Con el objetivo de evitar errores y confusión en su composición de las dietas que podrían afectar directamente a la salud de los pacientes, el Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña (CODINUCAT) difunde un consenso sobre la nomenclatura de las dietas hospitalarias, elaborado por el Grupo de Trabajo de Nutrición Clínica del CODINUCAT integrado por dietistas-nutricionistas procedentes de diversos hospitales de Cataluña.
El Grupo de Trabajo de Nutrición Clínica (GTNC) del CODINUCAT ha consensuado una guía sobre la nomenclatura de las dietas que se administran a los enfermos ingresados en los hospitales. En este documento, por ejemplo, se consideran incorrectas o imprecisas denominaciones tales como «dieta asódica, dieta sin grasas, dieta sin proteínas y otras que hacen referencia a la textura como dieta blanda, o dieta túrmix (refiriéndose al electrodoméstico)», entre otras.
Tal y como señala Gemma Simats, coordinadora del GTNC la denominación de las dietas debe apelar «a las sustancias y/o características que las componen (ej. dieta con control de hidratos de carbono) y no a la patología a la que van dirigidas (dieta diabética)”. En este sentido, “este documento, que se distribuirá a todos los profesionales sanitarios (médicos, personal de enfermería, dietistas-nutricionistas, personal docente y personal de restauración, otros profesionales sanitarios), pretende establecer un consenso sobre la nomenclatura de las dietas hospitalarias. Que las defina de forma inequívoca y que permita a todos los profesionales utilizar la misma terminología, con independencia de su centro de trabajo o lugar de residencia. Se trata así de contribuir a la seguridad del paciente y evitar errores de prescripción, respetando el principio de equidad en el ámbito de la sanidad”, comenta la presidenta del CODINUCAT, la Dra. Nancy Babio.
Desde el GTNC explican que el problema principal es que una misma dieta puede tener distintas denominaciones o una designación concreta puede aplicarse a dietas que presentan composiciones y/o indicaciones diferentes. Así la dieta relacionada con las patologías del estómago se puede denominar con múltiples expresiones: dieta semisólida, semiblanda, dieta de protección gástrica de fase 1, dieta líquida completa.
En este documento se define la denominación de la dieta en relación con las características de la dieta misma, y se adecua a las necesidades, síntomas y/o patología del paciente. También se desestiman denominaciones de dieta que son un cajón de sastre para cualquier patología digestiva o problema mecánico, como dieta blanda y otras aberrantes o poco precisas, como dieta antidiabética, dieta diabética, dieta hepática, dieta gástrica o dieta astringente, y tantas otras que se utilizan por todo el país.
Composición nutricional determinada e indicaciones concretas
“Las dietas hospitalarias deben tener una composición nutricional determinada y unas indicaciones concretas, como son, entre otras: tratar patologías y/o síntomas; evaluar la tolerancia digestiva y respetar ideologías y/o creencias”, afirma Gemma Simats, portavoz del grupo autor. En este sentido, las dos premisas de este consenso son:
- Designar las dietas mediante la composición de nutrientes, alimentos u otras sustancias y características que las componen, y no mediante la patología a la que van dirigidas.
- No designar las dietas mediante las diferentes texturas en que se pueden presentar, dado que éstas son solo una característica física de la dieta.
Bajo estas premisas se pretende:
- Evitar confusiones entre dietas y disminuir el número de errores de prescripción de las dietas. En la actualidad, hay centros que utilizan la denominación dieta blanda para referirse a una textura (de fácil masticación) y otros que la utilizan para un tipo de dieta (de fácil digestión).
- Unificar las múltiples combinaciones de dietas que puede requerir un centro hospitalario para disminuir el número total de dietas.
- Denominar las dietas de una forma coherente. Por ejemplo, no existen dietas diabéticas, sino pacientes que presentan diabetes mellitus y que necesitan una dieta con control de hidratos de carbono.
- Armonizar la terminología que utilizan los diferentes profesionales sanitarios. Es esencial que la prescripción dietética que realice el equipo médico sea adecuada a la patología y que los profesionales de enfermería y otros profesionales sanitarios conozcan la terminología de los diferentes tipos de dietas existentes.
- Facilitar el trabajo al personal del servicio de restauración. Es importante que sea el personal sanitario quien se esfuerce en traducir una denominación de la dieta que sea adecuada a la patología, en un lenguaje que haga referencia a la composición, y no al revés. Así es más fácil que todo el mundo entienda (profesional sanitario o no) qué es una dieta con bajo contenido de grasas, en lugar de una dieta de protección hepática.
Los hospitales utilizan varias denominaciones para designar las diferentes dietas
Cataluña ha sido puntera a la hora de plantear con rigor el establecimiento de una nomenclatura de las dietas hospitalarias, gracias a que la mayor parte de los hospitales cuenta con la figura del dietista-nutricionista. Desgraciadamente, la inclusión de dietistas-nutricionistas en los hospitales ha sido –y es aún– muy desigual en el resto de España, señalan desde CODINUCAT. Es más, en los hospitales se utilizan varias denominaciones para designar las diferentes dietas y la mayoría de las veces estas denominaciones no son las más adecuadas desde un punto de vista terminológico y científico.
El GTNC lleva más de ocho años trabajando como tal dentro, inicialmente, en la Asociación Catalana de Dietistas-Nutricionistas y desde el 2013 dentro del CODINUCAT. “Todos los miembros del GTNC trabajamos en diferentes hospitales de Cataluña tanto públicos como privados y, motivados por lograr un consenso y unificación de la nomenclatura de las dietas en los centros sanitarios, bajo el paraguas de nuestro colegio profesional, nos planteamos finalizar el proyecto Consenso sobre la Nomenclatura de las dietas hospitalarias como propuesta para aplicar en todos los hospitales de Cataluña y en el resto de España”.
La guía contiene una extensa bibliografía científica, que respalda la propuesta de unificación terminológica, y un amplio glosario donde se aclaran muchos conceptos ambiguos y habituales como la diferencia entre ayuno y dieta absoluta; dieta sin cerdo, en vez de dieta musulmana; dieta triturada, en vez de dieta túrmix; la diferencia entre residuo y fibra; dieta hipocalórica, en vez de dieta para obesidad. Por supuesto se define claramente lo que es una dieta hospitalaria: régimen de alimentación en que la cantidad, calidad, composición, frecuencia y horario de las ingestas sólidas y líquidas han sido planificadas con finalidades terapéuticas.
“Pretendemos que este documento sea una herramienta metodológica útil para el desarrollo de los profesionales de la dietética y la nutrición clínica, así como para la estandarización de los planes de trabajo de los dietistas-nutricionistas clínicos tanto de Cataluña como de España y por qué no, incluso, de todo Latinoamérica”, indica la Dra. Nancy Babio.