El 35 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE) ha acogido el 16º curso pre-congreso “Nutrición clínica; una visión al futuro tras una crisis sanitaria” en el que participaron profesionales de distintas disciplinas para ofrecer una visión integradora del futuro de la nutrición clínica y cómo se puede alcanzar la excelencia dentro de las Unidades de Nutrición.
Organizado por Nutricia, la división de nutrición especializada de Danone, este curso pre-congreso se ha centrado en cómo deberían configurarse y funcionar las Unidades de Nutrición en nuestro sistema sanitario tras la experiencia de estos últimos meses frente a la pandemia. Y es que la experiencia clínica acumulada durante este tiempo demuestra que la desnutrición está muy presente en los pacientes que han padecido el coronavirus, observándose que hasta un 75% de los pacientes COVID-19 presentan riesgo nutricional.
Tal y como explica la Dra. Julia Álvarez, responsable de la sección del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y coordinadora de este curso, “esta crisis sanitaria debe ser entendida como una oportunidad para hacer más visible el papel de las Unidades de Nutrición. Los pacientes con infección por SARS CoV2, especialmente los graves se han desnutrido, han necesitado tratamiento médico nutricional como una de las medidas básicas de soporte al igual que la oxigenación, situación relevante si consideramos que seguimos sin tener un tratamiento específico eficaz. El seguimiento de estos pacientes nos enseñará el papel de nuestras intervenciones”.
En este sentido, todos los expertos coinciden en la necesidad latente de establecer un modelo de Unidad de Nutrición, con un estructura estable y con autonomía, además profundizar en el rol de cada uno de sus miembros, así como su interrelación con el restos de servicios (oncología, geriatría, cirugía, etc.). Para ello, la sensibilización en cuanto a la importancia de la nutrición de todo el personal que cuida al paciente es fundamental, dado el carácter transversal de esta.
En concreto, los facultativos señalan que los pacientes con una mayor carga de desnutrición (personas mayores o aquellas con enfermedades crónicas) han tenido un peor pronóstico de la enfermedad. Incluso, en aquellas personas sin patologías previas que ingresaron en UCI o en planta durante un tiempo prolongado, se ha visto que la situación de ingreso ha favorecido que tengan desnutrición relacionada con la enfermedad, lo que influye de manera negativa en su recuperación, disminuyendo su capacidad funcional, fuerza muscular y calidad de vida.
Otra de las principales conclusiones reveladas durante el curso es la necesidad de un modelo de trabajo multidisciplinar y coordinado con el resto de los servicios, y en todos los niveles asistenciales, poniendo en el centro de la atención al paciente. “La desnutrición relacionada con la enfermedad puede aparecer en cualquier grupo etario o en cualquier momento del desarrollo de una enfermedad, por lo que un modelo de trabajo interdisciplinar debe permitirnos desarrollar todo el potencial de las aportaciones de todos y cada uno de los miembros de las Unidades de Nutrición para optimizar la situación de los pacientes desnutridos”, añade la Dra. Álvarez.
Además, la Dra. Álvarez recuerda que “las Unidades de Nutrición han tenido que trabajar duro para poder llegar a todos los pacientes infectados ingresados. Desde los cambios necesarios en las cocinas de los hospitales interviniendo con la adaptación de la alimentación natural en el código de dietas de cada centro, pasando por la necesidad de suplementación nutricional de la mayoría de los ingresos hospitalarios por las dificultades que tenían los pacientes para poder comer de forma natural todo lo que necesitaban (“comer o respirar”), hasta las intervenciones con nutrición enteral y/o parenteral cuando la situación general y respiratoria hacía necesario”.
Innovación, investigación y formación
Esta jornada se enmarca dentro los objetivos de Nutricia y su programa “Talento en Nutrición” para potenciar la excelencia en términos de generación de conocimiento y su traslado a la atención clínica para mejorar la vida de los pacientes. En este sentido, la compañía ha iniciado un plan de apoyo a gran escala para la investigación clínica, de la mano de importantes especialistas a nivel nacional, que consiste en la colaboración en proyectos de investigación en España a lo largo de 2020 para ayudar a la recuperación de los pacientes con COVID-19.
La iniciativa cuenta con la participación de 28 hospitales de diferentes zonas geográficas y la involucración de alrededor de 500 pacientes infectados por SARS-CoV-2. Esta alianza en investigación clínica refuerza la importancia de la unidad entre entidades públicas y privadas en la lucha común contra la COVID-19.