La compañía ISS, especializada en la integración de servicios generales, ha desarrollado Pure Space, un conjunto de protocolos y métodos de desinfección e higienización de los espacios de trabajo.
Destinado a romper la cadena de infección entre los trabajadores, se trata de un procedimiento complementario a los servicios diarios de limpieza de oficinas que la multinacional pone a disposición de sus clientes. Tal y como explica Alex Díaz, director del Service Excellence de ISS, «desde ISS creemos que, dado nuestra experiencia en sectores con tolerancia cero a cualquier incumplimiento de los prototipos de higiene y desinfección, podemos ayudar a nuestros clientes a convertir sus espacios de trabajo en lugares seguros para sus empleados”.
En este sentido destaca que «con Pure Space, hemos aunado nuestro conocimiento y metodología de trabajo para transferirlos al entorno de la oficina. Y es que, después de tantos meses de incertidumbre, nuestro objetivo es conseguir que los empleados de nuestros clientes vuelvan a conectarse con sus entornos de trabajo y qué mejor forma que hacerlo asegurando los mayores y mejores estándares de limpieza, higiene y desinfección».
El objetivo es ir un paso más allá de los servicios de limpieza tradicionales y poder ofrecer un servicio de desinfección que permita, además de higienizar, verificar la inexistencia de elementos patógenos en el entorno del ‘workplace’. Para ello, Pure Space se apoya en dispositivos de cuantificación de microorganismos como ‘3M-Clean Trace ATP tester’ que permiten verificar in situ si se ha realizado una limpieza y desinfección de forma correcta.
Este nuevo servicio de ISS viene a responder la creciente preocupación tanto de las empresas como de sus empleados por conseguir espacio de trabajo más seguros. Según una encuesta elaborada por LinkedIn, las grandes preocupaciones de las plantillas a la hora de regresar a los entornos de trabajo tienen que ver con la seguridad de estos espacios. Así, además de la inquietud por la adopción de las medidas de seguridad establecidas o la asistencia a reuniones, muy numerosas en empresas con grandes plantillas, una de las respuestas señaladas por los trabajadores es la preocupación por las políticas de limpieza, seguridad e higiene.
En esta misma línea, y según la quinta ola del Barómetro COVID-19 elaborado por Kantar a finales del mes de mayo, sólo el 26% de los españoles estaba dispuesto a volver a la oficina tan pronto como fuera posible. Ambos estudios reflejan un alto índice de preocupación acerca de los peligros que puede suponer un entorno de trabajo que no ha sido desinfectado correctamente.
Y es que, los rebrotes de COVID-19 están provocando que muchos empleados, que se habían ido reincorporándose progresivamente al espacio de trabajo, empiecen a sentirse inseguros. La principal preocupación se centra en mantener la distancia de seguridad. Sin embargo, un pomo de una puerta, un interruptor o un ordenador portátil podrían ser más peligrosos en el caso de estar contaminados. Las llamadas “superficies de alto contacto” pueden ser la forma más rápida de propagar un virus a otras superficies y a las personas si no se higienizan de forma efectiva.
Un estudio de la Sociedad Americana de Microbiología presentado en la Interscience Conference on Antimicrobial Agents and Chemotherapy demostró que, tras aplicarse muestras víricas a superficies de contacto frecuentes como pomos o mesas de trabajo, entre el 40%y el 60% de los trabajadores habían sido infectados entre dos y cuatro horas tras la exposición. Asimismo, se vio que el virus se había propagado a la mayoría de las superficies y objetos de uso común de la oficina como equipos informáticos, interruptores, barandillas y teléfonos.
Actualmente, los espacios de trabajo con plantillas numerosas son entornos potencialmente proclives a desarrollar focos de propagación del virus. Esta situación requiere la aplicación de estrategias que permitan hacer compatible la actividad económica con la necesitad de contener el virus y evitar los rebrotes, garantizando la seguridad y la tranquilidad de los empleados.
La puesta en marcha del servicio Pure Space se enmarca dentro de la iniciativa Back to Work, con la que ISS quiere ayudar a transformar y readaptar los espacios de trabajo con el objetivo principal de cuidar de las personas que los ocupan y los hacen posibles. Como apunta Alex Díaz, «las empresas necesitan restablecer la conexión física entre los trabajadores y los espacios creando confianza en la seguridad del lugar de trabajo. Estamos en un momento decisivo que marcará las próximas décadas y, en este sentido, en ISS estamos convencidos de que no se trata de cambios puntuales sino de la transformación de unas dinámicas que afectarán a medio y largo plazo a los servicios de Facility Management».