El paciente COVID-19 presenta “alto riesgo” de la enfermedad tromboembólica venosa (ETV) por las características de la propia infección por SARS-CoV-2 y por la inmovilización que supone estar confinado y/o en reposo de forma prolongada. Este fue uno de los temas que se trató durante el XVI Fórum Multidisciplinar sobre esta enfermedad.
Organizado por el Grupo de Enfermedad Tromboembólica de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), en este foro los expertos analizaron las últimas novedades relativas a la enfermedad tromboembólica venosa, tercera causa de muerte cardiovascular en España tras el infarto y el ictus. Médicos internistas, junto con facultativos de otras especialidades, analizaron el presente y futuro del abordaje clínico y terapéutico de este tipo de patologías, con especial atención a las últimas novedades relativas al diagnóstico, factores de riesgo, pronóstico, complicaciones y tratamientos en ETV.
Como novedad, en esta edición 100% virtual y con el auspicio de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), de la Fundación para el Estudio de la Enfermedad Tromboembólica en España (FUENTE) y de la Asociación para el Estudio de la Medicina Vascular en España (ASEMEVE), se dedicó una mesa redonda a abordar la relación entre la ETV y la infección por SARS-CoV-2.
También se trataron temas de relevancia científica como las diferencias de género en el embolismo de pulmón, la ETV en pacientes trasplantados, el uso de fármacos biosimilares en el tratamiento de la enfermedad y se conocieron nuevos datos de los Registros “Screening ETV-COVID-19” y “Bleeding COVID-19” impulsados por médicos internistas de SEMI.
La ETV es una de las enfermedades más prevalentes en España
La Enfermedad Tromboembólica Venosa (ETV) es una de las enfermedades más prevalentes en España (116 casos por cada 100.000 habitantes), ocupando el tercer puesto como causa de mortalidad cardiovascular, tras el infarto de miocardio y el ictus. Afecta a pacientes en cualquier tramo de edad, pero su incidencia se incrementa de forma importante a partir de los 40 años. La edad media de los pacientes que la padecen en España es de 66 años. Puede aparecer tanto en hombres como en mujeres, y en estas últimas, sobre todo en edad fértil, está estrechamente relacionada con el uso de tratamiento hormonal y con la gestación.
En cuanto a los síntomas clínicos de la ETV, en palabras de la Dra. Ángeles Blanco, coordinadora del Grupo de Enfermedad Tromboembólica de SEMI, “pueden pasar a veces desapercibidos o confundirse con síntomas de otros procesos muy prevalentes como la insuficiencia cardíaca o las reagudizaciones en Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Es muy importante diagnosticarla a tiempo, ya que tiene un tratamiento y profilaxis muy eficaz, pero si no se detecta y no se trata a tiempo, puede tener una alta mortalidad”. Una de las manifestaciones más comunes de la ETV es la embolia de pulmón, ya que se da en casi la mitad de los pacientes con ETV, concretamente, en el 48% de los casos.
Respecto a la relación con la COVID-19, el paciente con infección por SARS-CoV-2 tiene alto riesgo de sufrir ETV, por la propia infección en sí misma y por la inmovilización que conlleva estar confinado y/o inmovilizado en reposo en una habitación durante tiempo prolongado. Varios registros en curso como el “Screening ETV-COVID-19” y “Bleeding COVID-19”, analizan actualmente las características de la ETV relacionada con la COVID-19, así como el uso de medicamentos anticoagulantes en estos pacientes.