Durante la crisis sanitaria generada por el COVID-19 se ha llevado a cabo un proyecto basado en la musicoterapia en la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” de Figueras (Gerona), de titularidad de la Generalitat de Cataluña, gestionada y dirigida por la Fundación Salud y Comunidad (FSC).
Uno de los principales objetivos de este proyecto, enmarcado en la actividad “Ringsistiré”, impulsada por FSC en todos los centros de mayores, está directamente relacionado con los efectos beneficiosos que tiene la música en las personas mayores.
Con la alerta sanitaria, la entidad decidió incrementar a la actividad “Ringsistiré» la dotación del equipo profesional del Área de Atención Psicosocial, al igual que hizo con otros perfiles profesionales, dentro de las posibilidades y en aquellos centros residenciales que así lo precisaran, y en los que fuera factible. El perfil profesional que se aportó, dadas las circunstancias, fue preferentemente, el de psicólogo/a o el de musicoterapeuta. Mediante la musicoterapia, se buscó aumentar la comunicación en los distintos servicios entre familiares y residentes.
Con este fin, se habilitó un enlace en la web de la entidad para que, desde los diferentes servicios de atención a personas mayores, pudieran intercambiar archivos con los familiares. Estos archivos podían ser tanto imágenes, como en formato de audio y vídeo.
Concretamente el proyecto que se ha desarrollado en la Residencia y Centro de Día “Els Arcs” de Figueras, ha tenido como finalidad acompañar y hacer la vida mejor a los usuarios/as durante el tiempo de confinamiento, dentro de las dificultades por las que se estaba atravesando en nuestro país, tratando de fomentar la comunicación entre ellos/as y sus familiares, a través de las nuevas tecnologías, en la línea de los objetivos específicos de la actividad mencionada.
La directora de este centro, Maleni Cisneros, cuenta que «han sido unos meses muy duros, pero gracias a Víctor García, musicoterapeuta, y a este proyecto, las personas mayores han cantado, han bailado… hemos observado reacciones de mayores con la música que nos han sorprendido gratamente, echaremos de menos a Víctor«.
Por su parte, María Blasa, coordinadora del Área Psicosocial del servicio, señala que “la experiencia de la musicoterapia ha sido muy positiva; sabemos que la música es una buena terapia para trabajar diferentes aspectos cognitivos y emocionales. En la situación de ausencia de visitas de la familia, confinamiento, batas blancas, pantallas, mascarillas… la música ha sido un valor seguro al que aferrarse. A través de ella, hemos conectado con ‘todo está bien’, ‘lo vamos a superar’, aportándonos tranquilidad y esperanza”.
Gracias a este proyecto, se han realizado vídeos personalizados de todos y cada uno de los usuarios/as, con algunas excepciones (voluntariamente o por el perfil cognitivo). Durante el tiempo que ha durado el confinamiento, se han enviado estos vídeos a los familiares de los mayores, realizando un seguimiento individualizado desde el centro, así como por correo electrónico, WhatsApp, y en el último mes, mostrándolos durante las visitas, ofreciéndose además la posibilidad de tener “5 minutos musicales”, para que el usuario/a pudiera tener un rato agradable con su familiar, algo que está teniendo muy buena acogida en estos momentos.
En este sentido, en algunos casos, sobre todo el de las personas con demencia, la música les ha ayudado a activarse y a estar más despiertos/as para poder compartir un rato con sus familiares, facilitando también la expresión emocional. Las respuestas por parte de los familiares a todo ello, han sido muy emotivas y de agradecimiento, por la comunicación que se ha facilitado y generado.
Emociones y experiencias vividas
Algunos usuarios/as que han participado en esta actividad de musicoterapia, han querido contar sus emociones y experiencias vividas, a través de este proyecto de musicoterapia. En el caso de J.C., afirma que “cuando escucho la música se me pasan los malos pensamientos. ¡Me quita las penas! Para mí la música es todo, me acompaña. Además, les va muy bien a las personas con enfermedades”.
R.P. señala: “la música nos da vida. Es mejor que ir al médico. Para un enfermo, sentir la música es abrirle a la vida. Se le olvidan todos los males que tiene. Yo estaba triste y, desde que he ido a cantar, me ha traído la luz”. Por su parte, J.M. nos dice: “me pongo muy contenta cuando voy a cantar. Es muy necesaria la música en las residencias de personas mayores”. Por último, C.J. nos cuenta: “el rato que he estado cantando, no hemos pensado en nada más. Me gustaría seguir haciendo la actividad, al menos una vez a la semana o al mes”.
Según afirma María Blasa, “este proyecto ha sido un acierto, así lo consideran todas las personas usuarias, familiares como trabajadores/as del servicio. En este sentido, que la Fundación Salud y Comunidad haya apostado por introducir la figura del musicoterapeuta en este momento, priorizado el bienestar emocional, ha sido muy bien valorado, ya que el mensaje de la música nos ha llegado a todos los que formamos esta comunidad”.
Todos los vídeos realizados en la actividad “Ringsistiré” se pueden visionar en el canal de YouTube de la Fundación Salud y Comunidad.
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