Grupo OAT publica dos artículos claves para aportar evidencia científica sobre la adherencia al tratamiento, uno de los retos por conseguir de la medicina. Algunas de las conclusiones que se pueden extraer de ambos artículos es que uno de cada dos enfermos no se adhiere al tratamiento farmacológico, además de la existencia de una asociación entre la no adherencia, la automedicación y un peor estilo de vida.
La adherencia al tratamiento es un problema no resuelto y de gran magnitud, tanto que se considera uno de los grandes retos de la Medicina del siglo XXI. Por ello, la investigación en este campo es fundamental para arrojar evidencias sobre este comportamiento y desarrollar intervenciones que mejoren los resultados en salud y la calidad de vida de los pacientes.
Desde esta premisa, el Grupo OAT (Observatorio de la Salud) ha publicado dos artículos, uno en la International Journal of Environmental Research and Public Health (IJERPH) y otro en la European Journal of Clinical Pharmacology, con conclusiones extraídas de su Estudio Nacional de Adherencia en Patologías Crónicas, llevado a cabo en 132 farmacias comunitarias de España y entre 6.327 pacientes crónicos que acudían a retirar su medicación.
Para José Luis Casteig, presidente del Grupo OAT, esta publicación representa una “continua necesidad” de seguir profundizando para mejorar la falta de adherencia que actualmente presentan los pacientes crónicos y que, a su vez, ocasiona un impacto negativo en la evolución de su salud y calidad de vida, aumentando así los costes sanitarios.
“Aunque ya se conocen muchos aspectos sobre la adherencia, el hecho de que sea una cuestión tan compleja y multifactorial hace fundamental la investigación y, sobre todo, aquella que nos conduzca a implantar acciones y actuaciones que mejoren los datos relacionados con la falta de adherencia. En este sentido, la publicación de ambos artículos es un gran respaldo a las acciones que estamos realizando desde el OAT y significa que el Estudio Nacional de Adherencia en Patologías Crónicas ha sido muy bien valorado y aceptado por una prestigiosa revista científica”, explica Casteig.
En esta misma línea se muestra Ernesto Cortés, director de la Cátedra de Adherencia UMH-OAT y uno de los autores de las publicaciones. “Es obvio que, si el enfermo no sigue el tratamiento que se le ha prescrito y de la manera en la que se le ha indicado, dicho tratamiento no va a producir los beneficios esperados. Por ello, todos los estudios que se encaminen a conocer mejor la magnitud de la no adherencia, las causas de no adherencia, la forma de incumplir, etc., pueden ayudar a los profesionales sanitarios a paliar en lo posible dicha pérdida de los efectos beneficiosos sobre la salud de sus pacientes de los tratamientos», señala este experto.
A su juicio, “esto nos indica que los profesionales sanitarios tienen que priorizar intervenciones para que sus pacientes sean adherentes a los tratamientos prescritos. El trabajo multidisciplinar de los distintos profesionales sanitarios es muy importante para que los pacientes se adhieran a los tratamientos y conseguir los objetivos en todos los problemas de salud”.
“En ese sentido, es también muy importante investigar sobre el papel realizado en estos momentos por los profesionales sanitarios sobre adherencia en sus pacientes, y a partir de ese conocimiento, realizar actuaciones para implicar en mayor medida a dichos profesionales en la consecución de una mayor adherencia. Para ello creemos que es fundamental la cooperación entre Medicina, Enfermería y Farmacia”, resalta Cortés.
La no adherencia y la automedicación se asocian a un peor estilo de vida
Algunas de las conclusiones que se pueden extraer de ambos artículos es que uno de cada dos enfermos no se adhiere al tratamiento farmacológico, además de la existencia de una asociación entre la no adherencia, la automedicación y un peor estilo de vida.
“Otra de las conclusiones clave es que preguntar directamente a los pacientes mediante el método de autoinforme sobre si toman o no la medicación es un predictor muy fuerte para identificar a los pacientes no adherentes. La adherencia autoinformada es un predictor útil de la no adherencia, particularmente cuando los pacientes con enfermedades crónicas reconocen tener dificultades para tomar su medicación todos los días. No obstante, el conocimiento de las variables asociadas tanto con la sobreestimación como con la subestimación es útil para permitirnos identificar la adherencia al tratamiento con mayor precisión en estos pacientes”, detalla director de la Cátedra de Adherencia UMH-OAT, resaltando que las farmacias comunitarias son “lugares ideales” para ayudar a los equipos de Atención Primaria en el control de patologías crónicas mediante la identificación de pacientes no adherentes a su tratamiento.
“El perfil del paciente no adherente que hemos obtenido en esta línea de investigación, plasmada en los dos artículos, tiene una capacidad discriminatoria adecuada y es útil para priorizar intervenciones dirigidas a reducir la no adherencia a la terapia farmacológica. En individuos con diversas enfermedades crónicas y diferentes medicamentos, la asociación entre la falta de adherencia al tratamiento farmacológico y la automedicación y estilos de vida menos saludables es motivo de preocupación y debe ser corroborada por otros estudios”, subraya Ernesto Cortés.
Como reconoce por su parte José Luis Casteig, la publicación de estos artículos supone un “gran beneficio” para conocer más sobre las causas que provocan la falta de adherencia y, además, sirven de base para desarrollar programas de apoyo a pacientes.
“Ha sido una gran noticia para el OAT y para nuestro Comité Científico, estamos muy satisfechos del trabajo que estamos desarrollando y de nuestra aportación a la mejora de la adherencia, que continúa día a día y se plasma, no solo en estas publicaciones, sino en otras acciones que venimos realizando. Por ejemplo, actualmente estamos desarrollando una investigación junto con la Fundación Weber y un Comité de Expertos en adherencia para elaborar lo que será el primer Libro Blanco de la Adherencia y que estamos seguros que representará un antes y un después en esta área”, apunta el presidente del Grupo OAT.
Solo el 51,56% de los pacientes crónicos son adherentes
La adherencia al tratamiento continúa siendo un grave problema de salud pública, tanto que solo el 51,56% de los pacientes crónicos son adherentes, según el Estudio Nacional de Adherencia en Patologías Crónicas del Grupo OAT. Esto supone un coste en España de 11.250 millones de euros en costes directos e indirectos.
Se trata de un aspecto de la asistencia que requiere de un trabajo multidisciplinar en el que se incluya a todos los profesionales sanitarios de Medicina, Enfermería y Farmacia. En este sentido, alrededor del 87% de estos considera que tiene claro el concepto de adherencia; no obstante, solo el 60% realiza seguimiento de la misma con los pacientes.
Hay que tener en cuenta que la adherencia no supone únicamente que el paciente tome su medicación, sino que, además, lo haga de forma correcta (como en los casos que es necesario utilizar un dispositivo inhalador), persista a largo plazo, siga hábitos de vida saludable, cuide su estado emocional y psicológico o esté formado y concienciado sobre su patología, entre otros.
Las personas interesadas pueden consultar aquí los estudios consulte el artículo 1 («Factors Associated with Non-Adherence to Drugs in Patients with Chronic Diseases Who Go to Pharmacies in Spain») y el artículo 2 («Validation of self-reported adherence in chronic patients visiting pharmacies and factors associated with the overestimation and underestimation of good adherence»).