Un artículo de Félix Martín,
Secretario General de Hispacoop

El cohousing senior es un modelo de convivencia novedoso y alternativo a las soluciones tradicionales conocidas por todos, que se desarrolla en el marco del envejecimiento activo. Es, en definitiva, una consecuencia del espíritu que inspira el envejecimiento activo.

Es una solución desarrollada por y para las personas mayores, que promueve la convivencia en comunidad, y para ello lo más llamativo es la construcción de espacios privados, junto con otros compartidos pensados para el desarrollo de las actividades comunes y la vida en comunidad.

El cohousing senior es una solución que emana de la sociedad civil, para hacer frente al problema del creciente envejecimiento de la población y de los cambios sociales a los que se enfrenta la sociedad en general. Se trata de una comunidad colaborativa autogestionada, inspirada en el concepto del envejecimiento activo. Sus promotores conviven en un entorno que ellos mismos han promovido, donde la persona es el centro, a través de una elección libre, siendo protagonistas de su propio devenir.

Sin embargo, deberíamos poner el foco en lo verdaderamente importante: “la comunidad”. Ésta es el alma de cada proyecto. Lo importante no es construir un bonito edificio, lo más importante es construir una interesante comunidad donde desarrollar plenamente una etapa de la vida. Así, la vida comunitaria en estos proyectos cobra mayor peso que en otros modelos. Pero, no podemos confundir cohousing con comuna.

Así el cohousing senior se convierte en una comunidad autogestionada, que convive en el espacio que ellos mismos han promovido y diseñado, con las reglas que ellos mismos crean y aceptan. La comunidad debe favorecer la independencia personal. Cada individuo es libre de tomar sus propias decisiones, con autonomía. Además, la comunidad tendrá el objetivo de crear un ambiente que favorezca el crecimiento personal de los residentes. En el cohousing senior, la edad no debe ser obstáculo para nuevos desarrollos personales y vitales.

Los espacios generados, comunes o no, (uno de los signos distintivos externos del cohousing) tienen que promover el desarrollo, no solo de actividades, sino que se deben convertir en espacios de convivencia basados en el respeto y la tolerancia, que facilitan y promueven la interacción social, generando una vida social más rica. Así, la vida en estos proyectos no supone una ruptura con el entorno, ya que otro de sus objetivos es que trata de abrirse al barrio o a las comunidades donde se ubican.

Por otro lado, es importante cuidar la participación en el desarrollo de las actividades y de los proyectos, así como la planificación de los servicios y recursos que tendrá cada espacio. En este sentido, se presta especial cuidado en la colaboración y la ayuda mutua. De esta manera, el individuo asume los derechos y obligaciones compartidas, nacidas de la reflexión colectiva y de un acuerdo mutuo.

El cohousing senior es una solución que se desarrolla por y para las personas mayores, que incluye la construcción de espacios privados donde vivir y otros compartidos, para el desarrollo de actividades en común, servicios y cuidados. El envejecimiento activo es uno de los factores que inspiran el cohousing. Tanto en sus primeros pasos para la puesta en marcha, como su posterior desarrollo entran en juego las experiencias y conocimientos de todos los interesados, que crean un proyecto común, del que serán destinatarios finales. Son ellos los que piensan en sus necesidades, y diseñan la forma de abordarlos, estudiando los servicios necesarios y la forma de obtenerlos. De esta manera la comunidad llega a tener lo que se ha llamado “inteligencia colectiva”. En estos proyectos, la iniciativa tiene que partir de las propias personas interesadas, huyendo de proyectos teledirigidos que encajarían mejor en otras fórmulas más utilizadas hasta ahora.

El cohousing, como experiencias de convivencia, nacen en el norte de Europa y America. Sin embargo, en nuestro país ha cristalizado de una manera un tanto particular. Sobre todo, en comunidades de mayores. Es lo que denominamos “cohousing senior”, que también puede incluir la intergeneracionalidad. Podríamos hablar ya de un modelo español de cohousing senior, que tendría como característica frente a otros, la preocupación tanto por el tema convivencial como por el asistencial. Seguramente esto es debido a que en otros países lo asistencial ya está más resuelto.

Las cooperativas de consumidores son una de las fórmulas jurídica que mejor se adaptan a su desarrollo. Muchas de las experiencias existentes se basan en este modelo, aunque no debe ser la fórmula jurídica la que define el cohousing. También puede ser otro tipo de cooperativa o incluso otra figura jurídica.

En España hay unas diez experiencias funcionando en este momento y otras tantas en fases de desarrollo avanzado. Ya son suficientemente conocidas realidades como Trabensol, Convivir o Los Milagros. Dentro de HISPACOOP (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios) se ha desarrollado la Coordinadora Nacional de Cohousing Senior, que coordina estas experiencias y trata de identificar y solucionar los problemas con los que se encuentran.

En este sentido se deberá seguir trabajando en algunas direcciones interesantes. Primero, se debería ajustar la manera de relacionarse el cohousing senior con los servicios sociales y con los servicios de atención a la dependencia. No debemos olvidar que las personas que participan en este tipo de proyectos son personas mayores y un porcentaje de ellas sufrirán dependencia. Además, las nuevas líneas de actuación de las Administraciones parece que van en este camino, acercando los servicios a las personas y no las personas a los servicios. Un buen paso en este sentido lo ha dado el Principado de Asturias publicando el criterio interpretativo sobre el Régimen de Autorización de Alojamientos Colaborativos. Segundo, el asentamiento del cohousing en la legislación cooperativa, hoy a caballo entre vivienda y consumo.