LARES celebra el Día del Alzheimer bajo el lema “Somos su memoria. No les olvidemos” y muestra su apoyo a quienes padecen esta enfermedad y exige el máximo respeto a sus momentos vitales y un trato personalizado, sean cuales sean las circunstancias de estos hombres y mujeres, generalmente, de edad avanzada.
Y es que, tal y como afirman desde LARES, cuidar toma una dimensión especial y un compromiso inquebrantable cuando quienes reciben ese cuidado tienen limitada su capacidad de cognición por los efectos del Alzheimer. Y ahora, si cabe aún más, “este mimo especialísimo, debe intensificarse por los efectos de la pandemia”, aseguran.
En este sentido, esta Federación, con la ayuda de los equipos sanitarios de Atención Primaria de la Salud Pública, ha elaborado un Decálogo del Buen Trato a los Enfermos de Alzheimer en las Residencias Mayores durante la crisis del COVID-19, en el que se detallan las 10 normas básicas de relación, en las Residencias, con personas que sufren demencia, especialmente Alzheimer:
1. El coronavirus afecta a todas las personas, independientemente, de su edad, sexo, nivel económico o cultural y, de manera muy importante, a todas aquellas que padecen Alzheimer y otros tipos de deterioro cognitivo. Ahora, nos necesitan más que nunca, y no les vamos a fallar. Seguro. Depende de nosotros, y así será.
2. La pandemia golpea muy duro a las personas más frágiles, y especialmente, a quienes sufren un daño añadido por los cambios de sus rutinas que no pueden comprender. Por el efecto del virus, los Centros Residenciales han cambiado, y ellos no entienden el por qué. El Alzheimer se lo impide. Paciencia y cariño. Profesionalidad y respeto.
3. El Alzheimer afecta a la memoria y a la comprensión de órdenes por lo que es fundamental extremar e individualizar, al máximo, las medidas de comunicación con este tipo de personas para evitar situaciones de aislamiento y vulnerabilidad. Si no queremos que fallezcan de COVID-19, tampoco queremos que lo hagan de soledad. 21/09/2020
4. Las personas con Alzheimer captan, de manera especial, los ruidos, la ansiedad, el miedo o la preocupación de quienes les cuidan. Tienen dificultades para comprender lo que sucede y eso hace que aumente su nerviosismo y, con ello, la agitación psicomotora. Debemos transmitir calma, tranquilidad y empatía.
5. Evitemos situaciones de aislamiento en personas con Alzheimer. No podemos cerrar con llave sus habitaciones o cualquier otro lugar. No estigmaticemos a los enfermos de Alzhéimer, si aparece algún síntoma de COVID-19. Y, tampoco, si no aparece. No a los confinamientos injustificados.
6. Las personas con Alzheimer pueden tener problemas de cognición, pero tienen derecho a saber. No ocultemos información por norma. Evitemos pensamientos negativos, y expliquemos por qué se hacen las cosas de una manera diferente debido al coronavirus. Seamos muy didácticos.
7. Respetemos los derechos de las personas con Alzheimer. El COVID-19 aumenta las listas de tareas, ya sobrecargadas. Escuchemos lo que les sucede. No les hagamos invisibles, ni les traslademos nuestra tensión o mal humor. No estrés. No prisas.
8. Pensemos en las familias de las personas con Alzheimer. Están nerviosas y con muchas incertidumbres, por los efectos de la pandemia. Unamos a eso, la patología específica de su familiar. La tensión es grande. Pongamos especial cuidado en la comunicación, y facilitemos todo lo que se pueda el contacto, incluso, a través de la tecnología.
9. Sonreír, conecta. Sonreír provoca optimismo. Todo con una sonrisa genera más confianza. Todos tenemos padre y madre, y sabemos perfectamente cómo nos gustaría que les tratasen a ellos, y a nosotros, cuando lleguemos a sus condiciones. Lealtad a quien necesita tu ayuda, las personas con Alzheimer.
10. SOMOS LARES. Nuestros valores nos guían para un trato digno y humanizante, también, para las personas afectadas por el Alzhéimer. Nadie se queda atrás. Nadie. LARES y sus profesionales, cuidan, siempre. Y siempre es siempre, porque la persona está en el centro de todo. Aunque tengan deterioro cognitivo, por supuesto.