Bajo la tutoría de la Catedrática de Filosofía Prof. Victoria Camps, más de 90 expertos académicos, intelectuales y profesionales españoles de diversas disciplinas participarán en el Foro de Debate Sociedades Cuidadoras impulsado por la Fundación Mémora.
La soledad no deseada está en alza en todo el mundo occidental y, de hecho, en nuestro país, el 28,8% de las mujeres mayores y el 14,7% de los hombres mayores vive en soledad. Afrontar el envejecimiento requiere, por tanto, de cambios en el modelo de atención y un compromiso político y social para garantizar la calidad de la atención y acompañamiento a las personas mayores.
Partiendo de esta premisa, la Fundación Mémora impulsa el Foro de Debate Sociedades Cuidadoras en el marco de su proyecto de acción social Ciudades que Cuidan, una iniciativa para contribuir, de manera activa, a la promoción de políticas y programas de atención al envejecimiento que favorezcan el acompañamiento de las personas mayores en situación de vulnerabilidad y/o en proceso final de vida.
Y es que, según datos de las Naciones Unidas, el 13% de la población mundial actual es mayor de 60 años y para 2050, la población de seniors superará el 25% del total. Por lo general, las personas mayores suelen estar más expuestas a situaciones de menor apoyo y, en consecuencia, mayor aislamiento social. En España, 4,7 millones de personas viven solas según el INE. De ellas, más de dos millones tienen más de 65 años, y más de 850.000 han superado los 80 años.
Necesidad de recuperar el valor ético del cuidado
El Foro de Debate Sociedades Cuidadoras está concebido como un espacio de reflexión para conjuntar conocimientos y reflexionar sobre la necesidad de recuperar el valor ético del cuidado así como para plantear fórmulas que permitan trasladar este conocimiento a la realidad de nuestras ciudades.
En concreto, el objetivo fundamental del Foro de Debate Sociedades Cuidadoras es sentar las bases sobre cómo, desde diferentes disciplinas del conocimiento, se pueden aportar ideas para evolucionar hacia una sociedad cuidadora, una sociedad que esté comprometida con las necesidades de la ciudadanía, que sea empática y solidaria, en definitiva, una sociedad comprometida con un futuro más humano y donde la ciudad sea el sujeto activo referente.
Para ello se han estructurado 20 grupos de trabajo integrados por expertos procedentes de diversas áreas temáticas: Envejecimiento, Soledad, Ética, Sanidad (que incluye 6 subgrupos: Modelo Sanitario, Salud Pública, Medicina, Enfermería, Psicología, Farmacia), Política Social, Política Municipal, Voluntariado, Economía, Urbanismo, Cultura, Educación, TIC’s, Comunicación, Investigación, y Marco Legal.
Cada grupo estará integrado por un máximo de 5 miembros con un líder que realizará aportaciones desde su ámbito de especialidad a la temática central: recuperar el valor del cuidado de acuerdo a criterios de aplicabilidad en el marco de una ciudad. En total se contará con la participación de 90 profesionales expertos como académicos, intelectuales, filósofos, médicos, arquitectos, enfermeros, médicos, periodistas, etc.
Tal y como destaca la Prof. Victoria Camps, miembro del Patronato de la Fundación Mémora, Catedrática en Filosofía, Consejera Permanente del Consejo de Estado, presidenta de la Fundación Víctor Grífols y expresidenta del Comité de Bioética de España, “con el paso de los años las personas hemos perdido la capacidad de cuidar, un valor que siempre ha estado intrínseco en el ser humano, y poco a poco se ha normalizado la idea de que los cuidados no son una responsabilidad de la comunidad. Esto ha supuesto normalizar las situaciones de soledad, envejecer en residencias en lugar de en el domicilio o profesionalizar los cuidados.
Para esta experta, ante esta realidad “debemos recuperar el valor del cuidado, este debe ser el centro del valor ético. Todos debemos dar y recibir cuidados a lo largo de la vida, y especialmente en situaciones de vulnerabilidad”.
Por su parte, el Presidente de la Fundación Mémora, Santiago de Torres, recalca que que “la pandemia provocada por el COVID-19 ha puesto en evidencia la vulnerabilidad, especialmente la de los mayores, y que la epidemia de la soledad no deseada es una realidad que ya exigía de la puesta en marcha de estrategias públicas y privadas para garantizar el cuidado de nuestros mayores y que nadie muera en soledad”.