La startup de longevidad Rosita ha cerrado una ronda de financiación de 430.000 euros, un impulso definitivo para su salida al mercado. Su objetivo es retrasar los daños asociados al envejecimiento, aumentar la longevidad saludable y mantener la autonomía de los mayores. Esta iniciativa nace bajo el aval de la Escuela de Longevidad del Balneario medicalizado de Cofrentes, el mayor centro de educación para la longevidad de Europa.
La startup cofrentina (Valencia) Rosita ha cerrado una ronda de financiación de 430.000 euros liderada por el fondo JME Ventures, junto a KFund, Seedcamp y NextVentures. Estos fondos irán destinada a mejorar los contenidos de la plataforma y a la investigación para la fragilidad, además del desarrollo de productos. Con este definitivo impulso sale al mercado esta plataforma que pretende retrasar los daños asociados al envejecimiento, aumentar la longevidad saludable y mantener la autonomía de los mayores al tiempo que se retrasa el momento de la dependencia.
Rosita es una aplicación dirigida a personas de entre 60 y 80 años que quieren mejorar su calidad de vida para retrasar el riesgo de dependencia. Rosita funciona como un asistente personal o ‘coach‘ a través de una app, que asesora a cada usuario para mejorar su salud y lograr una longevidad saludable.
Detrás de Rosita están los emprendedores Juan Cartagena, Clara Fernández Porta y David Gil, en colaboración con el Balneario de Cofrentes, el más medicalizado de España para la gestión del dolor crónico y la educación para la longevidad siendo en la actualidad el mayor centro de educación para la longevidad de Europa.
Su metodología, desarrollada bajo el liderazgo del doctor Miguel Ángel Fernández Torán -también presidente de la asociación CVIDA y vicepresidente de la Asociación Española de la Medicina del Estilo de Vida- logra retrasar el momento de la dependencia a través de la metodología de reversión de fragilidad investigada por el propio profesor Viña. Esta misma metodología de la escuela de longevidad del balneario ha sido implantada por la startup, llevando el mundo real a online.
“Es el momento de que la tecnología se ponga al servicio de aumentar la longevidad saludable, y los productos tecnológicos orientados a personas mayores son un océano azul de oportunidades gigantesco. Nos encanta trabajar con Clara y Juan, que tienen una combinación de experiencias construyendo productos digitales y en el campo de la longevidad durante más de 10 años. Si hay un equipo preparado para llevar a cabo esta misión, es este”, comenta Samuel Gil, de JME Ventures.
Por su parte, Sergio Álvarez, de KFund, destaca que “estamos felices de participar en un proyecto con tantas posibilidades en la intersección de tecnología, longevidad y mayores, un segmento al que los productos digitales no le han dedicado suficiente cariño durante mucho tiempo. Rosita tiene un ángulo muy distinto para ambos, con un balance entre salud y entretenimiento que consideramos fundamental para que la gente quiera cuidar de su longevidad a largo plazo”.
Rosita cuenta con un comité científico liderado por José Viña, catedrático de fisiología de la Universidad de Valencia y especializado en longevidad y envejecimiento y director del Instituto Gerontológico de la Comunidad Valenciana, y Francisco Tarazona, reconocido Gerontólogo y vocal de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
“Todo el mundo debería tener un Plan de Longevidad de sus próximos 20 años, y planificar su futura calidad de vida como si planificas una hipoteca o una carrera profesional. En Rosita nuestras clases y ejercicios están diseñados por médicos, expertos en nutrición, fisioterapeutas, psicólogos y terapeutas, entre otros profesionales, específicamente para personas mayores de 60 años, para mejorar la calidad de vida de hoy y sobre todo de sus próximos 30 años, la longevidad es algo que hay que planificar, no algo que te llega sin más”, comenta Clara Fernández, cofundadora de Rosita.
El método de Rosita consiste en un programa global que intercala actividades para reforzar la salud mental con ejercicios físicos adaptados que ayudan a minimizar los riesgos de caídas y a ejercitar todo el cuerpo con clases virtuales de musculatura y otras cardiovasculares. También incluye sesiones educacionales para mejorar la calidad de vida e implementar nuevos hábitos saludables y programas como el de fisioterapia, donde profesionales ayudan a los usuarios a identificar el dolor, les enseñan a estirar para evitar lesiones, etc.
Y todo ello en un momento en el que la crisis del Covid-19 afectará a millones de mayores que han pasado a ser más sedentarios, en forma de fragilidad, sarcopenia y eventual dependencia, al no poder salir de casa como antes o relacionarse con otros, lo que les afecta a estas personas tanto a nivel físico como psicológico. En este sentido, uno de los propósitos de Rosita es brindar la tecnología a los mayores para que puedan realizar ejercicios que reactiven su cuerpo y mente.