Con el objetivo de mejorar la atención en centros sociosanitarios, el Comité Científico del Adulto Mayor del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM) ha elaborado el Documento de Posicionamiento en el que ha participado la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública, geriatras, internistas y psiquiatras, entre otros.
El documento explica cómo mejorar la atención en centros sociosanitarios donde se atiende a personas con problemas de salud, generalmente crónicos y múltiples, que impiden el desarrollo de sus capacidades funcionales y cuyos recursos sociales no hacen posible una correcta atención a domicilio. Todo ello origina dependencia en sus actividades y relaciones con su entorno.
De esta manera se identifica a grupos potenciales de población subsidiaria de la denominada atención sociosanitaria: pacientes de edad avanzada, generalmente mayores de 75 años con marcado deterioro funcional y/o cognitivo, discapacidad y cuidados finales de la vida. La población atendida en estos centros presenta una dependencia moderada-grave, deterioro cognitivo, multimorbilidad y polifarmacia, por lo que requieren de una intervención conjunta y sinérgica de los Servicios Sanitarios y Servicios Sociales, señala el ICOMEM.
Más del 85% de los fallecimientos por SARS-CoV-2 corresponde a población mayor, y muchas de las defunciones se han producido en adultos que vivían en el medio residencial, algo que no ha ocurrido exclusivamente en España. El 47% de las muertes registradas por Covid-19 han tenido lugar en mayores institucionalizados, según datos procedentes de 26 países. La presencia de deterioro cognitivo y fragilidad elevada son los principales factores de riesgo.
La población institucionalizada está altamente envejecida: la edad media de la población en residencias de ancianos se sitúa en 87 años y la población mayor de 80 años supone el 79% de toda la población que vive en residencias. Las personas institucionalizadas se caracterizan por ser frágiles y dependientes. En España, el 25,6% de esta población presenta dependencia total, el 53,4% manifiesta deterioro cognitivo y el 79,2% están en régimen de polifarmacia.
Tal y como indica el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, existe una gran heterogeneidad de los diferentes centros sociosanitarios que dificulta, enormemente la elaboración de normativa para dichos centros. A su juicio, se precisa de forma urgente una normativa tanto estatal como autonómica que regule la gran heterogeneidad de este nivel asistencial en estos momentos. En este sentido, el Documento de Posicionamiento del ICOMEM establece, de forma muy genérica, una serie de medidas que puedan mejorar la calidad en la prestación de la atención médica y en la calidad de vida de las personas mayores. Contempla las siguientes medidas:
- – Establecer una categorización de los centros sobre la base de sus características estructurales, así como de la dotación cuantitativa y cualitativa del personal y material sanitario. Dependiendo de la configuración de estos centros podría admitir a pacientes con diferentes grados de complejidad clínica.
- – Se debe incorporar en todas las residencias la Valoración Geriátrica Integral con sus cuatro dominios (físico, funcional, psíquico y social) como instrumento básico y necesario para garantizar una calidad en la atención prestada.
- – Se debe constituir equipos multidisciplinares estables para el establecimiento y seguimiento de los planes de cuidados. Estos equipos pueden tener un “core” compuesto por medico/geriatra, enfermería, personal rehabilitador y trabajador social. Además, puede disponer de “satélites” de otras profesiones. Debe promoverse la coordinación con el Servicio de Geriatría del Hospital de referencia.
- – Se debe establecer unas ratios de profesionales acorde a la población anciana institucionalizada y su nivel de necesidades.
- – Historia clínica compartida entre centros residenciales, atención primaria y hospitalaria, pero siempre manteniendo la confidencialidad. Los sistemas de información sanitaria de esos tres ámbitos de atención deben estar interconectados, deben ser interoperables y deben compartirla información o los datos entre ellos.
- – Se debe establecer un plan específico sobre ejercicio y actividad física de tipo individualizado para prevenir o mitigar el deterioro funcional. En este mismo sentido se debe presar especial atención al estado nutricional con un plan individualizado y de seguimiento.
- – Implementar la colaboración con profesionales del medicamento como una estrategia para combatir la polifarmacia y las reacciones adversas a fármacos.
- – Poner en marcha los programas de telemedicina con atención primaria y con atención especializada a través de los servicios de Geriatría hospitalaria debe ser un objetivo a lograr en los próximos 3-4 años permitiendo la provisión de cuidados integrales, continuados y coordinados que propugna la OMS y recomiendan organismo nacionales e internacionales. Las nuevas tecnologías también deben ser la base en la formación, docencia e investigación.
- – Se debe establecer un sistema de control de calidad en la prestación de servicios asistenciales con indicadores de calidad adaptados. Estos sistemas de control deben ser controlados con una periodicidad anual y serán conocidos públicamente.
- – Se debe crear y mantener la figura del equipo de Geriatría de Enlace dependiente del Servicio de Geriatría hospitalaria como elemento clave en la coordinación con atención de pacientes mayores institucionalizados.
- – Se deben poner en marcha programas de formación continuada, a través de organismos oficiales, con la posible capacitación en cuidados continuados en el entorno residencial.
- – Promover el desarrollo de planes de investigación con financiación pública y como un área de especial interés en el fondo de investigación sanitarias y la posible creación de un CIBER especifico.
Las personas interesadas pueden consultar aquí este Documento de Posicionamiento realizado por el Comité Científico del Adulto Mayor del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM).