La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha editado la nueva Guía SEPAR de las terapias respiratorias domiciliarias 2020, con la colaboración de FENIN (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria), que actualiza la anterior, de 2015.
Esta nueva guía de terapias respiratorias domiciliarias incluye, además, los criterios de calidad que deben regir la prestación de estas terapias respiratorias domiciliarias (TRD) para ofrecer una atención adaptada al perfil de los pacientes que las necesitan.
Publicada en Open Respiratory Archives, revista científica de SEPAR, este manual nace como documento de referencia tanto para los profesionales sanitarios, como para las empresas privadas prestadoras de los equipos de TRD, instituciones públicas y autoridades sanitarias que deban tomar decisiones o aprobar regulaciones relativas a la prestación de las TRD.
Tal y como explica el Dr. Carlos A. Jiménez Ruiz, neumólogo y presidente de SEPAR, “el modelo de prestación de estas terapias ha evolucionado y ha pasado de estar centrado en el producto y en su suministro a ser una provisión de servicio asistencial centrado en el paciente. Por ello, los principales cambios introducidos en la nueva guía están relacionados con la estratificación de la complejidad de la prestación dependiendo de la gravedad del paciente, de la fase de tratamiento en que se halle, que puede ir desde el inicio hasta la estabilización con cumplimiento completo, y del nivel de monitorización que cada caso requiera”.
Por su parte, Margarita Alfonsel, Secretaria General de FENIN, indica que “las terapias respiratorias domiciliarias son el ejemplo de un servicio sanitario de calidad, de atención remota de pacientes crónicos, y que hacen posible que casi un millón de pacientes en España reciban un servicio de calidad y eficiente. Estos nuevos protocolos habilitan nuevos canales asistenciales, refuerzan la importancia de la calidad asistencial y la atención individualizada de cada paciente en función de su situación clínica, en definitiva, harán posible que los pacientes estén mejor atendidos”.
El primer documento sobre Terapias respiratorias de SEPAR, data de 2009 y se publicó en Archivos de Bronconeumología. A este le siguió un segundo trabajo titulado Protocolo SEPAR de terapias respiratorias domiciliarias (TRD), que se publicó en el año 2015 y que actualizó el anterior. Ahora, en 2020 la nueva edición conserva el espíritu de las anteriores.
En su elaboración han estado implicadas cuatro importantes áreas de SEPAR: el Área de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), el Área de Sueño, Ventilación y Cuidados Respiratorios Críticos, el Área de Enfermería Respiratoria y el Área de Fisioterapia Respiratoria, que han hecho una puesta al día de todas las TRD.
El nuevo documento “incorpora temas actualizados relativos a los perfiles de pacientes, canales de atención, adecuación del lugar de atención y del perfil asistencial al tipo de paciente, gestión del incumplimiento de la terapia o del papel de la telemonitorización en el inicio y el seguimiento de la terapia, todos ellos elaborados a partir de la nueva evidencia científica disponible y siempre con el objetivo final de favorecer al paciente, mejorar su salud y su calidad de vida”, recalca el Dr. Peces-Barba Romero, vicepresidente neumólogo de SEPAR y coordinador de esta nueva Guía.
Tipos de terapias respiratorias domiciliarias
Entre estas terapias respiratorias domiciliarias figuran la oxigenoterapia domiciliaria continua (OCD), la presión positiva continua de la vía aérea (CPAP), la ventilación mecánica domiciliaria (VMD) y la aerosolterapia.
La oxigenoterapia crónica domiciliaria (OCD) es una terapia que consiste en administrar oxígeno con fines terapéuticos a los enfermos con insuficiencia respiratoria crónica (IRC) a concentraciones mayores respecto al oxígeno que hay en el ambiente. El objetivo es tratar o prevenir la hipoxemia (falta de oxígeno) a medio o largo plazo.
Actualmente, la OCD supone un tercio del total de TRD que se prescriben en el domicilio, con una media nacional de 264 tratamientos por cada 100.000 habitantes y una distribución desigual en la geografía española, ya que en algunos puntos se llegan a administrar 500 tratamientos por 100.000 habitantes. Los pacientes que reciben la mayor parte de los tratamientos de OCD son los enfermos de EPOC (65% de los tratamientos de la OCD). “Un 27,3% de los enfermos de EPOC están siendo tratados con oxigenoterapia, pero existe un 10% de los pacientes que deberían ser tratados con esta terapia y no lo están”, comenta el Dr. José Luis López Campos, coordinador del área de EPOC de la SEPAR.
“Conseguir que la oxigenoterapia continua domiciliaria llegue a todos los pacientes que la necesitan, así como el equipo de oxígeno ideal, mejorar los sistemas de regulación e información de las terapias, avanzar en la educación de los pacientes y potenciar la investigación son líneas de trabajo o retos más importantes que se deben abordar respecto a esta terapia domiciliaria, según lo pone de manifiesto la nueva guía”, destaca el Dr. José Miguel Rodríguez González-Moro, neumólogo y co-autor de este capítulo.
