Un grupo interdisciplinario liderado por investigadores de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM),que cuenta con la participación de un investigador del CONICET, neurólogos, otorrinolaringólogos y fonoaudiólogos del Hospital Posadas y del Hospital Rivadavia, ha construido una base de voces de personas afectadas por el Parkinson, para próximamente, identificar parámetros útiles que permitan realizar el seguimiento del paciente.
Y es que los trastornos de la comunicación oral aquejan al 70% de los pacientes con enfermedad de Parkinson (EP) y numerosos estudios indican que el análisis acústico permite la identificación temprana de estos cambios en la voz, por lo que, mediante este método no invasivo, se podría analizar el progreso de la EP.
Tal y como señala Mónica Giuliano, Directora del Proyecto e investigadora de la UNLaM, “las 70 voces sin EP se grabaron en los antiguos estudios de la radio de la UNLaM y las 55 de aquellos que tenían la enfermedad fueron grabadas en un espacio del Hospital Rivadavia, especialmente acondicionado por un técnico en sonido de la UNLaM y una fonoaudióloga. Los pacientes fueron seleccionados durante 2019 y citados al hospital en turnos para realizar un circuito que incluía una evaluación neurológica, la grabación de las voces y, por último, una endoscopía de las cuerdas vocales”.
La Directora del proyecto apunta que “ahora que contamos con las grabaciones deberemos trabajar en la identificación de parámetros y métodos que optimicen y sinteticen esas diferencias entre las voces de pacientes con y sin Parkinson. Luego, buscaremos aplicar los correspondientes algoritmos de predicción con la consecuente valoración de los mismos”.
“Por lo pronto, los resultados generales en cuanto al estado de las cuerdas vocales y la ronquera de la voz, ya muestran variaciones apreciables respecto a personas no parkinsonianas. Esta investigación podría ayudar a que el médico determine si ya se precisa derivar al paciente, por ejemplo, a un fonoaudiólogo para trabajar los efectos que provoca esta enfermedad en la respiración, fonación, articulación y prosodia”, destaca Mónica Giuliano.
El proyecto contó con la supervisión del Comité de Ética en Investigación (CEI) del Hospital Rivadavia, institución que también aprobó el protocolo para poder contar con los registros de pacientes con EP. Las personas estudiadas tienen entre 38 y 79 años y la antigüedad de la enfermedad promedia los 6 años.
En paralelo, un grupo de estudiantes del Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas de la UNLaM desarrolló un sistema de software libre llamado “Parkinsoft”, una herramienta surgida del trabajo colaborativo que permitirá que los médicos realicen el seguimiento de los pacientes con enfermedad de Parkinson a través de plataformas web y mobile, incluso a distancia.
Sus funciones principales serían el registro de pacientes, la carga de audios de voz y la visualización de gráficas resultantes de los audios, herramientas muy útiles para el seguimiento a través del tiempo de patologías como el Parkinson. Cuando los parámetros y métodos sean optimizados por los investigadores de la UNLaM a partir del análisis de la base de datos construida, los resultados podrán sumarse al sistema Parkinsoft para poder potenciar el producto y su utilización.