Un artículo de Sanitas Mayores
La crisis sanitaria del Covid-19, que parecía haberse tomado un respiro durante el periodo estival, comienza un segundo asalto con la llegada del otoño. Si bien es cierto que esta nueva acometida del coronavirus nos encuentra más preparados y concienciados, es necesario tomar todas las medidas de seguridad posibles para evitar repetir los errores que, por el factor sorpresa, pudieron cometerse en el pasado.
Las residencias de mayores han reforzado todas las medidas sanitarias a su alcance y han protegido a los residentes con todos los medios disponibles, incorporando incluso nuevos servicios, como la atención médica 24 horas en el caso de los centros de Sanitas, para garantizar que estos espacios son seguros para nuestros mayores.
Pero la llegada del frío y de las habituales enfermedades estacionales, como los catarros o la gripe, hacen que la situación sea especialmente delicada y que reconocer y tratar con rapidez y agilidad los síntomas de estas afecciones sea imprescindible. Es el momento de extremar las precauciones, ya que solo así lograremos evitar la propagación de las enfermedades estacionales.
La gripe es sin duda una de las enfermedades más temidas con la llegada del otoño y sus síntomas, fácilmente confundibles con los del Covid-19, puede derivar en graves problemas de salud. Dolor muscular, fiebre, malestar generalizado, tos, dolor de garanta… podría tratarse de coronavirus o gripe indistintamente a ojos de una persona no especializada. Por ello, desde Sanitas Mayores recomendamos consultar con el médico, a través de videoconsulta a ser posible, ante cualquiera de estos síntomas. También este año la vacunación contra esta enfermedad adquiere una especial relevancia, algo que sin duda reduciría el índice de contagios de gripe.
Y es que las estadísticas de contagio de la gripe hablan por sí solas. Entre el 5 y el 15% de los miembros de grandes poblaciones se ve afectado por este virus cada año. Por este motivo, la vacuna se presenta como el arma más eficaz para proteger a los mayores del contagio, más aún cuando se lucha en paralelo contra dos enfermedades tan parecidas y dañinas.
La temporada de vacunación de gripe empieza en otoño para inmunizar a la población de cara al invierno y a los meses de temperaturas más bajas. Este año, especialmente, conviene ser previsores, ya que el efecto de la vacuna no es inmediato y puede tardar varias semanas en actuar. Por este motivo, se distribuye la vacunación a través de campañas que van desde octubre hasta la segunda semana de diciembre. Estos plazos están establecidos para que la vacuna tenga la máxima efectividad posible.
La vacunación contra la gripe está especialmente recomendada para niños y personas mayores. En estas últimas, la inmunidad celular está más deteriorada que en una persona joven. Este es el motivo por el que la edad avanzada se convierte en un factor de riesgo en sí mismo a la hora de padecer la gripe, aunque no existan otras enfermedades o trastornos crónicos. De ahí que, desde la agencia Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), se insista en que la vacunación es una de las medidas más seguras y efectivas contra este virus, ya que reduce más de un 30% la hospitalización de los mayores por esta causa, algo más relevante que nunca dada la alta ocupación de camas hospitalarias este año.
Conviene tener en cuenta, no obstante, que la vacuna no es infalible. Conocer y aplicar otras medidas para evitar el contagio del virus de la gripe es fundamental, que en su mayoría coinciden con las del coronavirus:
- Lavarse las manos muy a menudo
- Evitar compartir vasos, cubiertos, toallas y otros utensilios que estén en contacto con la saliva u otras secreciones de personas con gripe
- Taparse la boca y la nariz al estornudar o toser con un pañuelo desechable o con el brazo
- Llevar una vida sana, con una buena calidad de sueño, una alimentación saludable y mucha hidratación -con agua, principalmente-, estar físicamente activo y evitar el tabaco y el alcohol
Es responsabilidad de todos hacer todo lo que esté en nuestra mano para poder salir de la crisis sanitaria actual lo antes posible. La colaboración es imprescindible para frenar el coronavirus y la vacunación contra la gripe, así como mantener todas las medidas sanitarias y de higiene necesarias, una de las claves para evitar la saturación de camas hospitalarias y UCIs.