Un total de 38 especialistas en neurología, psiquiatría, inmunología y pediatría han participado en la elaboración del primer consenso sobre la microbiota y el uso de probióticos en patologías neurológicas y psiquiátricas, impulsado por la farmacéutica Neuraxpharm. Este consenso está avalado por Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP), la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Neuraxpharm, laboratorio especialista en Sistema Nervioso Central (SNC), ha impulsado este consenso sobre la microbiota y el uso de probióticos en patologías neurológicas y psiquiátricas. , cuyo objetivo es encontrar respuestas a numerosas patologías neuropsiquiátricas de difícil gestión para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, siempre con el mayor rigor científico.

Y es que, tal y como afirma Javier Mercadé, director general de Neuraxpharm, “la toma de decisiones en la práctica clínica para el empleo de probióticos y/o prebióticos debe basarse en una combinación de evidencia científica y conocimiento práctico. En este sentido, desde Neuraxphram hemos querido impulsar la creación de guías de práctica clínica como esta, avalada por la SEMiPyP, la SEPB y la SEN, a fin de contribuir a optimizar una atención sanitaria individualizada, integral, de calidad, efectiva y segura”.

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La microbiota intestinal contribuye a fortalecer el sistema inmunitario, mantener el organismo sano y prevenir enfermedades

Las más de 100 millones de bacterias que viven de manera equilibrada en el intestino llevan a cabo funciones indispensables para el buen funcionamiento del organismo. La microbiota intestinal y su conexión con los diferentes órganos y tejidos contribuye a fortalecer el sistema inmunitario, mantener el organismo sano y prevenir enfermedades.

La microbiota intestinal influye en las enfermedades neurológicas

La microbiota es esencial para los seres vivos y la relación que mantenemos con ella es habitualmente mutualista, ya que sus microorganismos nos proporcionan una serie de ventajas que van desde la protección frente a la invasión por agentes patógenos y el desarrollo del sistema inmunitario hasta la colaboración en la digestión de componentes de la dieta, el aporte de vitaminas y otros nutrientes esenciales para el desarrollo neurológico en las primeras etapas de la vida”, asegura Ana González-Pinto, expresidenta de la SEPB.

La microbiota va cambiando a lo largo de la vida. La dieta, el estilo de vida o factores ambientales son algunos de los aspectos más influyentes. En el sistema digestivo se encuentra el denominado “segundo cerebro”, un sistema nervioso con el que interacciona la microbiota intestinal y que se comunica con el Sistema Nervioso Central, gracias a sus conexiones neuronales, favoreciendo el bienestar emocional.

Actualmente está aceptado que las alteraciones en los microorganismos de nuestro intestino (la denominada disbiosis) son la causa de numerosas enfermedades, entre las que se incluyen las mentales como ansiedad, depresión o autismo.

En los últimos años, se han relacionado muchas enfermedades neurológicas y del campo de la salud mental, con una alteración del eje microbiota-intestino-cerebro, comunicación bidireccional en el que la microbiota intestinal, que se comunica con los sistemas homeostáticos (el nervioso, el endocrino y el inmunitario) en el intestino, va a influir desde esa localización, a través de diferentes vías, con el cerebro, modulando su funcionamiento”, añade Mónica de la Fuente, miembro de la SEMiPyP.

La comunidad científica ha señalado la importancia de mantener unas pautas de alimentación saludables. La inclusión de alimentos prebióticos y probióticos puede ayudar a disfrutar de una buena salud intestinal, además de interactuar con las distintas vías de actuación del sistema inmunitario, lo que también es de interés en otras enfermedades de origen inmunológico.

Además, desde Laboratorios Neuraxpharm se indica que investigaciones recientes auguran resultados relevantes que relacionan el efecto de los psicobióticos en pacientes con trastornos neuropsiquiátricos. “Es necesario investigar el posible papel que pueden tener los alimentos probióticos y prebióticos para las diferentes alteraciones neurológicas y psiquiátricas” comenta Francisco Pérez Miralles, miembro del Comité Científico de la SEN. “La investigación del papel de la microbiota puede establecer nuevos mecanismos en la patogenia de las enfermedades neurológicas y el establecimiento de nuevas dianas terapéuticas en el futuro”, añade este experto.