La CPAP es una terapia que consiste en administrar un flujo de aire continuo al paciente para mantener la vía aérea abierta durante el sueño, ya que esta puede quedar obstruida si se padece apnea obstructiva del sueño (AOS). La AOS es una enfermedad muy prevalente que afecta a entre un 4-6% de los hombres y un 2-4% de las mujeres en edad adulta. Para evitar las consecuencias de la AOS (somnolencia diurna, accidentes de tráfico, hipertensión, accidentes cerebrovasculares e, incluso, cáncer), se aplica la CPAP, con el objeto de mejorar la calidad del sueño de los pacientes y, con ello, evitar estas graves consecuencias para su salud, según informa la Dra. Olga Mediano, coordinadora del Área de Sueño, Ventilación Mecánica y Cuidados Respiratorios Críticos de SEPAR.
“En España, apenas un 25% de los pacientes reciben tratamiento, cuando se ha demostrado que los costes de salud de los pacientes que no son tratados aumentan entre un 50 y 100%. La nueva guía incluye nuevas modalidades de tratamiento de AOS, nuevas indicaciones de la CPAP, en coordinación con el nuevo Consenso Internacional de la AOS, y cómo hacer su seguimiento y control, incidiendo en la gestión del cumplimiento, recomendaciones sobre qué hacer y no hacer en el abordaje del diagnóstico y tratamiento de AOS, así como aspectos técnicos y de calidad. Nuestro objetivo debe ser conseguir una gestión de las TRD sostenible y de calidad”, afirma el Dr. Nicolás González Mangado, co-autor de este capítulo.
La ventilación mecánica domiciliaria (VMD) consiste en el uso intermitente o continuo de un sistema de ventilación que se administra a través de una interfase nasal, facial o pieza bucal en la ventilación no invasiva, o de traqueostomía para la invasiva. El objetivo de esta terapia es tratar la IRC en pacientes con fracaso ventilatorio crónico, disminuyendo el trabajo de los músculos respiratorios, mejorando el intercambio gaseoso y, con ello, la calidad de vida de los pacientes y su supervivencia.
“La idea es que estos abandonen el hospital y puedan seguir la VMD con más calidad de vida en sus casas. La transición al domicilio es compleja y requiere de factores médicos y no médicos, así como del trabajo de un equipo multidisciplinario”, comenta el Dr. Carlos Egea, co-autor de este capítulo.
No existe un registro nacional sobre VMD. Se estima que su aplicación podría estar entre 74 casos por 100.000 habitantes, según un estudio de Madrid de 2018, y 82 por 100.000 habitantes, según datos intercambiados en 2014 entre consejerías de salud, clínicos y empresas prestadoras.
“La fisioterapia respiratoria tiene un papel clave en el manejo de muchos pacientes, que tienen distintos niveles de complejidad y requieren hospitalización a largo plazo en su domicilio. Además de los equipos técnicos de ventilación, puede desempeñar un importante papel en el tratamiento de estos pacientes, de forma complementaria, y mejorar su estado general. La nueva guía también alude al papel de la fisioterapia en el cuidado de los pacientes con insuficiencia respiratoria crónica”, destaca Antonio Tomás Ríos Cortés, fisioterapeuta y coordinador del Área de Fisioterapia Respiratoria de SEPAR.
La aerosolterapia domiciliaria constituye el 10-14% de las TRD. Permite administrar sustancias por vía inhalada, mediante nebulizadores, alcanzando concentraciones superiores en el árbol bronquial, aunque con una gran variabilidad inter e intraindividual, que depende de distintos factores, como el tamaño de las partículas, la edad, patrón respiratorios y condiciones del paciente.
Se emplean combinaciones de sistemas de nebulización y fármacos que hayan demostrado su eficacia y seguridad, como los ß2-agonistas de acción corta, con o sin anticolinérgicos. Estas combinaciones se administran en casos de EPOC y asma en pacientes graves o frágiles que no pueden coordinar, cooperar o realizar las maniobras necesarias para usar otros dispositivos. También se pueden administrar antibióticos de forma nebulizada en casos de bronquiectasias o infección bronquial crónica u otros medicamentos nebulizados para reducir las agudizaciones de la fibrosis quística. “Cuando se emplean en el domicilio, los nebulizadores pueden ayudar a disminuir el número de visitas a urgencias e ingresos hospitalarios, siempre que se combine con planes de educación a los pacientes”, según explica el Dr. Eusebi Chiner, neumólogo y co-autor de este capítulo.
“La enfermería tiene un papel fundamental en el cuidado de los pacientes que salen del medio hospitalario para recibir una TRD a domicilio. La enfermería se encarga de proporcionar al paciente la información, educación y cuidados que necesita en todo momento, su expertez técnica y todo cuanto necesitan los pacientes con distintos grados de IRC y que reciben distintos tipos de TRD para garantizar que estas TRD se apliquen lo más eficazmente posibles, mejoren su cumplimiento terapéutico y, de esta forma, mejorar el confort y calidad de vida de los pacientes, así como sus parámetros clínicos. Sin duda, la nueva guía también constituye una referencia para ayudar a la enfermería a atender cada vez mejor a estos pacientes”, destaca la Sra. Paz Vaquero Lozano, enfermera y miembro de SEPAR.
La nueva guía hace recomendaciones dirigidas a pacientes y prescriptores para mejorar la eficiencia de la terapia nebulizada, insistiendo en el control clínico y el seguimiento terapéutico de estos pacientes receptores de aerosolterapia, que debe recaer en los especialistas prescriptores. Asimismo, se revisan las indicaciones, uso correcto y tipos y cuidados de los equipos y suspensión de la terapia, cuando ya no sea necesaria.