El Ayuntamiento de Madrid ha diseñado una estrategia dedicada a frenar la soledad no deseada en personas mayores. Se trata de un programa que combina lo vecinal con los servicios públicos para personas mayores con el objetivo de prevenir, detectar y tratar esta problemática.
Esta estrategia se compone de un doble enfoque: uno vecinal, en torno al proyecto Madrid Vecina, y otro institucional, Madrid Contigo, que pondrá todos los recursos, programas y servicios municipales para mayores orientados a la soledad. Estas dos perspectivas estarán presentes en todas las acciones concretas de acuerdo con la situación de soledad no deseada en la que se encuentren las personas mayores.
La vertiente vecinal y comunitaria implica involucrar a los vecinos de los barrios en la detección de casos de soledad no deseada -las llamadas “antenas”– y en la creación de redes de apoyo. Según ha explicado el delegado del Área de Familias Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, “la idea es que el farmacéutico, el comerciante o todas esas personas que están en contacto con los mayores, puedan detectar que un vecino ya no acude todos los días, o está más abandonado o cualquier signo de una situación de soledad”.
Por otra parte, también para la detección se contempla la creación de equipos profesionales de detección de vulnerabilidades en cada uno de los 21 distritos, tal y como se contemplaba en los Acuerdos de la Villa, además de un refuerzo en el despliegue del Servicio de Teleasistencia a los mayores solos de Madrid que no están en ningún otro programa o servicio municipal.
La vertiente pública e institucional de la estrategia se conforma a partir de un nuevo contrato que se espera que esté listo para antes del verano y que supondrá una inversión de casi un millón de euros en dos años. Sumado a los convenios para la atención vecinal, la inversión asciende a 1,4 millones de euros bianuales. El nuevo contrato va a permitir la creación de 180 talleres grupales de tres tipos diferentes para abordar diferentes grados de soledad.
El primer conjunto de talleres iría destinado a personas que no sufren soledad pero que quieren prevenirla, y los contenidos tendrían que ver con envejecimiento activo. El segundo grupo iría destinado a fortalecer las habilidades sociales de personas en riesgo de soledad. El tercero prestaría atención psicológica a mayores que ya manifiestan sentimientos de soledad.
Además, el nuevo contrato persigue establecer un contacto directo con las personas mayores con más de 7.000 visitas a domicilio cada año, que permitan crear un contacto con la persona detectada, hacer una valoración más precisa de su situación e informarle sobre los recursos y programas disponibles.
La estrategia del Ayuntamiento de Madrid, que incluye también un eje de obtención de evidencia y datos y otro que contará con la participación de Voluntarios por Madrid, se complementa con las actuaciones de Madrid Salud, que también aborda la soledad no deseada desde una perspectiva más global.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, y el delegado del Área de Familias Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, ha sido los encargados de presentar esta estrategia. Villacís ha destacado “la importancia de abordar la soledad entre las personas mayores y acabar con la invisibilidad que rodea a este problema social”, que a su parecer “uno de los más graves de nuestra sociedad”. Por su parte, Aniorte ha señalado que actualmente en Madrid hay 650.000 personas mayores de 65 años, de las cuales una de cada cuatro vive sola. El delegado ha destacado también la gran diversidad entre las personas mayores y entre las diferentes situaciones de soledad que pueden llegar a vivir.