En una comparecencia en la Comisión de Investigación sobre la Gestión de Residencias para Personas Mayores del Parlament de Catalunya, la Fundación Edad&Vida ha dado a conocer las bases de su posicionamiento para mejorar la gestión en las residencias, y de forma global, contribuir a una mayor calidad de vida de los mayores.
Un posicionamiento que sitúa a la persona en el centro del sistema, que prioriza su capacidad de elección, y pone de manifiesto la necesidad de crear un nuevo modelo de atención sociosanitaria integrado en el Sistema Nacional de Salud, reforzado y mejorado, que permita responder con garantías a las necesidades de atención de los mayores, incluso en situaciones como la actual pandemia y especialmente en Catalunya, que ha sido una de las comunidades más castigadas por la COVID-19. Este posicionamiento cuenta con el respaldo de CEOMA y UDP, las dos principales asociaciones de tercera edad a nivel estatal, y de FATEC, la principal federación de personas mayores en Catalunya. Juntas agrupan a más de 2,3 millones de personas.
Tal como destaca María José Abraham, directora de la Fundación Edad&Vida, “debemos aprender de lo que sucedido y ser ágiles para reforzar y rediseñar el sistema, hacer efectivo un nuevo modelo de atención sociosanitario integrado en el Sistema Nacional de Salud, teniendo en cuenta múltiples aspectos. Desde la Fundación Edad&Vida llevamos años actuando como un punto de encuentro entre la iniciativa privada y el sistema público, impulsando estudios y colaborando con profesionales y expertos, así como con asociaciones de mayores para aportar soluciones que contribuyan al bienestar de los mayores en todas las etapas de su vida”.
Y es que la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha evidenciado, como nunca, la escasa integración social y sanitaria, así como la falta de recursos económicos y asistenciales. Por ello, desde la Fundación Edad&Vida se han expuesto en el Parlament de Catalunya las bases de un posicionamiento que recoge diez aspectos fundamentales, que parten de la búsqueda en todo momento de la máxima eficacia y eficiencia para garantizar la viabilidad del sistema y salvaguardar el bienestar de los mayores, respetando su voluntad y capacidad de elección:
- Reconocer la atención sanitaria en residencias como un nuevo nivel asistencial diferenciado de la primaria y de la hospitalaria y plenamente integrado en el Sistema Nacional de Salud.
- Establecer las herramientas de integración necesarias para facilitar el funcionamiento de este nuevo nivel asistencial de forma integrada con los demás niveles y recursos de los sistemas de salud y de servicios sociales, como la historia clínica compartida o el acceso a recetas electrónicas.
- Desarrollar de un nuevo modelo de planificación de cuidados de larga duración atendiendo a las necesidades y preferencias de las personas, que habitualmente quieren estar el mayor tiempo posible en casa optando por la atención domiciliaria, la teleasistencia, etc.
- Crear un marco estatal de acreditación social y sanitaria básico y común en todos los territorios, que garantice la excelencia y la mejora continua en la calidad de la atención.
- Apostar por la especialización profesional, reconociendo la formación específica y especializada, e impulsar la formación continua.
- Mejorar las condiciones laborales de los profesionales de los centros residenciales.
- Establecimiento de un nuevo modelo de financiación teniendo en cuenta dos tipos de aportaciones en función de la tipología de necesidades que se atiendan en los centros, es decir, del sistema de salud para las asistenciales con un complemento del sistema social para las suyas.
- Garantizar y potenciar un uso eficiente de los recursos disponibles.
- Priorizar la libertad individual en la elección del recurso asistencial por parte del usuario.
- Poner en marcha estudios científicos robustos -a escala nacional- que expliciten tanto la carga sanitaria que atienden los centros residenciales, comoel coste real de la atención en los centros por grados de dependencia.
Asimismo, durante su comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre la Gestión de Residencias para Personas Mayores del Parlament de Catalunya, Maria José Abraham reconoció el trabajo de todos los profesionales que han desarrollado su labor durante estos meses en las residencias, hospitales y centros de salud de todo el país. Además, un aspecto clave de cara a los próximos meses son los “planes de contingencia que se han elaborado, que serán muy necesarios para tratar de controlar la expansión del virus”.
La directora de la Fundación Edad&Vida concluyo su intervención señalando que “únicamente con el esfuerzo de todos podremos convertir esta crisis en una oportunidad para crecer y avanzar en el desarrollo de los valores humanos que caracterizan nuestra sociedad. En este reto podrán contar con Fundación Edad&Vida y con nuestro conocimiento y experiencia analizando la situación del sector para contribuir al bienestar de los mayores”.