Expertos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) han elaborado conjuntamente un documento con los pasos a seguir en la evaluación del estado nutricional y metabólico de todos los pacientes atendidos en las unidades de rehabilitación cardiaca, planteando una valoración integral.
Y es que las personas atendidas en las unidades de rehabilitación cardiaca se encuentran en una situación vulnerable en la que un correcto estado nutricional y funcional es determinante para prevenir el deterioro y las complicaciones. Y en este sentido, esta herramienta, con un listado de observaciones para la correcta evaluación e intervención de cada caso, será de gran valor para la mayoría de los pacientes a los que se les indica la rehabilitación cardiaca, tal y como indica el Dr. Vicente Arrarte Esteban, que ha sido presidente de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología hasta 2020 y es responsable de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital General Universitario de Alicante.
Según indicado este experto, es cada vez más frecuente la entrada al programa rehabilitación de pacientes con insuficiencia cardiaca. El objetivo es mejorar su calidad de vida y reducir eventos no deseados, «al anticiparnos en el seguimiento estrecho de posibles signos de isquemia o de empeoramiento de la insuficiencia cardiaca».
En este sentido, la Dra. Ana Zugasti, vocal de comunicación y miembro del área de Nutrición de la SEEN, recalca que «restablecer un correcto estado nutricional es prioritario para evitar la evolución clínica de pacientes con insuficiencia cardiaca y un peor pronóstico en aquellos que han sufrido un evento coronario». Por ello, la Dra. Zugasti aboga por evaluar, además de parámetros «clásicos» (analítica, perfil lipídico, presión arterial, peso/IMC, cifras de glucemia, afectación macro y microvascular) otros quizás menos conocidos como la valoración nutricional (desnutrición relacionada con la enfermedad, caquexia cardiaca) y funcional (sarcopenia -pérdida de masa muscular-, fitness cardio-respiratorio). «El motivo es que el control de todos estos factores influye directamente en la supervivencia y en la calidad de vida de los pacientes», advierte la vocal de comunicación de la SEEN.
Casi el 75% de pacientes con insuficiencia cardiaca presenta un estado nutricional inadecuado
Casi el 75% de los pacientes con insuficiencia cardiaca presenta un estado nutricional inadecuado, por lo que la Dra. Zugasti considera imperativo realizar un cribado de desnutrición en estas Unidades. Los pacientes que han sufrido un síndrome coronario agudo (SCA) y presentan un estado de malnutrición tienen mayor riesgo de presentar eventos cardiovasculares adversos mayores (reinfarto, ictus isquémico o muerte cardiovascular) y de mortalidad por cualquier causa.
Asimismo, considera primordial la participación de distintos especialistas en la valoración y seguimiento de estos pacientes para poder ofrecer el mejor tratamiento y conseguir buenos resultados. «Planteamos el concepto de Unidad Avanzada de Rehabilitación Metabólica y Funcional del paciente con patología cardíaca», indica la especialista.
Por su parte, el Dr. Arrarte resalta que las Unidades de Rehabilitación Cardiaca están formadas por equipos multidisciplinares, puesto que «todas las disciplinas son necesarias para dar un enfoque global al paciente». Como ejemplo, señala que «la prevención en nuestros programas debe abordar la correcta nutrición siendo especialmente relevante en situaciones de deterioro nutricional como aparecen con frecuencia en casos avanzados de insuficiencia cardiaca con sarcopenia». Es el motivo por el cual considera «indispensable un enfoque adecuado y por los profesionales más especializados».
Sobre la sarcopenia, la Dra. Zugasti apunta que «la reducción de la fuerza y la masa muscular ha recibido recientemente un intenso análisis en pacientes con insuficiencia cardiaca, por lo que los cambios en la función y composición muscular se consideran determinantes críticos en la progresión de esta afección. Se ha descrito que existe pérdida de masa muscular incluso en etapas tempranas».
En las Unidades de Rehabilitación Cardiaca, añade la Dra. Zugasti, «hay disciplinas como Enfermería, Fisioterapia, Rehabilitación y Cardiología que están bien definidas en el trabajo coordinado. Es necesaria la participación de especialistas en Endocrinología y Nutrición, psicólogos y especialistas en Educación Física para un abordaje más completo, especialmente en este tipo de Unidades Avanzadas». En este sentido, el Dr. Arrarte considera que «la colaboración entre la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC junto a SEEN es la respuesta a una necesidad de nuestras Unidades en el campo de la Nutrición».
Para el especialista, en primer lugar, es crucial detectar los problemas con una medición adecuada, valorando al paciente para conocer sus necesidades en todos los ámbitos (prevención de factores de riesgo, nutrición, ejercicio, psicológicamente…). «Esta herramienta es el comienzo para una correcta valoración y enfoque, detectando necesidades en muchos pacientes que no estuviera correctamente medida para dar las soluciones adecuadas una vez detectadas», puntualiza. Y la Dra. Zugasti añade que «este ‘check-list’ puede facilitar la valoración rigurosa de estos factores de riesgo de manera multidisciplinar y multiprofesional, a lo largo de las distintas fases de seguimiento».
El 30% de los pacientes con eventos coronarios padecen diabetes y el 38% obesidad
Por otra parte, la Dra. Zugasti recuerda que, de acuerdo con los resultados del estudio EUROASPIRE V, que abarca 27 países europeos, el 30% de los pacientes con eventos coronarios padecen diabetes. El estudio detectó que incluso en aquellos pacientes que no tenían diabetes previa, existen alteraciones del metabolismo de carbohidratos, en una proporción de hasta el 41%.
La hiperglucemia (elevación de los niveles de glucosa) perjudica directamente al sistema cardiovascular, ya que aumenta el tamaño del infarto, incrementa los valores de presión arterial sistólica y diastólica, deteriora la función endotelial (encargada de regular las acciones de la pared de los vasos sanguíneos) y activa la vía de la coagulación, advierte la especialista, que puntualiza que los pacientes que presentan mayores variaciones entre la glucosa al ingreso y el valor basal (en ayunas) durante su hospitalización muestran una peor evolución clínica. Por otro lado, la hipoglucemia también se ha relacionado con eventos cardiovasculares.
El mismo estudio mostraba que el 38% de los sujetos incluidos en el análisis presentaban obesidad. Hay que tener en cuenta que la obesidad es un factor de riesgo cardiovascular independiente. «Esto quiere decir que se asocia de forma directa a la aparición de enfermedades cardiovasculares como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca y arritmias como la fibrilación auricular. Pero, a su vez, empeora o promueve la aparición de factores de riesgo cardiovascular tradicionales como la diabetes, la hipertensión o la dislipemia», aclara. Por otra parte, también se ha visto que solamente algo más de un tercio de las personas ingresadas por síndrome coronario agudo tiene valores de colesterol LDL adecuados en el momento de llegar al hospital.
En definitiva, el documento elaborado por los expertos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) propone las principales cuestiones que se deben considerar, desde el abordaje endocrino-nutricional en todo paciente evaluado en una Unidad Avanzada de Rehabilitación Cardíaca. La aplicación de estas recomendaciones, a lo largo de todo el programa de Rehabilitación Cardíaca, puede ser de utilidad para facilitar la detección precoz de comorbilidades, mejorar el tratamiento metabólico y el pronóstico del paciente