Grupo Albia participó en el festival ‘Dando Vida a la Muerte’ acercando el sector funerario a la población con una jornada de puertas abiertas en varios centros de País Vasco. También organizó en sus centros ‘Death Cafe’, reuniones importadas de EE.UU. en las que los participantes comparten su visión sobre sobre la muerte y la pérdida.
En el marco del primer Festival Dando Vida a la Muerte, el Grupo Albia llevó a cabo una jornada de puertas abiertas en su centro en Tanatorio Albia Vitoria-Gasteiz. Además, con la intención de acercar de la muerte a la conversación habitual, se celebraron en los centros de esta empresa de servicios funerarios una serie de Death Cafés, una reunión social importada de Estados Unidos, en la que los asistentes charlan sobre el concepto de muerte y la perdida con el objetivo de compartir experiencias libremente sin tabúes.
El festival, promovido por la Fundación Doble Sonrisa, busca alentar a la población en general a hablar sobre la muerte, y a ver este proceso como “algo normal que nos llega a todos” y del que se puede profundizar sin tabúes. “El duelo se comparte, las personas necesitamos las unas de las otras para poder compartir el dolor y transitar acompañados por todo el proceso; pero el duelo también necesita de soledad, necesitamos también de espacios para la reflexión y para el recogimiento individual”, señala Marian Carvajal Paje, responsable de Atención Emocional de Grupo Albia.
El duelo por el fallecimiento de un ser querido supone una reacción psicológica natural, normal y esperable, de adaptación ante la pérdida que sufren familiares y amigos y que puede manifestarse antes, durante y después de su fallecimiento. “Esa pérdida pone de manifiesto la certeza de nuestra propia muerte, en otras palabras: la muerte adquiere un realismo que hasta ahora no nos habíamos planteado, y eso puede conllevar cambios de actitud. Por ello, es necesario romper con los prejuicios que existen en la sociedad sobre la muerte”, añade Carvajal.
Por ello, eventos como la jornada de puertas abiertas y el Death Café celebrado por primera vez en la compañía bajo estrictas medidas higiénicas y de seguridad, y en un momento donde la sociedad responde de manera sensible ante la incertidumbre, el miedo y la muerte, pone en valor el poder hablar y expresarse libremente sobre estas cuestiones.
El duelo es especialmente necesario en este año marcado por el Covid-19
“En los momentos inmediatamente posteriores a un fallecimiento, esperamos que todo resulte sencillo, según lo previsto y tal y como marca la tradición cultural. Cuando esto no ocurre así, sino que hay modificaciones en el ritual o impedimentos para llevarlo a cabo, nos resulta muy difícil aceptarlo”, apunta la responsable de Atención Emocional de Grupo Albia. “Pero el hecho de no poder velar al ser querido de la manera tradicional no impide que podamos despedirnos de él y compartir nuestro dolor con otras personas”, aclara.
Carvajal explica que, dentro de cada familia, el escenario puede ser muy diferente. Por eso, apoyarse entre ellos, en amigos o en un profesional si hiciera falta, ayudará mucho durante las primeras semanas o meses. Por esta razón es tan importante que se lleven a cabo acciones como el Death Café que se ha organizado en Vitoria.