Evitar las consultas presenciales en hospitales o centros de salud, cuando no son imprescindibles, es una de las medidas que puede servir de freno frente al virus y evitar la saturación de los centros de salud en el actual contexto de pandemia. Sin embargo, los pacientes con heridas crónicas o agudas complejas tienen que acudir a la consulta de enfermería para someterse a curas con frecuencia.
En el caso de las heridas exudativas, el buen manejo del exudado permite reducir estas visitas y garantiza una buena evolución y calidad de vida para estos pacientes. En este sentido, Biatain Fiber, un nuevo producto sanitario de Coloplast que recientemente ha sido incluido en la financiación pública por el Sistema Nacional de Salud para pacientes con úlceras por presión y vasculares, permite controlar el exudado y acelerar la cicatrización, lo que reduce hasta un tercio de las curas en la consulta.
El producto, que está disponible para los pacientes españoles desde este julio, ha sido desarrollado gracias a la experiencia de 200 profesionales de la salud (médicos y enfermería), y los ensayos realizados por estos profesionales apuntan a una reducción de las visitas presenciales a las consultas para realizar curas, de hasta un tercio de las habituales.
Leonor Hernández, enfermera de la Unidad de Heridas Crónicas del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), es una de las profesionales que ha ensayado el tratamiento con una paciente joven que lleva seis años conviviendo con una úlcera venosa. “Empecé a probar Biatain Fiber en enero de este año. En ese momento, la paciente acudía tres veces en semana a la consulta. Después de dos semanas de tratamiento, viendo que los apósitos no se saturaban, espacié las curas a dos días en semana. Desde entonces, mantengo la frecuencia de dos días en semana. No ha sido necesario aumentar la frecuencia de cura. Esto ha mejorado la calidad de vida de la paciente, que trabaja de lunes a viernes y siempre estaba preocupada por el tiempo que debía pedir para poder acudir a la consulta”, asegura. Esta dificultad para conciliar su vida laboral con el tiempo necesario para acudir a las consultas provocaba a la paciente “ansiedad y estrés, que repercutían en la evolución de la herida, ya que la paciente sufre de hipertensión arterial”, señala la enfermera especialista en heridas.
“En 22 semanas hemos realizado 44 curas. Si durante este tiempo hubiera mantenido la frecuencia de cura anterior habríamos realizado un total de 66 curas, con lo que nos hemos ahorrado 22, es decir, un tercio”, detalla. De este modo, la paciente evita visitas al hospital en un momento en el que se recomienda reducir la presencialidad en las consultas siempre que sea posible, para evitar cualquier contacto con el SARS-CoV-2.
Reducción de hasta un 70% en las curas
La frecuencia de las curas puede reducirse aún más, tak¡l y como explica otro de los profesionales que han probado el producto, Justo Rueda, enfermero de Atención Primaria en el Centro de Salud Terrassa Nord y miembro del Comité Directivo del Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento de Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP).
Rueda ha probado este apósito para heridas en tres pacientes, desde un joven con un quiste sacro hasta una paciente de 87 años, con una herida difícil de cicatrizar por traumatismo. Pero el caso en el que más se ha notado el impacto del uso de este apósito es el de una paciente de 53 años con una herida vascular de 18 meses de evolución. “Cuando llegó por primera vez a la consulta me preguntó si le íbamos a amputar la pierna”, recuerda Rueda. “Habían empleado diferentes productos para tratarla, porque su lesión le provocaba importantes dolores, disconfort, y mucho exudado, a causa del cual se producía olor. Con Biatain Fiber tuvimos un cambio de paradigma, que incluyó menos curas y lesiones más limpias”. En este caso, señala el profesional, “se han podido reducir las curas hasta un 70%. Ahora estamos haciendo una cura semanal y antes hacíamos curas casi diarias. La herida medía 35 cm. y, en la actualidad, se ha reducido a 12 cm.”.
La posibilidad de espaciar las curas señala, no sólo “reduce el dolor y el disconfort, como en el caso de la paciente de 53 años, o evita problemas como las bajas laborales, que suelen estar asociadas a lesiones como el quiste sacro que también tratamos con este producto”. Además, en la situación actual de pandemia “es una ventaja adicional, pues reducir las visitas minimiza el riesgo de contagio”.
Pero, además, esta alternativa terapéutica ofrece la posibilidad de “rehabilitar al paciente a nivel social”, como comenta el especialista de GNEAUPP, señalando que “con una herida con mucho exudado no se puede salir de casa. Si se controla el exudado, no sólo mejora la limpieza de la herida, con curas menos agresivas, sino que los pacientes ganan en seguridad y autoestima. Y con ello también mejora la relación terapéutica entre profesional y paciente”.
Otra de las enfermeras que han testado el nuevo producto es Estrella Perdomo, enfermera responsable de la Unidad de Heridas de Atención Primaria de Gran Canaria en el Centro de Salud Miller Bajo. En su caso, los procesos en los que ha probado el apósito (tres pacientes con diversos tipos de heridas, de entre 29 y 80 años) están aún activos, por lo que la reducción total en el número de curas está aún por determinar. Pero sí apunta que “al responder tan bien en la gestión del exudado, los bordes de la herida presentan una mayor calidad y el área de la herida no aumenta”. En cuanto a los procesos para los que puede ser eficaz el nuevo producto sanitario, Perdomo considera que podrían beneficiarse de él “pacientes que presenten lesiones de cualquier etiología que cursen con un exudado medio-alto”.
Reducir la carga bacteriana y combatir las resistencias a los antibióticos
Además de la reducción de consultas, el empleo de esta nueva alternativa terapéutica permite ahorrar material adicional de cura (gasas, suero, vendaje multicomponente…) y tiempo a los profesionales de enfermería. Otra ventaja adicional es que, además de la mejora de la cicatrización y la consiguiente reducción de consultas presenciales, su uso puede ayudar a reducir la carga bacteriana de la herida y, así, la necesidad de emplear apósitos antimicrobianos. Leonor Hernández apunta que esto es especialmente importante “en pacientes con úlceras venosas de muchos años de evolución, en los que puede resultar complicado mantener el uso racional de los antibióticos, pues el aumento del exudado es un signo de aumento de la carga bacteriana”.
La mejora de la gestión del exudado supone, por tanto, un avance para combatir las resistencias a los antibióticos. Todas las heridas contienen bacterias, incluso las que cicatrizan normalmente, pero si aumenta su carga bacteriana, ésta se puede infectar ocasionando un retraso en la cicatrización, lo que ocasiona en muchos casos el uso de antibióticos. La sobreexposición a estos fármacos es una de las causas del aumento de las resistencias que, en la actualidad, es una de las mayores amenazas para la salud mundial. La ONU calcula que las infecciones resistentes a los antibióticos podrían causar 10 millones de muertes al año en 205O.
Biatain Fiber es un apósito para heridas primario, estéril y suave, hecho de fibras de hidrocolide no tejidas. El apósito incorpora la tecnología Hexalock que le permite atrapar el exudado de las heridas de manera eficiente y mantener su forma e integridad, lo que permiten optimizar las condiciones de cicatrización de gran parte de las heridas crónicas que tratan los profesionales de enfermería, especialmente, de las heridas exudativas. Este apósito de Coloplast ha sido galardonado con el premio de diseño Red Dot en la edición de 2020, que premia la innovación y funcionalidad.