Hasta el 80% de las personas mayores de 70 años presenta, al menos, un factor importante de riesgo vascular. La hipertensión es el más prevalente, seguido de la hiperlipidemia o la diabetes mellitus, según datos expuestos en la 16º Reunión de Riesgo Vascular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Estas cifras se traducen en que tres de cada cuatro mayores que superan este umbral de edad presentan factores importantes de riesgo vascular ─al menos uno─. Y es que, en la actualidad, la enfermedad vascular sigue siendo la primera causa de muerte en España, supone el 25% de fallecimientos en los tiempos preCOVID. Entre los factores de riesgo vascular más importantes se encuentran:
- hipertensión arterial
- hipercolesterolemia
- diabetes mellitus
- obesidad
- tabaquismo activo o haber sido fumador
Tal y como indica el Dr. Jorge Francisco Gómez Cerezo, coordinador del Grupo de Trabajo de Riesgo Vascular de la SEMI, «el perfil más habitual del paciente con riesgo vascular de Medicina Interna es el de una persona de más de 70 años con un evento cardiovascular previo ─infarto o ictus─ y/o con un alto riesgo global vascular por la coexistencia de múltiples factores de riesgo y edad avanzada».
Este experto señala que se puede hablar también de un segundo tipo de perfil de paciente con riesgo vascular que acude a Medicina Interna, que «sería el de una persona menos añosa que llega a consultas externas y que presenta también varios factores de riesgo vascular o uno de ellos especialmente descompensado, hipertensión o hipercolesterolemia familiar, por ejemplo».
Posibles complicaciones asociadas al riesgo vascular
Los factores de riesgo vascular propician la aparición de enfermedad cardiovascular por la formación de la placa de ateroma y daño en la estructura de los vasos sanguíneos, así como afectación cardíaca. Algunas de las posibles complicaciones asociadas al riesgo vascular son, entre otras:
- trombosis venosa
- enfermedad arterial periférica
- enfermedad vascular ocular
- disfunción eréctil en el varón
«En el abordaje de la enfermedad cardiovascular y los factores de riesgo vascular tiene un papel destacado la figura del médico internista, como especialista con visión global e integral del paciente, que coordina las intervenciones para prevenir su incidencia y complicaciones y lograr el control de los distintos factores de riesgo vascular», señala el Dr. Gómez Cerezo.
Entre los principales retos de futuro en cuanto a factores de riesgo vascular, en palabras del Dr. Gómez Cerezo, «sigue siendo absolutamente imprescindible la prevención, tanto para evitar que aparezcan en la población general los factores de riesgo como para llevar a cabo un tratamiento precoz y controlarlos adecuadamente cuando ya se han manifestado, especialmente en pacientes que ya han padecido un evento cardiovascular previo (como ictus o infarto). Resulta vital la educación en salud para concienciar a la población de la importancia de prevenir y controlar de forma óptima los factores de riesgo vascular modificables».
Contaminación ambiental, determinante silencioso de enfermedad cardiovascular
Por su parte, el Dr. Agustín Blanco Echevarría, de la Unidad de Lípidos y Arteriosclerosis del Servicio de Medicina Interna del Hospital 12 de Octubre, indicado que «las enfermedades cardiovasculares son el resultado de la suma de una predisposición genética más la exposición de por vida a factores ambientales«. En su ponencia durante la 16º Reunión de Riesgo Vascular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) destacó la importancia de la exposición a contaminantes ambientales, ya sea en el aire, el agua o el entorno donde vive el sujeto, que es un determinante silencioso de enfermedad cardiovascular. En sus palabras «el sistema cardiovascular es muy vulnerable a diversas agresiones ambientales, entre las que se encuentran humo de tabaco o la contaminación ambiental«.
De hecho, la OMS calcula que 12,6 millones de muertes prematuras al año son consecuencia de entornos insalubres, y alrededor de 5 millones de estas muertes son por enfermedad cardiovascular. La mortalidad global atribuida a la contaminación del aire supone, al menos, 9 millones de muertes prematuras (790.000 solamente en Europa).