Con el objetivo de sensibilizar a la población general sobre la importancia de escuchar los síntomas de la insuficiencia cardiaca, solicitar ayuda médica y acelerar el diagnóstico y tratamiento, AstraZeneca ha puesto en marcha la campaña ‘El Idioma del Corazón’, una iniciativa que se apoya en una plataforma online, que cuenta con la colaboración de la World Heart Federation y de la Fundación Española del Corazón (FEC) y que aporta información útil y accesible sobre esta enfermedad tan poco conocida.
Y es que pese a sus implicaciones sobre la salud e importante prevalencia, se estima que afecta a entre el 1% y el 2% de la población adulta en España, la insuficiencia cardiaca, una afección que se caracteriza por que el corazón no es capaz de bombear sangre por el cuerpo con la eficacia necesaria, sigue siendo una patología mucho más desconocida que otras enfermedades cardiovasculares como el infarto o la arritmia.
La Dra. Ana Pérez, directora médica y de asuntos regulatorios de AstraZeneca, destaca que esta plataforma online encaja a la perfección con uno de los principios fundamentales de la compañía: «la necesidad de poner al paciente en el centro de nuestras acciones. En este caso, lo hacemos brindándoles información y herramientas de calidad que están revisados por la FEC. Gracias a ‘El Idioma del Corazón’ podemos ayudar a cambiar las expectativas de vida de miles de personas afectadas por la insuficiencia cardiaca en nuestro país».
Por su parte, la Dra. Marta Farrero, secretaria general de la Fundación Española del Corazón (FEC), recuerda que «la insuficiencia cardiaca es la afectación cardiaca más frecuente, y se prevé que su prevalencia siga aumentando de forma muy significativa en los próximos años. La prevención es la mejor estrategia: el control de los factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes y el buen tratamiento de otras enfermedades del corazón como el infarto. Es importante identificar los síntomas más frecuentes, como el ahogo al caminar o al acostarse y la hinchazón de piernas o ganancia rápida de peso. Hay muchos avances en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca, con fármacos y dispositivos muy eficaces. Los hábitos saludables son también una pieza clave: el ejercicio regular y la ingesta baja en sal mejorarán sus síntomas».
Quienes naveguen por ‘El Idioma del Corazón‘ encontrarán información sobre los síntomas de la enfermedad, sus causas y factores de riesgo, las pautas de prevención, el diagnóstico y manejo de la patología, su prevalencia y carga económica, la vida con la enfermedad y la posibilidad de cambiar el futuro de la insuficiencia cardiaca. De hecho, esta nueva plataforma online aspira a convertirse en el sitio web de referencia para dar visibilidad a la insuficiencia cardiaca.
Algunos datos que se incluyen en ‘El Idioma del Corazón’ son tan desconocidos como reveladores, como por ejemplo:
- 64 millones de personas en todo el mundo y cerca de 720.000 personas en España padecen insuficiencia cardiaca
- La enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad y origen, aunque la mayoría de los pacientes superan los 65 años
- Las estimaciones médicas apuntan que el número de pacientes irá en aumento, hasta el punto de que uno de cada cinco adultos de 40 años o más desarrollará insuficiencia cardiaca en algún momento de su vida
- La enfermedad sigue siendo tan mortal como algunos de los tipos de cáncer más comunes tanto en hombres (cáncer de próstata y vejiga) como en mujeres (cáncer de mama)
- Es, además, la principal causa de hospitalizaciones en personas mayores de 65 años
Por todo ello es fundamental concienciar a la población en general, lo que podría ayudar a reducir los ingresos hospitalarios de las personas que viven con insuficiencia cardiaca y a rebajar también la carga económica de la enfermedad que, según el estudio ‘Costes y utilización de atención médica en pacientes con insuficiencia cardíaca en España’, se eleva en España por encima de los 15.300 euros durante un periodo de cinco años.
El manejo proactivo de la insuficiencia cardiaca ayuda a disminuir su gravedad
El pronóstico de las personas que viven con insuficiencia cardiaca puede variar de un caso a otro, por lo que el manejo proactivo de la afección resulta de gran importancia y puede ayudar a disminuir su gravedad. Para conseguirlo, es importante conocer los síntomas y factores de riesgo. Los síntomas de la insuficiencia cardiaca pueden ser difíciles de detectar ya que podrían confundirse con otras patologías o directamente con el envejecimiento o la falta de forma física.
Una encuesta reciente encargada por AstraZeneca revela que pocas personas pueden identificar los síntomas más comunes de insuficiencia cardiaca. Los más frecuentes son: dificultad para respirar, cansancio o fatiga sin causa aparente e hinchazón en los tobillos, piernas o abdomen. Otros síntomas menos comunes son: frecuencia cardiaca rápida o irregular, falta de apetito y náuseas, tos o sibilancias persistentes y dificultad para concentrarse o confusión.
Además, comprender e identificar las causas exactas de la insuficiencia cardiaca no siempre es sencillo. De hecho, la encuesta encargada por esta farmacéutica reveló que el público en general desconoce en gran medida las principales causas de la insuficiencia cardiaca y dos de cada tres personas no reconocen la diabetes, la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria como los principales factores de riesgo.
Existen, sin embargo, algunas señales de alerta que nos pueden hacer sospechar como tener más de 60 años, sufrir alguna enfermedad cardiovascular previa, la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la enfermedad renal crónica (ERC), la apnea del sueño, el consumo de alcohol y/o tabaco, y el sedentarismo y/o la obesidad.
Si aparecen los síntomas descritos, es importante visitar al médico. El diagnóstico de la insuficiencia cardiaca es el primer paso para tomar las riendas de la enfermedad. La insuficiencia cardiaca es una afección crónica para la que, de momento, no existe cura, pero establecer un buen abordaje de la enfermedad puede mantener los síntomas bajo control y proporcionar un alto nivel de vida durante muchos años. Practicar ejercicio físico, seguir una dieta equilibrada, evitar el consumo de alcohol y tabaco y controlar la presión arterial de forma regular pueden ayudar a reducir riesgos, más aún, si existen antecedentes familiares en la familia.