Un artículo de Ana Soto Ruiz,
Técnico Superior Audiología Protésica
La pérdida de audición se sigue entendiendo como un estigma social. Por eso, muchas personas que padecen de problemas de audición y son conscientes de lo que sucede, intentan rechazarlo y evitar que los demás lo noten, lo que con frecuencia genera tanto un agotamiento físico como mental y a un deterioro de calidad de vida.
Aparte del componente físico que representa, la pérdida de audición aumenta la dificultad de comunicarse. Hay que tener en cuenta que el oído permite conectar con todo lo que nos rodea, por eso, para las personas que padecen problemas auditivos resulta todo un reto tener que adaptarse a su nueva situación.
Sentir como se dificultan acciones cotidianas como escuchar la voz de un familiar, ver la televisión, oír música, ir al teatro… pueden derivar en estrés y aumentar el riesgo de padecer ansiedad, depresión o incluso terminar en un aislamiento social. Por ejemplo, las reuniones con familiares y otras tareas cotidianas, se convierten en actividades exigentes y agotadoras. Experimentar que estás perdiendo estas habilidades auditivas conlleva una pérdida de autoestima y seguridad.
Esta situación no se debe principalmente a factores de envejecimiento, como se considera a nivel general erróneamente. Pasa desapercibido para gran parte de la población que la pérdida auditiva puede suceder a cualquier edad. Es más, cabe destacar que el 30% de las pérdidas auditivas se detectan entre los 35 y los 44 años y el 26% entre los 25 y los 34 años. Además, hay otros factores como los fuertes ruidos, el entorno laboral, factores hereditarios, enfermedades y sobreexposición a volúmenes altos que también pueden dañar este sentido.
Sin embargo, todos estos problemas se pueden solucionar con una revisión auditiva. En ese sentido, según el último estudio realizado en España por Audika, empresa especializada en el sector de la salud auditiva, el 97% de las personas que han empezado un tratamiento para la audición han mejorado su calidad de vida exponencialmente. La pérdida auditiva, en la mayoría de los casos, puede ser tratada. Los audífonos ayudan a mantener la atención más fácilmente para que las personas que la padecen se concentren con menos esfuerzo, puedan participar en actividades sociales y que no se vean abocadas al aislamiento social.
Por ello, en Audika recomendamos realizar revisiones periódicas y acudir a un especialista en el momento en el que se evidencia un problema de audición para buscar el tratamiento adecuado. Gracias a la innovación tecnológica y a un diseño cuidado actual, los audífonos pasan desapercibidos, por lo que las personas que lo llevan no tendrán motivos para sentirse avergonzados y notarán una mejora en su salud mental. Por eso es necesario tener en cuenta que se debe hacer al menos una revisión anual, especialmente a partir de los 50 años.
Con una revisión sencilla podemos cambiar la vida de muchos pacientes que vienen arrastrando problemas auditivos. Muchas de las personas que utilizan audífonos por primera vez notan cómo su energía mental ha aumentado y experimentan mejoras significativas en diversos factores de su vida. Éstas incluyen sus relaciones en el hogar, su capacidad para socializarse, y una sensación de independencia tanto en su vida social como laboral.
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Por eso es mejor prevenir lo antes posible las enfermedades auditivas , para mejorar la calidad de vida del paciente.