iMove y Clínica Mi Tres Torres apuestan por incorporar la tecnología MAKO de Stryker, un brazo robótico para operaciones de prótesis de rodilla que se asocia a menor dolor, recuperación más rápida y reducción del tiempo de postoperatorio.
iMove y Clínica Mi Tres Torres, centros especializados en la recuperación del movimiento articular y del aparato locomotor, son pionero en Catalunya en incorporar el brazo robótico MAKO para realizar cirugías ortopédicas de precisión, como las prótesis de rodilla. El equipo de traumatología de iMove ya ha empezado a realizar cirugías protésicas de rodilla asistidas mediante este brazo robótico de Stryker, ofreciendo a los pacientes una mayor precisión en las intervenciones y, sobre todo, una mejora en los tiempos y en la calidad de la recuperación posterior.
Tal y como explica el Dr. Joan Leal, responsable del área protésica de rodilla en iMove,“hasta ahora, este tipo de operaciones los médicos las realizábamos con una precisión limitada. Con Mako, ponemos solución a este problema, dado que realizamos una planificación preoperatoria obteniendo una imagen previa en tres dimensiones a través de la realización de una prueba TAC. La sincronización del TAC con la valoración del cirujano intraoperatoria nos permite, junto con el brazo robótico Mako, obtener la precisión deseada, siendo el cirujano siempre el responsable de la toma de decisiones”. Este es uno de los elementos que aumenta la predictibilidad de la operación, minimizando sus riesgos, la agresión de la intervención y facilitando la posterior recuperación y postoperatorio.
El brazo robótico MAKO ajusta a nivel milimétrico, y a través del ordenador, la intervención y el desarrollo de la operación. De esta manera, el robot afina cada una de las actuaciones de acuerdo con el TAC recibido durante el preoperatorio de cada paciente. Por ahora, la clínica empieza con intervenciones de prótesis de rodilla, si bien desde iMove-Mi Tres Torres ya están valorando la ampliación de servicios para otras articulaciones.
Menor dolor, recuperación más rápida y reducción del tiempo de postoperatorio
iMove se convierte en el primer centro de Cataluña, y el segundo en España, en utilizar la tecnología MAKO para resolver la artrosis de rodilla. El brazo robótico Stryker está especialmente indicado para la recuperación de la patología degenerativa articular. Así, desde iMove y Clínica Mi Tres Torres se profundiza en la innovación médica aplicada a la articulación de la rodilla, siendo la artrosis una de las dolencias más prevalente que afectan a la sociedad.
“En España se calcula que siete millones de personas sufren de artrosis, siendo el 75% de ellas mujeres y constituyendo la primera causa de incapacidad permanente de la sociedad”, apunta el Dr. Leal. Según el último estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas de la Sociedad Española de Reumatología, el 13% de la población adulta en España presenta artrosis sintomática de rodilla. Además, solo en España, el 50% de la población mayor de 65 años padece de esta dolencia, apunta la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
En esta línea, un estudio elaborado por el University College London Hospital concluye que, la prótesis total de rodilla asistida por el brazo robótico Mako se asocia a menor dolor, recuperación más rápida y reducción del tiempo de postoperatorio en los hospitales comparado con la prótesis total de rodilla convencional. En concreto, los pacientes demostraron menor necesidad de uso de analgésicos, menor sangrado postoperatorio, menor tiempo hasta conseguir levantar la pierna, menor tiempo en recibir el alta médica (hasta un 26% menos) y una flexión máxima de rodilla mejorada.
Asimismo, según un estudio elaborado por MAKO SmartRobotics, la intervención con brazo robótico proporciona la posibilidad de preparar el preoperatorio en 3D, cosa que permite ajustar las intervenciones a la anatomía específica de cada paciente. La tecnología AccuStop, además, permite que el cirujano lleve a cabo la operación de manera más segura, con visión intraoperatoria y feedback táctil en cuanto a la articulación del paciente.
Como consecuencia de ello, su uso permite solucionar algunos de los retos que se presentan en las artroplastias de rodilla (totales o parciales), tales como la restricción del campo visual de la articulación a la hora de operar, la posibilidad de cometer errores técnicos o una imprecisa implantación de las prótesis de rodilla. Un dato interesante que muestra este estudio es que puede reducirse hasta un 40% el gasto en morfina durante el postoperatorio