Un artículo de David Roa Arbeteta,
Experto en la gestión de centros sanitarios y de servicios sociales
Vivimos una etapa especialmente dura para nuestros mayores en la que a la incertidumbre provocada por la pandemia de Covid-19 se suma la eliminación de muchas actividades físicas o cognitivas que se hacían en grupo tanto en centros de día como centros lúdicos y culturales.
La eliminación de los viajes senior, la supresión de las actividades culturales y la recomendación generalizada de quedarse en casa suponen un grave reto al envejecimiento activo que no es otra cosa que sinónimo de salud y bienestar. Para combatir el sedentarismo debemos adoptar una rutina diaria que siendo segura, nos ayude a seguir cumpliendo años con salud.
En casa se pueden seguir haciendo muchos ejercicios y actividades que hoy en día no se pueden realizar en el exterior o en espacios cerrados. Debemos recordar que el ejercicio físico no solo ayuda a mantener una buena salud corporal sino que también nos ayuda a combatir la depresión o la ansiedad: patologías que se multiplican en tiempos de coronavirus.
¿Cómo podemos seguir estando en forma sin poner en riesgo nuestra salud ante un contagio de coronavirus?
- El ejercicio al aire libre sigue estando recomendado, siempre usando la mascarilla y evitando espacios cerrados o en los que se encuentre un número alto de personas. Caminar una hora al día, aprovechando las horas centrales del día nos hará sentirnos mejor y evitar un empeoramiento de la salud general.
- Debemos tener una rutina en casa marcada y estipulada, en la que debemos reservar un tiempo para hacer ejercicio físico. El simple hecho de repetir las tablas de ejercicio que hacíamos en los centros de mayores, nos ayudará a recordar esos ejercicios y a seguir estando en forma. Todos los días debemos realizarla de forma rutinaria. Si no recordamos o tenemos esas tablas a mano, podemos buscar en internet ejercicios a realizar o pedir ayuda a nuestros familiares o vecinos.
- No podemos permanecer más de una hora sentados: para ello podemos utilizar alarmas que nos recuerden la importancia de movernos y pasear aunque sea en espacios reducidos de la vivienda.
- Subir y bajar escaleras: es un ejercicio sencillo, con grandes beneficios y que suplirá en parte la carga de actividad que se realizaba antes del confinamiento. Evitemos por tanto usar ascensores, limitando su uso a momentos imprescindibles.
- Bailar: es un ejercicio muy adecuado que se puede realizar en un espacio pequeño y que ayuda no solo a mover el cuerpo, sino que también tiene un componente social y lúdico; mejorando nuestro optimismo y autoestima.
- Tareas del hogar: ahora tenemos más tiempo para poder dedicar tiempo a estar tareas antes más tediosas. No debemos dejar de realizar la limpieza de la casa, la preparación de la comida, etc, estas pequeñas tareas nos ayudarán a seguir estando activos. Podeos aprovechar a reordenar la casa o aumentar la frecuencia de limpieza.
- Bicicleta estática, cinta de andar o material de actividad física: aprovechemos estas Navidades para que estos regalos saludables lleguen a las casas de los más mayores.
El grave daño que la pandemia ha dejado en la salud física, emocional y social de nuestros mayores debe ser limitado y reducido en la medida de lo posible mediante rutinas de ejercicios. La mayoría de las personas de edad avanzada sufren alguna patología crónica: diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, etc. que les hacen ser factor de riesgo ante un contagio por Covid-19. pero también les obliga de igual manera a mantenerse activos para evitar un empeoramiento de su salud.
Como conclusión, debemos tener un perfecto equilibrio entre salud activa y prevención frente a contagios. Hay muchas herramientas para conseguirlo y lo más importante es la motivación de los mayores y su deseo de cuidarse y disfrutar de su bienestar.