueda modificar el efecto negativo producido por la inactividad física. La Fisioterapia tanto Preventiva como Rehabilitadora dirigida por un fisioterapeuta es lo mejor que podemos ofrecer en Ballesol.

EVALUACION PREVIA

El fisioterapeuta adaptará específicamente unos determinados ejercicios físicos a las circunstancias particulares de cada anciano. Este hecho es fundamental y se apoya en una evaluación médica previa (según criterio médico) con la que el fisioterapeuta determinará el tipo de ejercicio físico más beneficioso para cada residente.

UN PROGRAMA EQUILIBRADO

Un programa equilibrado, correcto y adecuado para mantener al residente en buena forma física deberá incluir los siguientes tipos de ejercicios:

30-40% del programa para el trabajo aeróbico
30-40% entre la flexibilidad y fuerza
10% para equilibrio
10% para coordinación
10% para la velocidad de reacción

CONCLUSIONES

El Fisioterapeuta debe encontrar el tipo de ejercicio físico más adecuado para mejorar la salud y al mismo tiempo hacer que su práctica suponga una actividad agradable, gratificante y saludable para el anciano.

Siendo el ejercicio una modalidad de medicina preventiva, los profesionales de la salud en Ballesol debemos aconsejar la práctica del mismo en cualquier persona, tenga la edad que tenga y de acuerdo a sus posibilidades, para obtener el mejor estado de salud posible. Hay que luchar contra la vida sedentaria, pero cada uno debe hacerlo dentro de los límites de sus posibilidades, posibilidades que han de fijar médico y fisioterapeuta en estrecha colaboración.

Actualmente Ballesol dispone de 4 pilares básicos para la mejora física, funcional y cognitiva en el residente:

  • Fisioterapia Preventiva.
  • Fisioterapia Rehabilitadora
  • Programa de Prevención de la Fragilidad
  • Programa de Gerontogimnasia


(1) Nutr Hosp. 2013;28(3):1077-1084 – ISSN 0212-1611 • CODEN NUHOEQ S.V.R. 318. Original / Deporte y ejercicio Ejercicio físico y suplementos nutricionales; efectos de su uso combinado

(2) Nutr Hosp. 2013;28:1077-1084) – DOI:10.3305/nh.2013.28.4.6658