Algunos de los principales tratamientos contra la osteoporosis, el denosumab, el zoledronato y el calcio, podrían tener un efecto protector contra la COVID-19 en los pacientes que los toman, con una reducción de la incidencia de la infección de entre un 30 y un 40%.
Así se revela en un estudio conjunto del Hospital del Mar, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), la Universitat Pompeu Fabra y el Parc Sanitari Pere Virgili, el primero en el mundo de sus características, publicado en la revista Aging.
Tal y como indica el último autor del estudio, el Dr. Jordi Monfort, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital del Mar y coordinador del Grupo de investigación celular en inflamación y cartílago del Hospital del Mar-IMIM, «hay indicios que permiten hacer la hipótesis que determinados medicamentos para tratar algunas enfermedades reumatológicas podrían interferir en positivo en la historia natural de la COVID-19, ya sea disminuyendo la incidencia como disminuyendo la evolución hacia casos más graves«.
El trabajo ha analizado datos de más de 2.000 pacientes con osteoporosis, artrosis y fibromialgia y su relación con la infección por COVID-19, en seguimiento en el Hospital del Mar y en el área de influencia asistencial del Parc de Salut Mar. El punto de inicio fue la percepción de los especialistas del Hospital del Mar de la baja incidencia de la pandemia en algunos de sus pacientes.
Para analizarlo, se trabajó de forma conjunta con el Grupo de Investigación del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF, el de Farmacología integrada y neurociencia de sistemas del Hospital del Mar-IMIM y los médicos del CAP Vila Olímpica. Se estudiaron los diferentes tratamientos y la evolución de los enfermos reumatológicos con patologías no inflamatorias y su relación con la infección por SARS-CoV-2, su evolución, necesidad de atención hospitalaria y mortalidad.
En el caso de algunos de los principales tratamientos contra la osteoporosis, el denosumab, el zoledronato y el calcio, los datos indican una probable reducción importante de la incidencia de la COVID-19 en los pacientes que los toman. En concreto, de entre el 30 y el 40%, según el Dr. Josep Blanch-Rubió, jefe de sección del Servicio de Reumatología, primer firmante del estudio y miembro del Grupo de investigación celular en inflamación y cartílago del Hospital del Mar-IMIM. «El estudio sugiere que algunos de estos tratamientos podrían proteger a los pacientes contra la infección por COVID-19, a pesar de que todavía se tienen que hacer más estudios con más pacientes para demostrarlo», apunta este experto.
En el caso del denosumab, tiene como objetivo el sistema RANK/RANKL involucrado en el equilibrio del sistema óseo, pero también en la respuesta del sistema inmunitario a través de la activación y diferenciación de parte de las células que forman parte de él. Su inhibición modifica la respuesta inflamatoria y actúa sobre las citoquinas, que tienen un papel determinante en la infección por COVID-19.
Por su parte, el zoledronato también puede modular la respuesta inmunitaria y puede estimular su actuación ante el SARS-CoV-2. Los resultados también indican que otro de los tratamientos habituales en estos pacientes, el antidepresivo duloxetina, también puede tener un efecto positivo en la reducción de la incidencia de la COVID-19. Por contra, un analgésico de uso habitual para tratar el dolor, la pregabalina, sí que parece que tiene una tendencia a incrementar la incidencia de la enfermedad.
Ante estos resultados, el Dr. Rafael Maldonado, autor de referencia del estudio y coordinador del Grupo de Investigación del Laboratorio de Neurofarmacología de Universitat Pompeu Fabra, apunta que «estos fármacos antiosteoporóticos son seguros y se tienen que seguir dando a los pacientes que los están tomando. Los prometedores resultados obtenidos con la duloxetina son relevantes», señalando también que, «realizamos más estudios para comprobar sus posibles efectos beneficiosos sobre la COVID-19».
En el mismo sentido, la Dra. Alba Gurt, médica del CAP Vila Olímpica del Parc Sanitari Pere Virgili y coautora del trabajo, destaca que «los datos del estudio nos indican que los tratamientos antiosteoporóticos y la duloxetina que toman nuestros pacientes de primaria son seguros ante la infección por la COVID-19 e, incluso, podrían disminuir la incidencia de ésta. A pesar de ello, hace falta verificarlo en estudios con un número de pacientes superior».
Artículo de referencia
Blanch J, Soldevila N, Tío L, Llorente-Onaindia J, Ciria M, Polino L, Gurt A, de la Torre R, Maldonado R, Monfort J, Group TCS. Influence of anti-osteoporosis treatments on the incidence of COVID-19 in patients with non-inflammatory rheumatic conditions. Aging (Albany NY) 2020; 12: (en Premsa).